Por Mariana Carbajal
Se puede hablar de una
verdadera epidemia de cáncer de piel, por lo que resulta prioritario
informar a la gente respecto de los recaudos que tiene que tomar antes
de exponerse al sol, advirtió a Página/12 el médico
Fernando Stengel, titular del Servicio de Dermatología del CEMIC,
tomando en cuenta el progresivo aumento en la incidencia de
esta enfermedad que se ha detectado en los centros asistenciales de todo
el país. Cómo distribuirse filtros solares en el cuerpo
es fundamental para evitar el daño acumulativo del sol: en la forma
y la cantidad en que habitualmente la gente se los aplica, en realidad,
el factor de protección se reduce a la mitad de lo que indica el
envase sin que la mayoría de las personas lo sepa, reveló
Stengel. Esta y una docena de verdades más sobre la acción
de los rayos ultravioletas en la piel y cómo protegerse fueron
enumeradas ayer por destacados científicos en una conferencia organizada
por la Fundación del Cáncer de Piel, en la que además
se presentó un programa computarizado que permite estimar el riesgo
de exposición ultravioleta en cualquier ciudad de la Argentina
(ver aparte).
Es recomendable que los protectores solares tengan un factor de
protección superior a 15. Al ponérselos deben quedar sobre
la superficie de la piel, con un masaje suave, esparciéndolos en
forma pareja por todo el cuerpo. A diferencia de otro tipo de cremas,
no deben penetrar sino quedar en la superficie, explicó a
este diario Stengel, dermatólogo y titular de la Fundación
del Cáncer de Piel. En la práctica, señaló,
la cantidad de filtro solar que se aplica es inferior menos de la
mitad a la que se pone en las pruebas de laboratorio para determinar
el factor de protección, que es de 2 miligramos por centímetro
cuadrado. De esta forma, la protección real es un 50 por
ciento menor de la que uno supone, que a su vez se ve afectada porque
la distribución no suele ser homogénea, aclaró
el especialista. La reaplicación debe realizarse cada dos horas.
Otro error frecuente al usar filtro solar advirtió Stengel
es colocarse cremas con un índice protector en la cara y otro menor
en el resto del cuerpo. Debe usarse el mismo para toda la piel,
advirtió el médico y reveló que la parte inferior
de las piernas es el lugar más frecuente donde aparece el melanoma
maligno entre las mujeres. Generalmente, allí usan factores
de protección menores o directamente no se ponen filtro,
comentó Stengel.
La acción de los rayos ultravioletas fue el eje de la jornada informativa
organizada por la Fundación y el Instituto de Física de
Rosario, en la que participaron dos reconocidos científicos europeos,
el holandés Jan van der Leun, referente internacional en Ciencias
Atmosféricas e Impacto Ambiental, y el austríaco Alexander
Cede, quien desarrolló el programa de computación que calcula
la radiación ultravioleta en cualquier fecha, hora y lugar del
país (ver aparte). Además, estuvieron presentes el profesor
Rubén Piacentini, investigador del Conicet en el Instituto de Física
de Rosario, y Lucía Núñez, jefa del Departamento
de Agroclimatología del Servicio Meteorológico Nacional.
Los científicos recordaron que el daño solar es acumulativo.
El 70 por ciento del daño se produce antes de los 18 años
por acción de los rayos ultravioletas, puntualizó
Piacentini y destacó la importancia de proteger del sol a los niños.
En la mayoría de los casos el cáncer de piel es prevenible,
destacó Stengel.
A continuación, los mitos y verdades sobre el cuidado de la piel
enumerados por los especialistas:
No es cierto que el sol de
setiembre sea menos malo que el del verano. Como regla, hay
que protegerse de los rayos UV todos los meses que tienen la letra r.
En setiembre las radiaciones UV son tan dañinas como en marzo,
en octubre como en febrero, y en noviembre como en enero. Diciembre es
el peor mes.
Una persona en movimiento tiene
tres veces menos riesgo de quemadura solar en el presente y de cáncer
de piel en el futuro que si se expone en situación estática.
Las nubes atenúan significativamente
las radiaciones solares sólo si son de color gris o gris oscuro.
Las nubes fraccionadas como los cúmulos pueden incrementar hasta
en un 20 a 30 por ciento la intensidad solar.
La intensidad solar de un día
de cielo claro es aproximadamente la misma durante la mañana que
durante la tarde.
El sol emite radiación
ultravioleta prácticamente constante desde tiempos remotos, pero
daña más ahora que antes por el adelgazamiento de la capa
de ozono de la atmósfera.
No se debe considerar que el
agujero de ozono es el que está produciendo efectos negativos sobre
la piel: su influencia se extiende esencialmente en la zona antártica.
El incremento de cánceres
de piel debido a la destrucción de la capa de ozono continuará
durante la mayor parte del siglo XXI, y llegará a su máximo
en las décadas de 2040 y 50.
En las costas de Brasil y el
Caribe, la intensidad de las radiaciones UV son menores que en las playas
argentinas debido a la presencia habitual de nubes.
Un software contra
el sol
Un programa de computación, de uso simple y sencillo, permite
estimar con solo clickear en el lugar indicado de la pantalla la
radiación ultravioleta cuando el cielo está despejado
en cualquier fecha, hora y lugar del país. Se trata de un
mapa que sistematiza ese registro hasta en los pueblos más
pequeños.
El software también determina el tiempo máximo de
exposición al sol sin que se produzca daño solar,
según las características de la piel de una persona,
con o sin filtro de protección.
El programa de uso médico, presentado ayer durante la conferencia
organizada por la Fundación del Cáncer de Piel, fue
desarrollado por Alexander Cede, un científico austríaco,
de 32 años, destacado especialista en el estudio de la radiación
solar y su impacto en los tejidos biológicos.
El investigador donó el programa a la Fundación, que
a través de la Sociedad Argentina de Dermatología
se comprometió a difundirlo a partir del año próximo
entre la comunidad médica en la Argentina.
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Todo lo que hay que
saber
1 Reducir al mínimo la exposición al sol entre las
10 y las 15.
2 Evitar las horas en que las sombra es corta, en cualquier momento,
época del año y lugar geográfico.
3 En caso de necesidad de exponerse al sol en las horas de sombra
corta, usar ropa de trama compacta, sombrero o gorro, anteojos con
filtro UV, o protecciones externas como sombrillas, aleros, toldos
y árboles.
4 Siempre aplicarse un filtro solar antes de cada exposición
al sol y volver a colocarlo abundante y frecuentemente, por lo menos
cada dos horas mientras se está al sol.
5 Aplique de nuevo filtro solar después de nadar o transpirar
mucho ya que los productos difieren en su grado de resistencia al
agua. Se recomienda un filtro con un factor de protección
de 15 o más.
6 No olvidarse de aplicar el filtro solar en días nublados.
7 Las personas con mayor riesgo de contraer cáncer de piel
(las que trabajan al aire libre, las de tez clara y las que ya lo
han padecido) deben aplicarse el filtro solar diariamente.
8 Ciertos medicamentos, drogas, cosméticos y también
las píldoras anticonceptivas pueden aumentar la sensibilidad
a la exposición solar. Si usa alguno de los productos enumerados,
consulte al médico. Quizás deba tomar precauciones
adicionales.
9 El sentarse a la sombra no garantiza protección del sol.
La arena, la nieve, el cemento y el agua pueden reflejar en la piel
más de la mitad de los rayos solares.
10 Evitar las camas solares. La luz ultravioleta que emiten las
cabinas de bronceado causan quemaduras y envejecimiento cutáneo
prematuro. Aumentan también el riesgo de padecer cáncer
de piel.
11 No exponer al sol a bebés y niños pequeños.
Comenzar a aplicarles filtros solares a los 6 meses, exponiéndolos
al sol con moderación.
12 Enseñarles a los niños a protegerse del sol desde
temprana edad. El daño solar sobreviene con cada exposición
solar sin protección y se acumula durante el transcurso de
la vida.
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Una bandera para el
riesgo
Por M. C.
Por primera vez en el país, este verano un balneario de
Pinamar advertirá sobre la peligrosidad del sol en distintos
momentos del día. La información se transmitirá
con el mismo sistema que se usa para alertar sobre las condiciones
del mar. Banderas de distintos colores se alternarán en la
punta de un mástil de acuerdo con la intensidad de los rayos
ultravioletas. La roja flameará entre las 11 y las 15, cuando
la exposición al sol es muy dañina. Entre las 10 y
las 11 y las 15 y las 16, el turno será de la amarilla y
antes de las 10 y después de las 16, cuando los rayos son
más benignos, aparecerá la verde. La iniciativa es
de la Fundación del Cáncer de Piel y se desarrollará
en la playa Marbella. Además de las banderas, la entidad
montará una carpa de cien metros cuadrados donde desarrollará
una serie de actividades dirigidas a concientizar a los niños
sobre los riesgos de la exposición solar, como la lectura
de cuentos adaptados para transmitir la importancia de la protección
y concursos para aprender a aplicarse filtros solares.
Es un programa piloto. La idea es que otros balnearios se
interesen, así puede extenderse, comentó Fernando
Stengel, titular de la Fundación. Cuando el sol llegue al
cenit en la playa sonará una campana para advertir sobre
el peligro a los veraneantes. Hay que aprender a convivir
con el sol. Cambiar los hábitos y las conductas respecto
al sol y respetar los horarios en los cuales exponerse. Las cremas
protectoras son un complemento esencial, advirtió Stengel.
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