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RECORTE ADICIONAL DEL GASTO DE $ 1700 MILLONES
La tijera no tiene límites

El jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, recurrió a una simple resolución administrativa para bajar gastos de un plumazo por 1700 millones de pesos. Los más afectados: Salud y Educación.

Daniel Marx, Domingo Cavallo
y Roque Macarrone, los tres mosqueteros del equipo podador.

Por Claudio Scaletta

A mediados de noviembre, el Gobierno aplicó un nuevo ajuste extraordinario sobre el Presupuesto 2001: podó partidas por un total de 1700 millones de pesos. Para ello recurrió a una simple decisión administrativa de la Jefatura de Gabinete. Entre las áreas más afectados se encuentran los ministerios de Salud y Educación. La decisión que desfinancia entidades, programas y subprogramas vitales para el funcionamiento del Estado motivó la presentación de un proyecto de ley para evitar que el Poder Ejecutivo violente las facultades del Legislativo vinculadas al monto y destino de las partidas presupuestarias.
Página/12 tuvo acceso a las 1061 planillas que figuran en el anexo de la decisión administrativa 228/2001 que lleva la firma del jefe de Gabinete, Chrystian Colombo. En ellas, se llegan a sumar recortes por 1700 millones de pesos. Y aunque las podas de partidas promedian el 10 por ciento, los porcentajes se disparan cuando se trata de las áreas de Educación y Salud.
En el Ministerio de Educación, donde se producen los recortes más significativos, se limitaron en un 32 por ciento los fondos del programa de Formación Docente (55 millones) y 37 por ciento es Acciones en Escuelas Prioritarias (14 millones). En el caso de las universidades nacionales, la poda alcanzó 126 millones, de los cuales 21 corresponden a la Universidad de Buenos Aires.
En el Ministerio de Salud, el Programa de Lucha contra el Sida y Enfermedades de Transmisión Sexual se recortó en 10 millones. Esto, a pesar que los casos de sida sigan en aumento –en el país hay 122 mil portadores y 21 mil enfermos– y la epidemia este lejos de ser controlada. La tijera también pasó por el Programa de Atención de la Madre y el Niño, que perdió recursos por más de 6 millones. Y estos son sólo algunos ejemplos.
En la órbita del Ministerio de Economía se recortó el Programa de Atención de Inundaciones, aunque sólo en un 10 por ciento. La poda fue más intensa en el Programa Social Agropecuario, 4,5 millones equivalentes a 61,6 por ciento del presupuesto anual. En la Secretaría de la Pyme, en tanto, se recortó el 28 por ciento, 5,6 millones. La restricción más fuerte, de casi el 60 por ciento, se produjo en la Secretaría de Agricultura, donde el programa de Formulación de Políticas del Sector Primario, que involucra a entidades como el INTA y el Senasa, el recorte fue de 98,2 millones.
En Justicia y Derechos Humanos, las “actividades centrales”, que tenían un presupuesto de casi 16 millones, se redujeron en 9,8 millones, el 61,5 por ciento.
En el ámbito de Presidencia se recortó en más del 10 por ciento –5 millones de pesos– el programa de Desarrollo y Acción Cultural, el que incluía partidas, entre otras entidades, para el Instituto del Teatro, la Biblioteca Nacional y el Teatro Cervantes.
Según pudo confirmar este diario, el grueso del recorte de 1700 millones ya se produjo. La resolución firmada por Colombo, antes que limitar el giro de partidas de aquí a fin de año, legitimó los recortes que ya se produjeron de facto. Como puede concluirse de los ejemplos expuestos, el grueso de las reducciones no se produjeron precisamente en el “gasto de la política”.
Según evaluaron un grupo de diputados de Argentinos por una República de Iguales (ARI), encabezados por el socialista democrático Jorge Rivas, la magnitud de los recortes en partidas sensibles para el funcionamiento del Estado, excedería las facultades del ejecutivo en materia de ejecución presupuestaria al alterar el espíritu del legislador. Máxime cuando se trata de recortes “cuya exclusiva finalidad es la de cumplir el pago de los servicios de la deuda externa”, según se detalla en un proyecto de ley que será presentado en la Cámara baja. El objetivo del proyecto es,precisamente, limitar las posibilidades del Poder Ejecutivo en materia de alteración del Presupuesto.
El artículo 19 de la Ley de Presupuesto permite al jefe de Gabinete hacer modificaciones en las partidas presupuestarias sin atenerse al contenido del artículo 37 de la Ley de Administración Financiera, el que sostiene que las modificaciones en el monto total del Presupuesto corresponden al Congreso Nacional. El proyecto de ley impulsado por los legisladores del ARI busca vincular estos dos artículos para que el manejo de los fondos públicos tenga un control legislativo más efectivo.
Adicionalmente, el proyecto limita al 10 por ciento el margen de variación que sobre las partidas puede ejercer la Jefatura de Gabinete.

 


 

INFORME SOBRE EL IMPACTO DEL AJUSTE EN PROVINCIAS
El déficit cero es insaciable

Los estados provinciales deberán ajustar 2272 millones de pesos, pero no para lograr el déficit cero, sino para mantener en 2002 un déficit de 1780 millones. Además, el efecto total neto del ajuste, lo que se ahorran en pago de intereses de deuda versus el ajuste del 13 por ciento, supone una merma de recursos de 1053 millones que afecta a 19 de los 24 distritos (ayer firmaron el acuerdo las tres provincias que faltaban). A su vez, la eliminación del déficit en 2002 representaría una contracción de las erogaciones provinciales en ese año en un 12,3 por ciento, lo que equivale a un ajuste de 4052 millones de pesos. Es decir que el logro del déficit cero implica más que duplicar las metas de reducción del gasto acordadas con el FMI para el año en curso (-1780).
Estos resultados surgen de un trabajo del Instituto de Estudios y Formación de la Central de Trabajadores Argentinos que evalúa los resultados del reciente acuerdo Nación-provincias y que lleva la firma del economista Claudio Lozano.
El trabajo destaca que no alcanza con medir el impacto del último acuerdo sobre los recursos provinciales, sino que es necesario observar la capacidad fiscal global: “Si bien Formosa, Jujuy, Misiones y Entre Ríos salen bien paradas por el efecto positivo que sobre sus recursos tiene el último acuerdo”, es decir en términos de perdida de fondos sobre la recaudación tributaria incluido el ahorro por menor tasa de interés, “al inducirlas al déficit cero se las coloca en el centro del ajuste y de la crisis”. En otras palabras, deben reducir su gasto primario en 17,9; 18,4; 13,7 y 16,1 por ciento respectivamente.
“A su vez, dos distritos claves como Córdoba y la provincia de Buenos Aires se ubican en la zona crítica”, ya que deben ajustar 12,6 por ciento la primera y 18,3 la segunda, Mientras “Santa Fe, si bien está debajo del promedio, debe realizar un ajuste del 10 por ciento”. En este análisis son sólo dos los distritos que, aunque ven fuertemente reducidos sus superávit, no deberán producir ajustes. Se trata de San Luis y la Ciudad de Buenos Aires.

 

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