Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
KIOSCO12


CARLOS MENEM, TRAS LOS QUE DECLARARON EN SU CONTRA
La revancha apunta a Caselli

El ex presidente querelló por falso testimonio a su ex embajador en el Vaticano, Esteban Caselli, testigo en la causa de tráfico de armas.

Por Eduardo Tagliaferro

Carlos Menem inició ayer su contraofensiva judicial. El tan declamado “operativo revancha”, como acertaron a definirlo sus principales colaboradores. Querelló por falso testimonio agravado a su ex embajador en el Vaticano, Esteban “Cacho” Caselli, por haber declarado que recibió de Menem una sugerencia dirigida al entonces ministro de Defensa, Oscar Camilión. De acuerdo con los dichos del “Obispo”, como se lo denomina a Caselli en los círculos del peronismo, la directiva afirmaba que debía mantener en el puesto al ex interventor en Fabricaciones Militares, Luis Sarlenga.
Ni Menem ni sus abogados desconocen los aires favorables que corren para ellos en la Justicia. La misma en la que vienen haciendo realidad todos sus deseos. Con la ayudita de la Corte Suprema, claro está.
En la querella reclaman que le apliquen a Caselli cinco años de prisión e “inhabilitación absoluta” por el doble del tiempo que le corresponda de condena. Resaltan en su escrito que “el hecho relatado por Caselli es falso. Nunca le solicité que le comunicara al doctor Camilión nada. Mucho menos que dejara a Sarlenga al frente de Fabricaciones Militares”.
Camilión había admitido ante la Justicia que cuando quiso remover a Sarlenga de su cargo recibió un llamado telefónico de Caselli diciéndole que Menem estaba interesado en mantenerlo en su puesto. Los menemistas recuerdan que cuando se conoció la afirmación de Camilión, el ex embajador en el Vaticano la negó. Sostienen que “recién el último 21 de mayo, cuando en la causa por la venta ilegal de armas se iban sumando elementos que comprometían al ex presidente, Caselli reconoció el hecho”. Añaden como agravante que lo hizo por escrito y que de sus manifestaciones surgía una contradicción con las afirmaciones de Camilión. Reparan en que “mientras el ex ministro sostuvo que la orden fue telefónica, Caselli dijo que se la transmitió personalmente en la Casa Rosada”.
En su presentación consignaron que “en 1998, Caselli había desmentido rotunda y terminantemente” esos hechos, y “sin embargo, un año después varió lo que había dicho”. Además de calificar como “mendaces” sus afirmaciones, sugieren que éstas gravitaron en la decisión del juez federal Jorge Urso. Si bien las declaraciones de Caselli figuraron entre los elementos que el magistrado tuvo en cuenta, ésta fue una más de una larga saga de declaraciones de las que se desprendía que Menem sería el jefe de la banda que organizó la venta ilegal de armas. Por lo que no sería descabellado que la querella contra Caselli sea el primer paso en el “operativo revancha”. Después del fallo de la Corte Suprema y de las resoluciones de la Sala I, integrada por Luisa Riva Aramayo, Gabriel Cavallo y Horacio Vigliani, no quedó nada en pie de la causa que llevó a Menem a prisión. Cuando Caselli admitió la orden de Menem, éste no dudó en calificarlo de “pinche de décima”. En noviembre del ‘99, este diario reprodujo declaraciones de Menem en su última visita al Vaticano, en las que señalaba que “Caselli es un dignísimo embajador. Es un hombre de bien, un hombre de la Iglesia”. El propio Caselli reparó ayer en ese dato y añadió que “como las águilas, Menem debe saber que hay turbulencias en las que no se debe entrar”. Lejos de ser una advertencia, la frase es una pintura del resultado que se vislumbra tendrán las investigaciones por la venta ilegal de armas: las moscas serán las culpables.

 

 

PRINCIPAL