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ENTREVISTA A STING, LUEGO DE LA EDICION DE “ALL THIS TIME”
“El rock está conservador”

El nuevo disco del inglés es una recopilación grabada en vivo en Italia, el 11 de setiembre, poco después de los atentados en Nueva York.

Idea: �La música electrónica, en cierto sentido, es como el punk de hoy. Estos sonidos son los que ahora están marcando rupturas generacionales�.

Sting está recorriendo Europa
por la salida de su nuevo trabajo.
A los 50 años, eligió revistar parte
de su prolífica carrera.

Por Luis Hidalgo
Desde Barcelona

Llegó de la Toscana, Italia, donde tiene fijada una de sus residencias, y camino de Londres paró en Barcelona para participar en la grabación de un programa de televisión. Todo en cuestión de horas, metido en el vértigo de la edición de su último disco, la recopilación, grabada en vivo, All this time. Es Sting, un gentleman de la música que llegó a una conclusión, ahora que tiene medio siglo de vida: ya no quiere ser considerado un rocker, sino un músico. “El rock ya no es una música revolucionaria, sino por el contrario, se ha convertido en una música muy conservadora que respeta en demasía las pautas y normas de funcionamiento de la industria musical”, explica. “Lo verdaderamente radical hay que buscarlo en Stravinski o en el jazz, dos ejemplos de persona y estilo verdaderamente transgresores.” El inglés Sting es una estrella extraña: lideró el revolucionario grupo The Police durante ocho años y a mitad de los 80 inició una carrera solista que siempre ha mantenido contactos con el jazz, pese a lo cual casi siempre es entrevistado o criticado por la prensa rockera.
–¿Por qué prefiere elogiar al jazz y atacar el rock, haciendo lo inverso de la mayoría de su colegas?
–En principio, detesto la demagogia. Hice rock cuando era joven, y ya no lo soy. La idea que tengo de mis canciones es que puedan evolucionar y adaptarse a los tiempos y a las situaciones cambiantes. Me gustaría que mis temas sobreviviesen como los estándares de los años cuarenta o cincuenta, con esa capacidad para ser reinterpretados a tenor de los tiempos y sin perder vigencia. Por eso colaboro con músicos de jazz, ellos saben adaptarse a las interpretaciones, son capaces de dar nuevas lecturas a canciones muchas veces antes tocadas.
–¿Está diciendo que el rock no genera clásicos perdurables?
–La verdad es que no tengo respuesta a esta pregunta, aunque lógicamente me gustaría responder de manera afirmativa, cosa que no puedo hacer. Una respuesta afirmativa daría bastante sentido a lo que he venido haciendo durante toda mi vida.
–¿Para qué hacer canciones, entonces?
–En mi caso lo que pretendo es mantenerme fiel a mí mismo, una persona que se considera una estudiosa de la música y que se esfuerza por aprender de día en día. La música es para mí como un viaje, un viaje lleno de sentido que nunca acabará, nunca llegará a puerto.
A sus 50 años recién cumplidos, Sting tiene un aspecto tan envidiable que decir que se conserva muy bien resulta injusto. Sting no se conserva, parece aún joven y fibroso. Vestido deportivamente, meditando sus respuestas con la parsimonia de los que se saben escuchados y regando la conversación con un espléndido vino, Sting asegura que disfruta de un buen momento de su carrera. Parece por ello obligado preguntarle qué lo impulsa a mantenerse en activo. Sting, pausado pero firme, no tarda en responder: “La curiosidad sobre el conocimiento musical y la propia música. Es un viaje fascinante que no quiero abandonar. Mucha gente de mi edad, o en mi posición económica dice que ha alcanzado todos sus objetivos materiales, y entonces se dedica a vivir. Yo no. Yo nunca, nunca, nunca tendré suficiente. Siempre alimentaré mi curiosidad”.
–¿Y algo de lo que arrepentirse en tal viaje?
–No, nada, no me arrepiento de nada de lo que he hecho profesionalmente. La verdad es que mi carrera ha sido muy pensada y todos los pasos que he dado respondían a algo.
–¿Qué queda musicalmente de aquellos años del pospunk en los que The Police inició una revolución en el rock?
–Nada o casi nada. Sólo Elvis Costello y yo. No creo recordar a nadie más.
–¿Y la rebeldía de entonces?
–Ese lugar está en manos de la música electrónica, que en cierto sentido es como el punk de hoy. Estos sonidos son los que ahora están marcando rupturas generacionales entre padres e hijos. Además, la electrónica está siendo impulsada por artistas que no tienen cara, que son anónimos y que rompen así con el culto a la personalidad del rock.
–¿Está coqueteando con la electrónica?
–Goldie, el rey del jungle, se interesó en hacer cosas conmigo, pero no sé cómo acabará el asunto. Lo que me gustaría es que, si se produjese alguna colaboración con algún artista electrónico, ellos aprendiesen algo de mí como yo lo haría de ellos. Puestos a pedir, me gustaría que aprendiesen armonía, algo sustancial en la música que la electrónica parece desconocer, o negar.
Sobre el disco doble en vivo, Sting explicó que se vio afectado por los hechos del 11 de septiembre, día en el que se grabó en su casa de la Toscana. “Cuando al mediodía nos enteramos de lo que había pasado, pensamos en suspender la grabación. Aquello estaba planteado como una fiesta y era obvio que nuestro ánimo no era alegre. Finalmente, decidimos continuar porque la música nos ayudaría a expresar lo que sentíamos. Tocamos ‘Fragile’ para la conexión televisiva prevista y luego continuamos, ya sin transmisión, con el resto de la grabación. Nuestro estado de ánimo es perceptible en la forma en que tocamos el repertorio.” A ese estado de ánimo atribuye el tono reposado de All this time, un disco tocado con una herida muy profunda: “No lo podíamos tocar de otra manera. Perdí un amigo en las Torres Gemelas”.

 

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