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UN ESTUDIO SOBRE LA PREVENCION DEL SIDA EN LA CAPITAL Y EL CONURBANO
Los que se cuidan mucho, poquito y nada

Un estudio realizado en el área metropolitana mostró que uno de cada 10 hombres de 20 a 29 años todavía ignora el uso del preservativo como forma de evitar el contagio del virus. Aun así, el cuidado en Buenos Aires frente al sida es superior al de otras ciudades latinoamericanas. En el Día Internacional de Lucha contra el Sida, opiniones y análisis de la situación actual.
�Un producto para la dama del caballero o el caballero de la dama�:
así el Programa Lusida ofreció preservativos en el subte.


Por Mariana Carbajal

Casi uno de cada 10 varones de 20 a 29 años del área metropolitana todavía ignora el uso del preservativo como forma de evitar el contagio del virus del sida. El dato surge de una investigación realizada por el Centro de Estudios en Población (CENEP) y financiada por la OMS a la que Página/12 tuvo acceso antes de su publicación. Aunque el estudio refleja un alto nivel de información en relación a la enfermedad, el porcentaje no deja de ser preocupante. “Es alto si se lo compara con estadísticas norteamericanas donde no queda un hombre de esa edad que no conozca la importancia del uso del preservativo para evitar la infección”, evaluó Daniel Stamboulian, profesor de Enfermedades Infecciosas de la Facultad de Medicina de la UBA. En Buenos Aires, sin embargo, el cuidado frente al sida es superior al detectado en otras ciudades latinoamericanas. Opinan especialistas.
Cuando a los encuestados se les preguntó qué formas conocen para evitar el contagio del VIH, un 7 por ciento no mencionó el preservativo. El relevamiento del CENEP fue realizado con una muestra representativa de alrededor de 800 hombres de 20 a 29 años de la ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires para explorar sus conductas en la prevención de embarazos no deseados y el VIH sida de acuerdo con su nivel de socioeconómico y educativo y su ideología sobre sexualidad basada en el género. El estudio estuvo coordinado por las investigadoras del Conicet Rosa Geldstein y Marta Schufer y será publicado próximamente.
Mientras sólo el 66 por ciento se cuidó en su primera relación sexual, el 79 por ciento de los consultados lo hizo en la última. De estos últimos, el 69 por ciento usó únicamente forros y un 6 por ciento adicional apeló al preservativo y a otro método anticonceptivo. “Si bien es cierto que en la primera relación sexual con una persona se está usando más el preservativo, observamos que rápidamente los varones lo dejan de lado en la medida que avanza la relación. Incluso, cuando hablamos con los jóvenes que se han contagiado recientemente, nos dicen que no usaron preservativo, de lo que deducimos que todavía no es habitual su uso, especialmente en los sectores más bajos. Muchas veces tienen que optar entre comprar un sachet de leche o una caja de preservativos”, señaló a este diario Kurt Frieder, presidente de la Fundación Huésped. La visión de Stamboulian es diferente. “Se ha mejorado bastante y está creciendo el uso del preservativo”, consideró el infectólogo, presidente de FUNSEI. Para el médico Jorge Benetucci, jefe del departamento de Infecciosas del Hospital Muñiz, el grado de uso del preservativo detectado por la investigación del CENEP “no es alto pero es aceptable, teniendo en cuenta nuestro medio y que hubo un mensaje muy confuso auspiciado por grupo laicos vinculados a la Iglesia Católica que difamaron al preservativo diciendo –erróneamente– que no era seguro y que el virus pasaba por los poros del látex”.
Según encontró el estudio, la distancia afectiva con la pareja sexual –salvo contadas excepciones se trató de una mujer– está inversamente relacionada con la protección. Cuanto mayor cercanía, menor protección. Casi todos se cuidarían del sida al acostarse con prostitutas o una persona extraña (99,3 y 98,5 por ciento respectivamente), pero sólo la mitad con la novia y apenas el 12 por ciento con la esposa. Con una mujer virgen, en tanto, se cuidarían el 75 por ciento. “Estos resultados sugieren que el hombre piensa en prevenirse del sida en términos de su propia protección y no en la de su pareja. Creen que la esposa, la novia o la persona que aman implica una amenaza menor porque la “conocen” y le tienen confianza; lo de las vírgenes es porque no han tenido ocasión de contraer la enfermedad”, analizó la socióloga e investigadora del Conicet Edith Pantelides, también del CENEP, quien comparó los datos obtenidos en Buenos Aires con estudios similares realizados en el área metropolitana de La Habana y Lima y en la ciudad de La Paz. “En Buenos Aires, alrededor de la mitad de los hombres dijeron haber hablado de cuidarse tanto en la primera como en la última relación sexual; aunque los porcentajes para la primera vez fueron más altos que aquellos en otra ciudades, no hubo “mejora” con respecto al tiempo y a la experiencia. Este no fue el caso en las otras tres ciudades, donde el diálogo fue menor al principio, pero mejoró notablemente con la relación más reciente, igualando o superando ampliamente el porcentaje de Buenos Aires”, observó Pantelides en su trabajo. Para la investigadora, “un rasgo intrigante” en relación a este aspecto es que las dos culturas más europeas (la de La Habana y la de Buenos Aires) muestran menor tendencia al diálogo que aquellas con más influencia de las culturas indígenas, cuyos miembros supuestamente son más circunspectos y menos dispuestos a la comunicación verbal.
Pantelides encontró otra diferencia llamativa: “el uso de métodos preventivos durante la primera relación sexual es significativamente más alto en Buenos Aires que en las otras ciudades, y aumenta en los casos de relaciones más recientes, a pesar de que el diálogo sobre la prevención no crece”.

 

Las cifras de la pandemia

En la Argentina, los datos oficiales sobre el sida –actualizados al 30 de setiembre del 2001– muestran el siguiente panorama:
Hay 20.713 enfermos de sida notificados, pero debido al retraso existente en la notificación se estima que podrían ser 23.000 en total.
De los 20.713 conocidos hasta ahora, el 72 por ciento está vivo, el 24 por ciento falleció y del restante 4 por ciento se desconoce su condición.
La vía sexual es el mecanismo de transmisión con mayor porcentaje. Llega a un 49,5 por ciento con la suma de la vía heterosexual (25,2) y la categoría hombres que tienen sexo con hombres (24,3).
El segundo porcentaje en importancia es el de la transmisión a través de drogas inyectables, con un 38,3 por ciento.
El 77 por ciento de los enfermos de sida argentinos son hombres y el 22 por ciento, mujeres. La proporción hombre/mujer es de 3 a 1.
Las mujeres se enferman más precozmente que los varones. La media de edad femenina es de 27 años, en tanto para los hombres es de 32 años.
En la ciudad de Buenos Aires viven cerca de 40.000 personas infectadas con VIH. En tanto, hay 6.138 residentes que contrajeron efectivamente la enfermedad.
Además, en la Capital la vía de transmisión sexual tiene un 34,3 por ciento entre hombres que tienen sexo con hombres; y un 20,7 entre heterosexuales. En tanto, los usuarios de drogas inyectables alcanzan un 38 por ciento.

 

OPINION
Por Marta Dillon

Dos proyectos discutidos

Muchas veces las leyendas urbanas, esas que circulan de boca en boca y casi siempre se cuentan con algún viso de realidad –“te juro, le pasó a un amigo mío”–, dan cuenta, mejor que cualquier otro dato, de los temores, los prejuicios y la falta de información de una población. En el libro de Jorge Halperín, Mentiras verdaderas, que recopila este tipo de relatos, hay uno que tal vez sirva para explicar algunas iniciativas legislativas que sobrevolaron tanto en el ámbito nacional –en el Senado se proponía obligar a todas las embarazadas a realizarse el test de vih, propuesta desechada por la Cámara de Diputados– como en el de la ciudad de Buenos Aires –en donde se planea crear un registro de pacientes vih positivos–. La leyenda en cuestión habla de una mujer que después de una noche de sexo apasionado se retira en silencio de la cama de su amante ocasional dejando en el espejo del baño una inscripción con rouge: tengo sida, ahora vos también.
¿Cuál es la relación entre una leyenda popular y las iniciativas legislativas? Ambas tienden, de una u otra manera, a culpabilizar a quienes viven con vih y a convertirlos en sujetos peligrosos que voluntariamente querrían sumar a nuevos infectados, a dejar del lado de los infectados la responsabilidad sobre el avance de una epidemia que creció progresivamente desde que fueron reportados los primeros casos en nuestro país en la década del 80. Llamativamente, además, la victimaria de la leyenda es una mujer, más vulnerable que el hombre al contagio, por su situación biológica y social. Ellas son quienes más dificultades tienen para imponer el uso de preservativos que, obviamente, no tuvieron lugar en la leyenda recopilada por Halperín. ¿Obligar a las mujeres embarazadas a realizarse un test de vih significa que de otro modo ellas no lo harían? Afortunadamente esta es una pregunta retórica, ya que la Cámara de Diputados que había tratado el proyecto original en octubre de 2000 no aceptó las modificaciones propuestas por el Senado y la redacción final de la ley ordena la “obligatoriedad del ofrecimiento del test de diagnóstico del virus de inmunodeficiencia humana a toda mujer embarazada”. Pero la respuesta podría servir para revisar de que se trata la prevención y de qué la discriminación. El infectólogo Marcelo Losso, responsable del servicio de inmunocomprometidos del Hospital Ramos Mejía en donde funciona un equipo interdisciplinario para la atención de mujeres embarazadas viviendo con vih, no recuerda un sólo caso en el que una mujer debidamente informada se haya negado a realizarse el test. “Convertir el test en obligatorio podría tentar a los profesionales a exigirlo como un trámite más dentro de la rutina de atención prenatal y se perdería la oportunidad de informar adecuadamente. Todos los médicos sabemos que el impacto que puede tener el resultado de un estudio está asociado a la información que tenga una persona en el momento de realizarlo. Lo necesario no es la obligatoriedad sino educar a los actores del sistema de salud para que entiendan la importancia de realizar el test”. En el Ramos Mejía la tasa de contagio vertical está muy por debajo del 3% que suponen las estadísticas oficiales. “Con las estrategias que tenemos disponibles, si una mujer se entera a tiempo no podemos decir que la posibilidad de contagiar a su hijo sea cero pero sí es realmente muy baja”. En un país en el que una cada seis embarazadas es una niña es evidente la necesidad de prevenir los embarazos no deseados, en apelar a la salud sexual y reproductiva. Pero ese proyecto de ley todavía duerme en un cajón del Senado.
En cuanto a la iniciativa de la legislatura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires sobre la creación de un registro único de personas viviendo con vih, la preocupación de las organizaciones no gubernamentales con trabajo sobre este tema es clara. “Lejos de promover la prevención se culpabiliza a quienes viven con vih de la transmisión de la epidemia y promueven el temor a ser detectados si concurren a un servicio de salud”, dice un comunicado firmado por la mayoría de estas ong. Conocer el nombre y apellido de quienes tienen el virus no mejora su calidad de vida ni protege a quienes no lo tienen. Sólo contribuye a generar desconfianza y a profundizar aquellos mitos que evitan que se pongan en prácticas las estrategias eficaces para evitar el contagio.

 

Actividades para conmemorar el día

Durante la jornada, habrá variadas actividades para conmemorar el Día Internacional de la Lucha contra el Sida. Aquí va una lista de algunas de estas iniciativas:

Asociación Civil Alfonso Farías: Sale de Caseros y Urquiza a las 17 con el Caminatón “2 km por SIDA” a beneficio de los chicos huérfanos de padres con HIV. El grupo La Mosca tocará en un camión durante la caminata, que terminará en Congreso.

Fundación Desida: Desde Callao y Rivadavia a las 17 sale la 8ª Caravana por la Vida, que culmina en Plaza Las Heras con una suelta de globos.

Hospital Muñiz y Frente de Artistas del Borda: Junto al Cenareso, organizan un encuentro en la plaza España a partir de las 10 de la mañana. Habrá talleres de plástica y radio, murga, teatro y recitales. Si llueve se hace en el Centro Cultural del Sur, Caseros 1750.

Programa Lusida: Continuará realizando representaciones teatrales para informar y generar un debate sobre el tema. Entre las 10 y las 13, habrá un equipo trabajando en Vicente López, en la calle Vito Duma y Urquiza. A las 17 será el turno de San Francisco Solano, en calle peatonal y avenida 844.

Comunidad Fundamind: Para las 13.30 organiza la Primera Barrileteada de Prevención en avenida Eva Perón y Lisandro de la Torre, de la que participarán chicos de los comedores de la ong.

Grupo de Mujeres de la Argentina: Colocará una placa recordatoria a las 10.30 en la Plaza de la Justicia, detrás del Teatro Colón. Se reciben donaciones para entregar a los hospitales Muñiz y Garrahan, entre otros.

Dirección de la Juventud porteña: En la Casajoven de Figueroa Alcorta y Sarmiento, a partir de las 15 habrá charlas informativas, murga, teatro y exposiciones de afiches e historietas.

Fundeso y Soldar: A las 14 en la plaza Las Heras se hará la Exhibición de Mantas Conmemorativas y a las 18 actuará el coro Kennedy.

 

Cuánto falta para lograr una vacuna contra el VIH

Por Patricia Grogg*
Desde La Habana

El hallazgo de una vacuna preventiva contra el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), que este año causó la muerte de tres millones de personas en el mundo, podría estar cercano, pero la comunidad científica prefiere tener cautela a la hora de los pronósticos. “Aún estamos lejos de lograr una vacuna eficaz contra el VIH. Incluso las compañías más avanzadas no parecen tener grandes posibilidades de éxito, al menos en el futuro inmediato”, dijo Carlos Duarte, jefe del grupo de investigadores que busca la vacuna en Cuba, el único país de América latina que se involucró de manera sostenida en esta empresa desde 1992.
Científicos de diversos países, quienes participaron en una conferencia sobre el tema en la ciudad estadounidense de Filadelfia, también fueron prudentes y advirtieron que el proceso será lento. “Lo que esperamos, en realidad, es tener pronto una vacuna que aminore la enfermedad. Luego, una mejor vacuna que prevenga la infección en algunas personas, y así, mientras aprendemos a generar una respuesta inmunológica protectiva”, dijo Norman Levin, de la Escuela de Medicina de Harvard.
Sin embargo, la esperanza aumenta ante cada nuevo ensayo, para algunos de los cuales se prevén resultados en plazos de entre dos y cinco años. “Aún cuando esta vacuna no fuera efectiva, sé que este estudio es un paso importante hacia su descubrimiento”, reflexionó uno de los voluntarios involucrados en un ensayo iniciado a principios de noviembre en Brasil.
Coordinado por el Instituto Pasteur de Francia y las universidades de Pittsburg y Rochester, de Estados Unidos, el proyecto prueba en Brasil una vacuna formada por una combinación de la proteína gp120, que se encuentra en la superficie externa del VIH, y del vector canaripox, que tiene copias de genes del VIH reproducidas mediante ingeniería genética.
El vector canaripox es producido por Aventis Pasteur en Francia, y el
gp120 por VaxGen en California, Estados Unidos. En ambos casos se trata del subtipo B del virus.
La experiencia en Brasil, que se encuentra en su fase II (pruebas en voluntarios humanos), busca estudiar la reacción de los pacientes y el previsto desarrollo de anticuerpos y otras respuestas inmunológicas, según indicaron participantes en el proyecto. La fase III (prueba de eficacia en grupos mayores de voluntarios) de la vacuna está prevista para los primeros meses de 2003 en Estados Unidos, varios países del Caribe (Haití, Trinidad Tobago y posiblemente República Dominicana) y América Latina (Argentina, Brasil, Honduras y probablemente Perú).
Pero antes se conocerán los resultados de una vacuna producida a través de ingeniería genética por la empresa estadounidense VaxGen, basada en la proteína gp120 en dos versiones diferentes, correspondientes al subtipo B y E del VIH.
José Esparza, coordinador de las Iniciativas para Vacunas contra el VIH de la Organización Mundial de la Salud, OMS, consideró que “resulta muy difícil saber” cuál vacuna es más prometedora, pero sí se puede decir que la vacuna “más avanzada es la basada en gp120 (de VaxGen) que induce anticuerpos”, aunque aún falta saber si funcionará. Según el especialista, una vacuna “ideal” contra el VIH sería aquella capaz de inducir tanto inmunidad humoral (anticuerpos) como celular (linfocitos T citotóxicos).

*Elaborado por IPS, con el apoyo de la OPS y Onudsida.

 

La marcha de los barbijos

Pacientes con HIV y sus familiares junto a organizaciones no gubernamentales abocadas a la lucha contra el sida se unieron ayer en la “marcha de los barbijos”. El reclamo era por mejores medicamentos y contra el recorte en el área de salud.
Cubiertos con barbijos, los manifestantes denunciaron que no se ejercen los controles de calidad de los medicamentos que se distribuyen a cerca de 20.000 pacientes infectados con HIV.
Los participantes expresaron el rechazo al recorte del presupuesto del plan nacional contra el virus que acaba de tener una poda de diez millones –un 12 por ciento– y podría tener otro similar en 2002.
Carlos Méndez, médico de la ong Nexo, recordó que una marcha similar se realizó en octubre del año pasado y opinó que ahora “estamos peor que entonces”. Sostuvo que los medicamentos que se entregan gratuitamente en el país son importadas y “no tienen controles de bioequivalencia y biodisponibilidad que aseguren que tienen equivalencia terapéutica con respecto a los originales”.

 

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