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EL ENRIQUECIMIENTO ILICITO PASO A MANOS DE SPERONI
Otro favor para Carlos Menem

Los camaristas Luisa Riva
Aramayo, Horacio Vigliani y Gabriel Cavallo decidieron que la causa por enriquecimiento ilícito contra Menem pasara junto con el remanente del
tema armas al juzgado de Julio Speroni.

La decisión de la Cámara Federal le sacó a Jorge Urso el último tema de las armas.

Por Adriana Meyer

Después de casi siete años de investigar el affaire de la venta ilegal de armas, a los funcionarios y empleados del juzgado federal 8 ayer les terminaron de sacar la causa por la que el ex presidente Carlos Menem pasó 5 meses preso. La Sala I de la Cámara Federal porteña le sacó al juez federal Jorge Urso la investigación por enriquecimiento ilícito contra Carlos Menem. Y además la Cámara de Casación rechazó la pretensión de ese magistrado de intervenir en la causa por las explosiones de Río Tercero (ver aparte). “Esto completa la espectacular arquitectura que armaron para desmembrar la causa madre”, se quejó ante Página/12 una fuente judicial.
En concreto, el ex presidente no será juzgado bajo ningún cargo por Urso. Lo hará Speroni, que ya le dictó falta de mérito. La misma fuente aventuró que las autoridades suizas que debían remitir información clave referida a su presunto incremento patrimonial ya no estarían dispuestas a hacerlo.
Los camaristas Luisa Riva Aramayo, Horacio Vigliani y Gabriel Cavallo resolvieron que, a partir de la decisión de la sala segunda de la Cámara Nacional de Casación Penal que decidió acumular todos los sumarios por el caso de la venta de armas en el juzgado penal económico de Julio Speroni, esa investigación “atrae por conexidad a las actuaciones donde se investigan los restantes delitos”. Urso llevaba en forma separada la causa madre por la venta de armas a Croacia y Ecuador y la de enriquecimiento ilícito de los imputados en el expediente principal. Pero los camaristas entendieron que “resultaba clara la vinculación tanto objetiva como subjetiva de sendas causas” porque “el primer requerimiento fiscal refiere que deberá dirigirse contra aquellas personas que pudieran haber estado involucradas de cualquier forma en el cobro de fondos y/o comisiones ilegítimas provenientes de la operatoria de venta de armas con presunto destino final a la República de Ecuador y Croacia”, según el texto de la resolución a la que accedió Página/12.
A pedido del abogado Ricardo Monner Sans, el fiscal Carlos Stornelli había formulado requerimiento para que Menem sea investigado junto a los demás funcionarios imputados en el expediente central, en esa causa abierta desde 1998 que tramitaba en forma paralela. Esto ocurrió antes de la indagatoria de Menem del 13 de julio, y por esos días estaba en la mira una residencia en Martínez destinada para el flamante matrimonio MenemBolocco. En octubre, Stornelli accedió a un informe de la AFIP que daba cuenta de un presunto incremento injustificado del patrimonio del ex presidente. Del estudio de sus declaraciones juradas entre 1990 y 2000 “se desprende un aumento patrimonial concreto y apreciable”, indicó el fiscal. Además, la justicia suiza bloqueó cuentas abiertas en ese país por Zulema Yoma y Zulemita Menem.
En otra resolución firmada ayer, la Sala I de la Cámara Federal decidió que ese fuero también es incompetente para seguir interviniendo en la otra causa abierta contra Menem por enriquecimiento ilícito, que tramitaba en el juzgado federal 10. Ese sumario se inició en noviembre de 1999 cuando la entonces diputada frepasista Diana Conti y el legislador Gustavo Cardesa pidieron a la Justicia federal porteña que investigue las diferencias que aparecían en las declaraciones juradas de Menem. El ex presidente había sido absuelto en octubre de 1998 por la Justicia riojana en la causa por malversación a raíz de la construcción de la famosa pista de aterrizaje de la localidad de Anillaco. Sin embargo, Monner Sans opinaba que si aparecía algún elemento nuevo podría revisarse la cuestión de la “cosa juzgada” establecida por aquel fallo riojano.
La fuente consultada por este diario especuló con que los datos que iban a ser enviados desde Suiza ahora podrían ser retenidos porque el juez que los pidió ya no está a cargo del caso. Speroni debería reiterar el pedido formulado en su momento por Urso pero no es seguro que lo haga. “Es un fallo lógico como consecuencia de las decisiones anteriores, no podían hacer otra cosa porque lo falaz es el razonamiento que usó la Corte primero y luego la Casación”, explicó la fuente. El Supremo Tribunal dejó sin efecto los cargos por asociación ilícita que el juez le había endilgado a Menem y a su ex asesor Emir Yoma, y reprochó la supuesta “arbitrariedad” y “ligereza” del magistrado a la hora de evaluar las responsabilidades penales de ambos. Y la Cámara de Casación decidió que todas las causas pasen al fuero en lo penal económico porque el juez Speroni investiga el delito más grave que es el contrabando. El menemismo sólo recibió buenas noticias de los jueces que lo integran y nada indica que esa suerte vaya a cambiar.

 

Un accidente “sospechoso”

La Cámara Nacional de Casación Penal determinó que las explosiones registradas en 1995 en la Fábrica Militar de Río Tercero fueron consecuencia de un accidente sin vinculación alguna con el tráfico de armas. Y decidió que las investigaciones deberán continuar a cargo de los tribunales de Córdoba, al rechazar la pretensión del juez federal porteño Jorge Urso de asumir el caso. Así, el máximo tribunal del país en materia penal, cuyas resoluciones sólo pueden ser revocadas por la Corte Suprema, respaldó los argumentos del fiscal Raúl Pleé y coincidió con la calificación de “estrago culposo” con el cual la Justicia cordobesa tramitó el expediente, que ya fue elevado a juicio oral. La decisión fue tomada por los jueces que integran la sala II de ese tribunal, Juan Fégoli, Pedro David y Raúl Madueño, los mismos que la semana pasada resolvieron apartar a Urso del caso. Las explosiones tuvieron lugar el 3 y 4 de noviembre de 1995, provocaron siete muertes, cientos de heridos y grandes daños materiales. Ana Gritti, la viuda de una de las víctimas y querellante en la causa, sostiene que en el siniestro pudo haberse destruido documentación útil a la investigación por el tráfico de armas. El juez Jorge Urso coincide con esa sospecha pero no así la Cámara de Casación y antes los jueces Octavio Cortes Olmedo, José Pérez Villalba y José Tribuzzio, del Tribunal Oral 2, que rechazaron desprenderse del caso.

 

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