Por Horacio Cecchi
La banda tenía toda
la información necesaria: sabía que el Hospital Español,
ubicado en Rioja y Belgrano, en Balvanera, pagaría la quincena
ayer, a las 6.30; tenía el plano del lugar; el tiempo que demandaría
el golpe; conocía el circuito de fuga, por Belgrano. Faltaron dos
datos: el primero, que uno de los custodios conocía de memoria
al personal, entre el que pretendieron mezclarse; el segundo, que a dos
cuadras, un patrullero custodiaba al colegio Mariano Acosta, donde el
periodismo cubría una protesta. El custodio avisó a la policía
y se desató un tiroteo en la entrada del hospital. Saldo: un pistolero
muerto, otro gravemente herido, un tercero fugado, una enfermera con dos
balazos y un policía con esguince de tobillo. Algunos testigos
señalaron que un cuarto asaltante permanecía adentro. Durante
cuatro horas, el GEOF cortó Belgrano y registró el edificio
sin hallar otra cosa que pacientes, médicos, camilleros y chatas.
El Hospital Español paga las quincenas en fechas no anunciadas.
A la alegría que depara en el personal la sorpresa del pago, se
agrega como motivo una cuestión de seguridad. Pero ayer, fecha
de la correspondiente sorpresa, ni el personal pudo vivir la alegría,
ni se cumplió el estricto sistema de seguridad. Una banda de tres
o cuatro asaltantes, según las versiones, enterada por algún
informante interno según sospechan los investigadores
de que se realizaría el pago, intentó asaltar la tesorería.
Eran las 6.30, cuando uno de los miembros de la banda ingresó al
hospital por la explanada de ingreso, sobre la avenida Belgrano 2975.
Una de las chicas de seguridad le vio cara rara, dijo a Página/12
uno de los custodios. La mujer siguió al hombre y vio cómo
se le sumaba un segundo, también desconocido, y que intentaban
incorporarse a la fila de cobro, en la tesorería, ubicada en una
sala de la planta baja. Cuando se acercó para identificarlos, uno
de ellos extrajo un arma y la encañonó en la cabeza. Quedate
tranquila, la amenazó. Eran morochos y grandotes,
diría más tarde una empleada.
Simultáneamente, la enfermera Adela Benítez, de 42 años,
gritó ¡Soltala, hijo de puta!, mientras otro
custodio, desconfiado porque no los había reconocido, avisaba a
la comisaría 8ª, ubicada a una cuadra y media, sobre Urquiza.
Benítez recibió como respuesta dos balazos, uno que le atravesó
un hombro, y otro que le dio en la mano derecha. La custodia respondió,
y los asaltantes (al menos dos) decidieron iniciar la fuga.
Mientras en los pasillos del Español se sucedían gritos,
corridas y confusión, dos de los delincuentes alcanzaban la explanada.
Allí se desató el segundo tiroteo: un patrullero de la 8ª,
que custodiaba una protesta en el colegio Mariano Acosta, a dos cuadras
del lugar, ya se encontraba cerrando la retirada. Alrededor de 20 disparos
se intercambiaron entre uno y otro bando: cuatro no dieron en ningún
blanco, como lo testimonian los respectivos huecos en los vidrios del
frente del hospital. Seis se llevó puestos uno de los delincuentes
que quedó gravemente herido, con un revólver 32 en la mano.
Su compañero, con una pistola Glock 44-40 recibió una cantidad
no precisada y cayó muerto sobre la explanada. Un tercero, ubicado
en un VW Gol, según algunos testigos, o un Duna gris, según
confiaron a este diario en un garage próximo, escapó al
ver que el golpe se poblaba de uniformados. Le dije a la señora
que se tirara al piso, aseguró un kiosquero, cruzando Belgrano,
que en el momento del tiroteo atendía a una clienta reja mediante.
Los disparos habían cesado y los comentarios del tipo ¡Qué
bárbaro!, ¿Cómo está Adela?,
¿Por qué no pagarán con Banelco?, habían
ganado los pasillos. Pero la confusión no había concluido.
Varios empleados dijeron que un cuarto asaltante había huido escaleras
arriba. Otros dicen haberlo visto escapando por una puerta sobre Urquiza,
y tomar con decisión un taxi. Preventivamente, el GEOF se dispuso
a registrar todos los rinconesdel edificio. Cortaron Belgrano, Rioja,
y cerraron el acceso y egreso del Español a todo aquel que no fuera
personal del lugar.
Mientras una multitud de curiosos se asomaba por las ventanas del hospital,
los del GEOF revisaban cuidadosamente todas y cada una de las salas y
habitaciones, debajo de las camillas y en los baños y demás,
sin encontrar otra cosa que pacientes aterrados, médicos sorprendidos,
enfermeras preocupadas, chatas vacías o llenas, gasas y demás.
El pistolero herido fue internado en el Ramos Mejía. Posteriormente,
las autoridades del hospital aclaraban que Adela había sido intervenida,
que sus heridas no revistaban gravedad y que se encontraba estable. Y
fuentes policiales reconocían que un uniformado de la 8ª había
sido trasladado al Churruca. Motivo: esguince de tobillo.
CONVOCATORIA
DEL GOBIERNO PORTEÑO PARA EL 28
Los padres, de nuevo a la escuela
El gobierno porteño convocó
a los 270 mil padres de chicos de las escuelas primarias a la segunda
jornada del programa Padres con la Escuela, a realizarse el
próximo 28 de noviembre. La idea es completar el circuito de comunicación
abierto con las primeras jornadas de abril pasado, durante las que 170
mil padres asistieron a reuniones con directores de escuela y maestros
para ser informados sobre la temática de los programas, objetivos
de cursos, escuchar sugerencias y abrir debates. Ahora, entusiasmado por
el alto índice de participación paterna, las autoridades
decidieron convocar nuevamente para informar sobre los planes de 2002
y hacer un balance de lo realizado este año.
Serán convocadas las familias de los 270 mil alumnos que cursan
en escuelas dependientes de la ciudad. Daniel Filmus, secretario de Educación
porteño que ayer hizo pública la convocatoria junto
al jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra sostuvo que las reuniones
impulsarán el acercamiento entre las familias y la escuela
y son un gesto público de la colaboración que se restablece
cada año entre ambas. Los objetivos de la convocatoria son
los de brindar información relacionada con los intereses y expectativas
de las familias; promover la participación de los padres; fortalecer
una instancia de comunicación e intercambio en torno a los resultados
de la tarea y la forma de trabajo conjunto entre la escuela y la familia.
Directores y maestros harán un balance de lo realizado este año,
como cierre de las jornadas realizadas en abril. Y se adelantarán
los objetivos del año próximo. También se evaluará
cómo funcionaron los canales de comunicación entre la escuela
y las familias, si el trabajo en conjunto se vio fortalecido y cómo
esa proximidad incidió en el acompañamiento de la escolaridad
de los chicos.
Las jornadas, que se realizarán el próximo 28 de noviembre
en cada una de las escuelas de la ciudad las autoridades informaron
que la participación de los institutos privados es optativa
se dividirá en dos etapas: la primera, durante la que los directivos
harán un informe, y la segunda, que se realizará entre docentes
y padres en cada grado.
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