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EL GOBIERNO NO LOGRA CONVENCER NI A LOS PROPIOS
Sin consenso para la tijera

Colombo continuó con las reuniones. Se juntó con diputados y senadores oficialistas, con el interbloque provincial y con Rozas y no consiguió acordar. El dilema ante el PJ atomizado.

Colombo se reunió, entre
otros, con los diputados de
los partidos provinciales.

Por José Natanson

Ayer, desde temprano, Chrystian Colombo fue recibiendo a las autoridades de los bloques de la Alianza, a los diputados de los partidos provinciales y al jefe de la UCR, Angel Rozas. El objetivo era tantear las chances del Presupuesto, al que los legisladores oficialistas opusieron una serie de planteos. Y si el frente interno asoma difícil, ni qué decir del peronismo, que multiplica sus interlocutores como hongos: a los ataques de Carlos Ruckauf, las internas del Frente Federal y los proyectos dolarizadores de Carlos Menem, anoche se sumó el bloque de diputados del PJ, que anunció que no estaba dispuesto a aprobar el proyecto. “La verdad es que todo sigue abierto”, resumía anoche un funcionario con despacho en la Rosada.
La primera reunión fue con Darío Alessandro y Horacio Pernasetti, autoridades del bloque aliancista de diputados. Colombo tanteó las diferentes opciones que maneja Economía para equilibrar el Presupuesto 2002: eliminar el aguinaldo 2002, con lo que se ahorrarían unos 650 millones de pesos; elevar del 13 al 20 por ciento el recorte para los empleados públicos, lo que produciría un ahorro similar; transferir una parte de la Policía Federal a la Capital sin la totalidad de los fondos correspondientes, que llegan a los 800 millones de pesos; o focalizar el recorte en las recursos de las universidades, el fondo del tabaco y otras partidas del gobierno nacional.
El rechazo fue contundente. “Esto va más allá de nosotros: no pasa ni en el bloque ni el PJ”, aseguraron. Y contraofertaron un proyecto para aumentar el Impuesto a las Ganancias que ya cuenta con media sanción de diputados.
Más tarde, el jefe del bloque de senadores radicales, Carlos Maestro, escuchó de boca de Colombo el mismo panorama, aunque propuso otra solución: eliminar exenciones de Ganancias y ampliar la base de Impuesto a los Bienes Personales para incorporar a las empresas con casa matriz en el exterior.
Después, el jefe de Gabinete recibió a una veintena de diputados del Interbloque Federal, quienes le entregaron un documento que no deja lugar para las dudas: bajo el título “La hora de la responsabilidad”, los diputados le exigieron al Gobierno “abandonar la vacilación, el zigzagueo, la contradicción y el internismo como actitud permanente”. Capitaneados por el demoprogresista Alberto Natale, los legisladores señalaron que en el nuevo Presupuesto “no hay margen para nuevas subas de impuestos”.
La larga jornada concluyó con la visita de Angel Rozas. Colombo le explicó que era necesario el apoyo orgánico del partido para convencer a los legisladores radicales, y quedaron en seguir conversando hoy o mañana. De la seguidilla de reuniones de ayer, Colombo sacó la conclusión de el acuerdo de la bancada oficialista es más difícil de lo que parece. “Estamos cansados de tragar sapos”, reconocía un legislador radical con predicamento en su bloque.
En cuanto al PJ, las cosas son aún más complicadas. El Frente Federal, en el que el Gobierno centró sus primeros esfuerzos, está lejos de encontrar una postura unificada y volverá a reunirse el lunes. El gobernador de Buenos Aires, Carlos Ruckauf, sigue atacando con dureza al Presidente. Carlos Menem se reunirá hoy con De la Rúa: aunque ha prometido colaboración, habrá que ver hasta dónde llega. Y, para colmo, anoche los diputados peronistas emitieron un comunicado asegurando que no están dispuestos a aprobar el Presupuesto (ver página 10). “Es un gesto para demostrar que tienen que ser tomados en cuenta como un polo de poder aparte”, interpretaba un funcionario.
La estrategia diseñada por Colombo era secuencial: firmar un pacto con los gobernadores de las provincias chicas nucleados en el Frente Federal, conseguir el apoyo de Menem, y llegar a un acuerdo –aunque sea transitorio– con los mandatarios de los tres distritos grandes. Después,ese respaldo se convertiría en algo más concreto: el okay de los diputados y senadores al Presupuesto.
No parece fácil. “La discusión por el Presupuesto siempre es tormentosa. Se hizo larga los años anteriores, con proyectos mucho menos complicados. Esta vez corremos el riesgo de que se haga eterna”, se lamentaba un funcionario. El problema, claro, es que el Gobierno no tiene todo el tiempo del mundo. “Tiene que estar listo en poco tiempo: los organismos internacionales nos están mirando y, si no lo logramos, nos exponemos a otra crisis financiera”, advertía.

 

Condiciones de Alessandro

El presidente del bloque de diputados de la Alianza, Darío Alessandro, pidió ayer que el Presupuesto 2002 respete la regla del equilibrio fiscal pero puso una serie de condiciones. El frepasista dijo que el proyecto que diseña el Ministerio de Economía no debería incluir medidas que profundicen la recesión, que bajen aún más los salarios y las jubilaciones o que eliminen el aguinaldo. También rechazó la idea de transferir la Justicia y la Policía Federal a la Ciudad de Buenos Aires sin los correspondientes recursos. “Lo que se debe ajustar al máximo es el pago de los servicios de la deuda, mediante una posición en la que la Argentina sea más firme y exigente que con la renegociación alcanzada hasta ahora”, señaló ayer Alessandro a través de un comunicado.

 

De Don Torcuato a la Rosada

Finalmente, hoy a las 9.30, Fernando de la Rúa recibirá en la Casa Rosada a Carlos Menem, en una reunión largamente anunciada y que forma parte de la desprolija concertación política lanzada por el Gobierno. Del encuentro participará el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, el ministro del Interior, Ramón Mestre y, por el menemismo, el gobernador de La Pampa, Rubén Marín, y el ex senador Eduardo Bauzá.
La reunión, que se viene preparando desde hace una semana, se terminó de definir ayer, con una comunicación telefónica entre Colombo y Bauzá. Según fuentes del Gobierno, el mendocino aseguró que Menem mostraría una actitud “colaborativa” (sic), aunque admitían no saber exactamente qué significa. El ex presidente, que mantuvo un encuentro con economistas para terminar de delinear la propuesta que presentará en la reunión, insistió con que es necesario convocar a “un acuerdo patriótico” entre todos los sectores.
El objetivo del Gobierno es conseguir el apoyo explícito del ex presidente, jefe formal del justicialismo, a la mesa de concertación. Un funcionario con despacho en la Rosada explicaba que, desprestigiado y todo, Menem mantiene un lugar importante dentro de la interna peronista. “Controla algunos diputados, aunque sean pocos, y tiene influencia en algunos senadores. Los necesitamos para aprobar el Presupuesto”, resumían en el Gobierno.

 

Más esfuerzo

El presidente Fernando de la Rúa aseguró ayer que “hace falta un esfuerzo todavía mayor” para lograr el crecimiento de la economía. “La crisis es muy compleja y el pesado endeudamiento que atraviesa el país dificulta las cosas”, aseguró el Presidente. Reconoció “el gran esfuerzo que la Nación y las provincias han venido realizando conjuntamente en los últimos dos años”, pero aclaró que “hace falta un esfuerzo todavía mayor, porque el equilibrio fiscal es fundamental para retomar el camino del crecimiento de la Argentina”. De la Rúa formuló estas declaraciones ayer, durante la celebración de un almuerzo por el aniversario de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimentaciones (Copal).

 

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