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 En medio de un clima enrarecido
y de importantes medidas de seguridad, los seleccionados de Uruguay y
Australia jugarán mañana, en el estadio Centenario de Montevideo,
el cotejo desquite del repechaje que clasificará al último
equipo para la Copa del Mundo Japón-Corea 2002. El encuentro comenzará
a las 16 (televisa TyC Sports), tendrá como árbitro al árabe
Bussaim Alí y será el desquite del jugado el pasado martes
en Melbourne y que ganó Australia, por 1-0, con gol de Kevin Muscat,
de tiro penal.
Con igualar, Australia se clasificará. Si Uruguay gana 1-0 habrá
tiempo suplementario, con definición con “gol de oro”,
y de persistir la igualdad se ejecutarán tiros desde el punto penal.
Si los orientales vencen por dos goles de diferencia se clasificarán,
pero si ganan por un tanto de diferencia pero con Australia marcando goles
(2-1 o 3-2, por ejemplo), irá al Mundial el equipo oceánico
porque los tantos como visitante valen doble. Los uruguayos no concurren
a un Mundial desde Italia 1990; los australianos solo jugaron el de Alemania,
en 1974.
Las chances de Uruguay girarán en gran parte en el talento de Alvaro
Recoba y en lo que pueda rendir Darío Silva, quien volverá
a jugar luego de lesionarse ante Argentina. Australia es un equipo muy
fuerte físicamente, con eficacia en el juego aéreo y con
dependencia de lo que genere Harry Kewell, su mejor jugador, al contar
con espacio para asociarse con Mark Viduka y Paul Agostino.
Las glorias del fútbol uruguayo confían en que el seleccionado
de su país logrará hoy la clasificación para la Copa
del Mundo, pero expresan sus respetos al equipo australiano. Juan Alberto
Schiaffino, autor del primer gol en la final de 1950, en el Maracaná,
comentó: “No he seguido muy de cerca a Uruguay, pero espero
que cumplan una buena performance. Tenemos que recuperarnos y dar vuelta
el resultado, pero también depende de lo que haga el otro equipo”,
advirtió.
Su compañero de aquella hazaña, el arquero Roque Gastón
Máspoli, dijo que “la esperanza siempre la tenemos y no podemos
perderla nunca. Eso sí, no es nada fácil”.
El ex delantero de Peñarol Julio César Abadie, que brilló
en la década de 1960 en la Selección, mezcló deseo
con análisis. “Quiero que gane Uruguay, como uruguayo –dijo–,
pero tengo dudas de que podamos clasificar porque fuimos muy irregulares”
a lo largo de las eliminatorias.
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