La ETA no para. Dos agentes
de la policía autonómica vasca, o Ertzaintza, un hombre
y una mujer, fueron asesinados ayer en un ataque atribuido a la organización
separatista en la localidad de Beasain, en la provincia de Guipúzcoa,
en el País Vasco, al norte de España. Según la policía
municipal de Beasain, los oficiales policiales se encontraban dirigiendo
el tránsito cuando un encapuchado les disparó. Este ataque
se produce apenas tres días después del intento fallido
de asesinar a oficiales de la Ertzaintza en Bilbao. Desde Lima, el jefe
del gobierno español, José María Aznar, expresó
su condena más categórica contra este atentado terrorista
y llamó a la unidad contra este grupo al que Washington
incluyó recientemente en su lista de las 34 organizaciones terroristas
a las que se les deben congelar los fondos.
Según fuentes oficiales, los agentes resultaron sorprendidos por
los disparos, lo cual permite entender que no se haya producido ningún
enfrentamiento entre los policías y el atacante. La mujer, identificada
como Ana Isabel Arostegui, de 34 años de edad y madre de tres niños,
murió en el acto alcanzada por varios impactos de bala, uno de
ellos en la cabeza. Su compañero, Javier Mijangos, de 32 años
de edad, fue trasladado en estado muy grave al hospital de la Asunción
de Tolosa, con una bala alojada en el cuello. El agente falleció
cuando estaba siendo intervenido quirúrgicamente apenas una hora
después del atentado. Ana Isabel Arostegui, cuyo cadáver
quedó tendido en el lugar del atentado durante casi dos horas,
es la primera mujer policía asesinada por la organización
separatista vasca ETA y su muerte, junto a la de su compañero de
patrulla, eleva a 15 el número de víctimas mortales de la
ETA en este año.
En marzo pasado la ETA advirtió en un comunicado que la Ertzaintza
se había convertido en uno de los objetivos prioritarios de la
organización armada vasca. El mensaje afirmaba que desde
sus responsables políticos hasta el último policía,
todos los miembros de esa fuerza podían ser víctimas de
la organización. Esto quedó claro cuando el martes pasado
cuando miembros del comando Vizcaya de la ETA intentaron asesinar
a agentes de la fuerza en Bilbao. Entonces, colocaron una pancarta con
la inscripción Policía asesina. ETA mátalos
en medio de una zona arbolada. Oculta en medio de arbustos se encontraba
la bomba que terminó hiriendo a los dos oficiales que intentaron
bajar el cartel. El último atentado mortal de la ETA contra la
policía vasca tuvo lugar el 14 de julio pasado cuando el jefe de
su unidad de inspección, Mikel Uribe, de 44 años de edad,
fue asesinado a tiros cuando bajada de su coche en la localidad de Leaburu,
25 kilómetros al sur de San Sebastián.
Aznar, que asiste a la XI Cumbre Iberoamericana en Lima, manifestó
su plena solidaridad con la policía autónoma vasca
y su respaldo y apoyo a todas las acciones que vayan encaminadas
a garantizar la libertad de todos los ciudadanos. Aznar hizo además
un llamamiento serio, seguro, firme y sereno a la unidad de todos,
justamente para conseguir lo que es nuestro deber y obligación
y esperanza de la sociedad vasca española, que es la derrota final
del terror. Por su lado, el lehendakari (presidente del gobierno
vasco), Juan José Ibarretxe, de visita oficial en la República
Checa, decidió dar por finalizado su viaje y volver urgentemente
a España, tras condenar rotundamente y con toda firmeza
el nuevo atentado de ETA. Qué terrible contradicción,
dijo, que mientras unos nos empeñamos en demostrar al mundo
que (los vascos) somos un pueblo pacífico y trabajador (...) ETA
vuelve a destrozarnos el país, dijo Ibarretxe.
Según un balance establecido por el ministerio español del
Interior, ETA asesinó a 808 personas, civiles y militares, desde
que en 1968 inició su lucha armada por la independencia del País
Vasco.
ISRAEL
MATO A UN DIRIGENTE DEL FUNDAMENTALISMO
Misilazo desde el helicóptero
La política de asesinatos
selectivos de Israel dio ayer con uno de los líderes más
buscados del grupo islámico Hamas, Mahmoud Abu Hanoud, que fue
muerto por disparos de misiles desde helicópteros del ejército
israelí en la ciudad de Yassid, norte de Nablus. En el mismo ataque
murieron otros dos palestinos militantes del Hamas, en lo que fue una
jornada de bajas para la Autoridad Palestina, con un total de siete muertos
en los territorios de Cisjordania y la Franja de Gaza.
Israel ya había adelantado que iba a continuar con su política
de defensa de eliminación selectiva de quien considerara
responsables de actos terroristas, a pesar de las críticas del
Departamento de Estado norteamericano a ese tipo de prácticas.
A principio de mes el ejército israelí mató a dos
líderes del mismo grupo, y no hay signos de que el gobierno de
coalición centroderechista liderado por el primer ministro nacionalista
Ariel Sharon vaya a cambiar esta política mientras no cesen los
atentados de la parte opuesta. Las muertes de los tres hombres de Hamas
se producen además en una zona bajo plena autonomía palestina,
lo que alimentará las protestas de la Autoridad que preside Yasser
Arafat.
El ataque a Hanoud, uno de los hombres más buscados en el pasado
por el ejército israelí, sucedió en una jornada de
bajas para los palestinos, incluyendo a dos miembros de Al Fatah, la agrupación
del líder palestino Yasser Arafat en los territorios de conflicto
de Cisjordania y la Franja de Gaza. Hamas, que se opone a las operaciones
de paz con Israel, viene llevando adelante una campaña de atentados
contra Israel. Un portavoz de la organización prometió vengar
la muerte de Hanoud y compañía, porque el asesinato
no fue un simple incidente. Los continuos enfrentamientos israelo-palestinos
no dan lugar efectivo a las negociaciones de paz. Por lo pronto, el lunes
comenzará otra de tantas conversaciones que Estados Unidos mediador
del conflicto tendrá separadamente con ambas partes.
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