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FINAL
DE JUEGO
Donde se discurre sobre la finitud o infinitud
del lenguaje
Por
Leonardo Moledo
Quedaba
el problema de la infinitud dijo Kuhn, pero antes, quería
quejarme del comentario del libro El sueño de Mendeleiev. Se dice
que es acérrimamente antikuhniano y encima, que es una virtud.
No lo puedo admitir.
Bueno, no se dice exactamente que sea una virtud, sino que proporciona
cierto alivio frente a la onda posmoderna. Lo que pasa es que la policía
no pega demasiado con la posmodernidad. Si uno piensa en Foucault y todo
eso... Pero había quedado pendiente el problema de la finitud o
infinitud ya no de la capacidad de almacenamiento, sino de la información
a almacenar.
Que podría ser infinita aunque la capacidad de almacenamiento
no lo sea.
Desde ya. Y una cosa que me preguntaba es lo siguiente: nadie diría,
pienso yo, que la capacidad de almacenamiento del cerebro de una libélula
o de una lombriz es infinita, y creo que nadie se ofendería si
uno sostuviera que es finito el cerebro de un tigre, para poner un ejemplo
no tan amable, y entre los mamíferos. En cierto modo, el problema
del almacenamiento infinito está relacionado con el
hombre, esto es, es un problema de antropocentrismo.
Bueno, pero la especie humana es la única que tiene el lenguaje.
Cuestionaría también eso dijo el Comisario Inspector,
aunque me parece prudente dejarlo para otra ocasión. Aceptemos
que la gran diferencia cualitativa a favor (o en contra) del hombre es
el lenguaje, y replanteemos la pregunta: ¿El lenguaje es finito
o infinito?
Contiene infinitos objetos dijo Kuhn. Por ejemplo, los
números naturales (1, 2, 3, 4, 5,... etc.)
Efectivamente. Ahí tenemos una colección infinita
de objetos que podemos nombrar uno por uno. Pero... ¿tiene sentido
decir que el lenguaje los contiene?
Potencialmente, sí. Tengo un conjunto infinito de objetos
y una regla para nombrarlos a todos.
Bueno, pero qué es lo que contiene el lenguaje: ¿el
nombre de cada uno de los números naturales o la regla para nombrarlos
a todos? Al fin y al cabo, ¿qué es el lenguaje como objeto?
Por empezar dijo Kuhn, muchísimas palabras.
Sí dijo el Comisario Inspector. Como me apunta
Fito González Tuñón, el diccionario de la Real Academia
admite contener 83.500 vocablos, o sea que, considerando todas las variaciones,
no debe haber en el castellano más de doscientos mil vocablos.
Esos doscientos mil vocablos, desde ya, no alcanzan para nombrar a todos
los números.
Desde ya dijo Kuhn. Pero el lenguaje no es un conjunto
de palabras: hay enunciados, además. Y palabras compuestas por
acumulación. Y de esa manera, yo podría nombrar a todos
los números naturales.
¿Verdaderamente? dijo el Comisario Inspector.
Porque un enunciado que contuviera a todos los números naturales
(por ejemplo: los números naturales son: uno, dos, tres...)
necesariamente tiene longitud infinita. ¿Y cuál es
el problema? objetó Kuhn. Si por simple yuxtaposición
puedo construir un enunciado infinito, eso probaría que el lenguaje
es infinito, ya que contiene enunciados infinitos.
Pero un enunciado infinito requiere un tiempo infinito, y si aceptamos,
aunque sea provisoriamente, que la capacidad de almacenamiento del cerebro
(y por lo tanto su capacidad de comprensión) es finita, un enunciado
infinito no tendría interlocutor.
¡Una objeción empírica! dijo Kuhn
La verdad es que me sorprende.
En todo caso, diría yo, el lenguaje puede referirse a conjuntos
matemáticamente infinitos, pero no los contiene, a menos que tanto
el enunciador como el interlocutor estén en posesión de
una regla finita para capturar el significado.
No estoy de acuerdo dijo Kuhn, pero propongo que sigamos
la charla el próximo sábado y dediquemos un poco de espacio
a los enigmas.
Mientras escuchamos la opinión de nuestros lectores dijo
el Comisario Inspector. Respecto al enigma de la vez pasada, las
edades de Jorge y Pedro sumadas son 11 años, pero Jorge le lleva
diez años a Pedro. ¿Qué edad tienen?, fue correctamente
contestada por nuestros lectores, que no cayeron en la ligera trampita
de responder 10 y 1, ya que en ese caso se llevarían nueve años
y no diez. La respuesta correcta es diez y medio y seis meses.
¿Y un nuevo enigma?
Podemos plantearlo a partir de lo que estuvimos comentando. Como
vimos, es fácil construir un enunciado infinito que nombre a todos
los números naturales: ("los números naturales son:
uno, dos, tres....") . La pregunta es: ¿cómo se puede
construir un enunciado parecido, pero que nombre, uno por uno, a todos
los números enteros, esto es, los naturales más los negativos
(-1, -2, -3,....) y el cero? No es tan simple como parece.
Bien dijo Kuhn Nos vemos el sábado.
No, nos vemos el martes en el café científico dijo
el Comisario Inspector.
Por supuesto dijo Kuhn. Siempre quise saber cómo
es ese paradigma de la vaca loca.
Un paradigma peligroso dijo el Comisario Inspector.
Peligroso, sin duda.
¿Qué
piensan nuestros lectores? ¿El lenguaje es finito o infinito? ¿Y
qué enunciado nombra a todos los enteros?
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