Simulaciones por computadora para predecir los cambios
Un
modelo para el clima
Por A. Rivera
El País
Un modelo de predicción
climática, la herramienta que ha permitido a los científicos
hacer proyecciones hacia el futuro del clima de la Tierra y descubrir
que la actuación humana está provocando el cambio climático,
es una compleja descripción matemática de los principales
elementos y procesos físicos de la atmósfera, los océanos
y la superficie terrestre, que determinan el sistema climático.
Tan complejos son esos modelos que suelen resolverse en computadoras
de gran potencia. Aun así, las supercomputadoras tardan un mes
de cómputo continuado para avanzar diez años de evolución
del clima. Y los modelos de ámbito regional no eran hasta el
momento mucho menos exigentes en cuanto a computación.
Ahora, el prestigioso Centro Hadley de investigación climática,
británico, ha desarrollado un sistema de modelo regional que
se corre, o se calcula, en un corriente ordenador personal y permite
al usuario estudiar proyecciones climáticas de futuro en cualquier
región del planeta, simulando distintos escenarios de emisiones
futuras. Necesita, eso sí, el sistema operativo Linux (el competidor
en las sombras de Windows). Geoff Jenkins, jefe del Programa de Predicción
Climática del Centro Hadley, lo ha presentado en la cumbre internacional
del clima que se celebró en Marraquech. Hemos partido de
los resultados de los modelos globales para desarrollar un sistema de
modelización que se enfoca en regiones, en países, con
muchos más detalles en las proyecciones que los modelos de todo
el planeta, explica Jenkins.
La resolución del nuevo sistema es muy alta, 50 kilómetros,
frente a 300 kilómetros de los modelos globales, y el resultado
que proporciona es una descripción de cómo cambiará
el clima en la región que se estudie con datos como temperaturas,
precipitaciones por estaciones, presiones atmosféricas o la frecuencia
e intensidad de las tormentas. De los resultados se puede deducir
qué impactos tendrá en la agricultura, la disponibilidad
de agua, etcétera, explica este experto. Además,
el modelo regional, que abarca una superficie de unos 25 millones de
kilómetros cuadrados y una columna en la atmósfera de
30 kilómetros de altura dividida en 19 niveles, refleja fenómenos
extremos como lluvias intensas, ciclones o huracanes que se escapan
a las grandes simulaciones, advierte el científico británico.
Las características del terreno costas, islas pequeñas,
cadenas montañosas y numerosas características regionales
que no se recogen adecuadamente, con detalle suficiente, en los modelos
globales se describen mucho mejor en este sistema de proyección
regional, que es el primero que existe, que sepamos, de libre
utilización, fácil de usar y para PC, comenta Jenkins.
Entre las limitaciones, los autores advierten que, en tanto que el modelo
regional depende del realismo del modelo global, cualquier error en
este último se traslada al primero, por lo que hay que partir
de una muy alta calidad de la simulación general.
Con una computadora personal de un gigahercio de velocidad, el modelo
tarda un mes en avanzar una década. El programa es grande, aproximadamente
medio millón de líneas de código, pero cabe en
un CD-Rom, y no se precisan especialistas para manejarlo, aunque es
aconsejable aprender a sacarle todo su jugo, a interpretar bien los
resultados y analizar las incertidumbres.
Paises en desarrollo
Este modelo regional ha sido desarrollado por los expertos del
Centro Hadley con un objetivo muy concreto: ponerlo a disposición
de los países en vías de desarrollo para que puedan hacer
sus proyecciones climáticas y evaluar sus escenarios de futuro
sin tener que depender de los recursos y expertos de los centros de
investigación más avanzados, de los países ricos.
Es importante que esos países adquieran capacidad para
hacerlo y que tengan una mayor propiedad sobre los resultados, que confíen
en los resultados obtenidos por sus propios científicos,
explica Jenkins.
El modelo regional, que ahora se presenta en una versión experimental
ya avanzada, pero que acabará de desarrollarse y verificar en
unos seis meses, estará disponible gratis para los países
en vías de desarrollo, aunque el Centro Hadley espera recibir
alguna ayuda financiera de las agencias internacionales o de los países
desarrollados para costear el programa de adiestramiento de quienes
vayan a utilizarlo.
