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Los parlamentarios del PJ decidieron autoconvocarse

Quieren prorrogar las sesiones ordinarias, aunque el Gobierno se oponga y tilde a la medida de ilegal. Buscan así aumentar su peso político dentro de la intrincada interna peronista.

El Senado fue la única cámara que pudo reunirse ayer.

Por Felipe Yapur

Decididos a endurecer su postura con el Gobierno, los bloques de diputados y senadores peronistas anunciaron ayer su intención de autoprorrogar el período de sesiones ordinarias. Según los legisladores, el objetivo es derogar los superpoderes y aprobar una libre disponibilidad de salarios, jubilaciones y pequeños ahorros. La decisión esconde una segunda intención: los parlamentarios quieren posicionarse como un polo de poder dentro del intrincado mundo del justicialismo.
“No estamos duros, sino reduros”, se jactó un senador que renovó su mandato a la hora de explicar las razones de la posición adoptada por las bancadas de ambos cuerpos.
El anuncio lo hicieron poco después de recibir al líder de la CGT disidente, Hugo Moyano, quien antes de hablar en la Plaza de los dos Congresos, llegó hasta el despacho del jefe del bloque de senadores, José Luis Gioja (ver asimismo página 4). Allí lo esperaban el presidente provisional, Ramón Puerta, el titular de la Cámara baja, Eduardo Camaño, el presidente del bloque de diputados, Humberto Roggero, el diputado Alfredo Atanasof y los senadores Jorge Yoma, Oscar Lamberto, Marcelo López Arias, Miguel Pichetto, Liliana Negre de Alonso, Malvina Seguí, Jorge Busti, José Alperovich y Ada Maza.
Gioja fue el encargado de comunicar la decisión: “Ante la falta de respuesta de (el presidente Fernando) De la Rúa sobre la prórroga, impulsaremos una sesión para autoconvocarnos y discutir una agenda libre”.
La movida será duramente cuestionada por los representantes del oficialismo quienes ya anticiparon que es absolutamente inconstitucional. Los radicales insisten en que sólo se pueden debatir los proyectos que incluye la convocatoria a extraordinarias que remitió el Ejecutivo. De ser así, la semana que viene debería comenzar a discutirse el presupuesto 2002 y una nueva ley de coparticipación.
Sin embargo, ayer, desde Ingeniero Maschwitz, donde ambos bloques del PJ se reunieron para debatir la estrategia a desarrollar, se emitió un comunicado donde se anticipó el rechazo al presupuesto por considerar que “en sus pautas generales no contiene medidas tendientes al crecimiento económico, profundizando la crisis social y por haberse enviado sin la correspondiente información”.
Para conseguir la polémica autoprórroga, los bloques decidieron que el próximo miércoles presentarán sendos proyectos de resolución donde se propondrá la continuidad de las sesiones ordinarias.
El bonaerense Camaño es uno de los más enérgicos a la hora de impulsar esta propuesta. Anunció que el miércoles descontará el día a los diputados –propios y extraños– que falten a la estratégica sesión.
Los justicialistas sostienen que es necesario forzar la continuidad de las sesiones ordinarias. “Ellos creen que con el Congreso cerrado el gobierno no cae. Parece que no saben donde están parados”, señalan diputados y senadores del PJ. Dicen además que les sorprende la falta de reflejos del Presidente: “Si fuéramos gobierno dejaríamos que la oposición nos envíe todos los temas que quieran debatir. Les responderíamos con algunos de ellos y tendríamos al Congreso trabajando todo el año. Pero De la Rúa ni siquiera se dio cuenta de ello”, dijo a este diario una de las nuevas autoridades del Congreso.
La estrategia de los legisladores cuenta con el visto bueno de los gobernadores. Por eso se animan a continuar con esta aventura frente a la falta de respuesta del gobierno nacional. También es cierto que la posibilidad de convertirse en un polo de poder dentro del PJ le da un condimento mayor a tal determinación.
Esta idea creció mucho más después de que los presidentes de los bloques recibieron en estos últimos días la visita de representantes de la embajada estadounidense. Los diplomáticos querían saber cuál era el poder de incidencia de los diputados en la negociación con el gobierno. Loslegisladores intentaron bajarse el perfil frente a los norteamericanos, pero a más de uno le gustó esto de que los Estados Unidos los consultaran.

 


 

EL SENADO SORTEO LA DURACION DE LOS MANDATOS
El bolillero favoreció a Capital

Por F. Y.

Fue lo más parecido a los antiguos sorteos para la colimba, pero a diferencia de aquéllos, en la sesión de ayer en el Senado –donde se definieron, bolillero mediante, la duración de los mandatos– nadie quería sacar el número bajo. Bastante tensos, los senadores siguieron, lapicera en mano, el sorteo. Sin duda, el más beneficiado de los principales distritos fue Capital Federal, cuyos representantes permanecerán en el cargo por seis años. Los legisladores bonaerenses lo harán por cuatro, en tanto que los cordobeses y santafesinos durarán apenas dos.
Tal como estaba previsto, la primera sesión de los nuevos senadores sirvió –entre otros temas– para determinar el tiempo de permanencia en la Cámara alta. Y como debía hacerse un sorteo público, el cuerpo mandó a comprar un par de bolilleros. Estos, y sus correspondientes bolillas, ingresaron al recinto dentro de una gran caja de cartón. En el momento de su apertura se produjo un gran silencio, tanto que el caer de las bolillas retumbó en el recinto. Arriba, en los palcos, empleados y familiares de los senadores se apretujaban e intentaban dar buena suerte a sus respectivos senadores.
Los legisladores trataron en todo momento no demostrar su nerviosismo. Sin mayor éxito. Por ejemplo, el jefe del bloque del PJ, José Luis Gioja, no dejó de comerse las uñas mientras los bolilleros giraban. Recién se relajó en su banca cuando escuchó que su cargo durará cuatro años.
La que menos disimuló su alegría con su suerte, fue la neuquina Luz Sapag, una de las encargadas de realizar el sorteo. Cuando escuchó que había sacado el premio mayor, giró sobre sus talones y se abalanzó sobre su compañero de bancada, Pedro Salvatori. Lo abrazó con fuerza, mientras el vicepresidente tercero de cuerpo intentaba mantener la compostura.
Cuando sacaron la bolilla correspondiente a Catamarca, Luis Barrionuevo miró a Gioja y con los dedos en V, le anticipó el resultado. Cuando se escuchó que le correspondía dos años de mandato atinó a sonreír. Más tarde diría que “le pedí a la virgen que sean dos años y ella cumplió”. Claro, en 2003, Barrionuevo pretende competir por la gobernación de su provincia adoptiva. El que no pudo ocultar su desagrado con su suerte fue el tucumano Pablo Walter. El bussista esperó dos años para reemplazar al fallecido senador de Fuerza Republicana, Almirón, y ahora que llegó por el voto, sólo estará hasta 2003.
El resultado final fue el siguiente:
Mandato de 6 años: Ciudad de Buenos Aires, Neuquén, Salta, Tierra del Fuego, Santiago del Estero, Chaco, Entre Ríos y Río Negro.
Mandato de 4 años: La Rioja, Formosa, San Juan, Misiones, San Luis, provincia de Buenos Aires, Jujuy y Santa Cruz.
Mandato de 2 años: Corrientes, La Pampa, Santa Fe, Chubut, Tucumán, Mendoza, Córdoba y Catamarca.
La suerte definió que buena parte de los principales referentes del Senado estarán por cuatro años. Este es el caso de Gioja, Raúl Alfonsín, Eduardo Duhalde, Ramón Puerta, Mario Losada, Eduardo Menem y Jorge Yoma. Los más afortunados fueron Rodolfo Terragno, Vilma Ibarra, Jorge Busti, Miguel Angel Pichetto y Marcelo López Arias, que se quedarán por seis. Menos suerte tuvieron Juan Carlos Maqueda, Oscar Lamberto, Carlos Verna, Raúl Baglini, Horacio Usandizaga y Angel Pardo, a quienes les corresponderán dos años.

 

La banca está en orden

Vitoreado y aplaudido por los diferentes bloques, el ex presidente y líder del radicalismo, Raúl Alfonsín, juró ayer como senador de la Nación. La ovación fue tal que el propio Alfonsín tuvo que detenerlos con un ademán (en la foto) y así poder escuchar la lectura del juramento que debía realizar el presidente provisional del cuerpo, Ramón Puerta. El ex presidente juró y se dirigió sin más a su banca, pero una intervención de Eduardo Menem –quien le dio la bienvenida y destacó su capacidad política– lo obligó a agradecer el cumplido. El flamante senador no perdió la oportunidad y convocó a los partidos políticos “a unirse en pos de la nación que atraviesa momentos difíciles”.

 

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