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Ian McCulloch,
clásico dark en la mediana edad
Lo
que pasa es que
me estoy viniendo viejo
Echo & The Bunnymen regresa y regresa, cada vez que el siempre
arrogante Mister Mac lo decide. Esta vez, al menos tiene un nuevo y buen
disco de qué vanagloriarse, tanto como puede hacerlo con el Liverpool,
el equipo de sus amores reciente campeón. Y, como siempre cuando
se pone en contacto con la Argentina, se desvive en elogios para el gran
Diegoarmando.
POR ROCKER CASCIERO
Ian
McCulloch tiene una bien ganada fama de bocón y fanfarrón.
Por ejemplo, alguna vez dijo que Ocean Rain, un (gran) álbum de
Echo & The Bunnymen, era el mejor disco de todos los tiempos.
Como se ve, el tipo no se anda con chiquitas. Sin embargo, en Flowers,
el flamante tercer trabajo de su banda después de su vuelta al
ruedo, Mac (como se lo conoce en el Reino Unido) sorprende con letras
como la de Life goes on, donde dice: Cuando empieza
a decaer y/ cuando los caminos empiezan a ir a ningún lado/ cuando
todas tus plegarias han sido hechas/ es entonces cuando sabés que
tu sueño terminó. Epa, el tiempo pasa para todos...
¿El sueño terminó? Todavía me siento
muy confiado de mis posibilidades, pero no puedo escaparle al hecho de
que envejezco y de que algo tiene que cambiar, le confiesa McCulloch
al No en entrevista telefónica. Pero todavía no lo traten
de abuelito rockero: Tengo 42 años y hoy en día no
sos viejo a esa edad. Además, parezco de 32 según la mayoría
de la prensa y de la gente que se me acerca después de los shows.
Si pareciera de 42, me preocuparía hablar sobre estos temas. Simplemente
creo que hay que decir algo sobre el hecho de envejecer, porque nos sucede
a todos. Me resultó extraño escribir sobre esto, pero estoy
contento de haberlo hecho. No puedo esconderme más de ciertas cosas.
Suena mejor que llegar a los 60 queriendo parecer adolescente...
Sí. La mitad de mi vida ya ha pasado: es horrible admitirlo,
pero es así. De todos modos, todavía tengo otra mitad por
delante y muchas cosas sin terminar. Y siento que enfrentarme a los hechos
es el mejor modo de resolverlos.
Por ahora, a Mac le va bien. Mientras está de gira con los Bunnymen,
ya prepara su tercer álbum solista, con fecha de salida prevista
para 2002. Y aunque Flowers difícilmente pase a la historia, al
menos recupera la frescura y el sonido más clásico de la
banda, que la llevó a destacarse entre el malón pospunk
inglés de los 80. El álbum parece el debut de
algún grupo nuevo, pero al mismo tiempo es muy Echo & The Bunnymen.
Supongo que eso es algo bueno, aunque haya salido por accidente. Cuando
hacemos las canciones en vivo, encajan bien con el material más
viejo, creo que mejor que cualquier cosa que hayamos hecho desde nuestra
vuelta, afirma.
Hoy, de la formación más conocida de los Bunnymen sólo
quedan McCulloch y el guitarrista Will Seargent, acompañados por
músicos adicionales. El baterista Pete De Freitas falleció
en 1989 en un accidente automovilístico y el bajista Les Pattinson,
que formó parte de la reunión del 97, dejó
la banda por problemas personales. Sin embargo, el cantante insiste en
que dos son suficientes. Mucha gente tiene la información
equivocada: los Bunnymen originales éramos Will y yo, que tocábamos
con una máquina de ritmo. Así fundamos la banda y Les llegó
bastante tiempo más tarde. Y como somos los Bunnymen originales,
tenemos todo el derecho a mantener el nombre. Además, la salida
de Les no tuvo que ver con ninguna pelea sino con el hecho de que él
tiene que cuidar de sus hijos, porque se divorció de su esposa.
¿Todavía
están en contacto?
Will está en contacto con él. Lo que sucede es
que vive muy lejos y nunca nos vemos. Pero en cuanto tenga algo de tiempo
libre, me encantaría encontrarme con él y charlar otra vez
sobre los viejos tiempos. Siempre me llevé bien con él.
¿Qué expectativas tenías cuando decidieron
volver?
Bueno, debido a la canción Nothing Last Forever,
sentí que teníamos posibilidades de tener un hit. Y así
fue: llegó al número 8 del chart británico y hoy
es una canción muy conocida. Supongo que pensaba que iba a irnos
bien, pero no imaginé que tanto. Por ejemplo, volvimos a Australia
después de veinte años, pudimos visitar América del
Sur (adonde esperamos volver antes de fin de año). Creo que América
del Sur es uno de nuestros lugares favoritos del mundo para tocar...
¿Por qué?
Porque el público comprende a la banda, particularmente
en Brasil y en la Argentina. Se dio una conexión real entre los
Bunnymen y el público sudamericano. En varios diarios brasileños
escribieron que habíamos sido la mejor banda en tocar en vivo allí.
Además es un buen lugar para pasarla bien y divertirse: la caipirinha
tiene mucho que ver en eso (risas).
¿Qué recordás del show y de la estadía
en Buenos Aires, entonces?
Al público se lo notaba más reservado que al
brasileño. Pero recuerdo más la ciudad que el show. En la
habitación del hotel tenía un balcón y si de día
la vista era buena, cuando llegó la noche se hizo directamente
mágica. Es parecido a lo que sucede en otras ciudades, pero con
una iluminación distinta. Recuerdo que pensé que era un
gran lugar.
Fanático
del fútbol en general y del Liverpool en particular, McCulloch
rebosa de alegría cuando habla de su equipo, reciente campeón
de la Copa Inglesa y la Copa UEFA. Tenía entradas para ver
la final contra el Alavés, pero después la compañía
discográfica apareció con una serie de entrevistas que tenía
que hacer en París, así que terminé viendo el partido
por televisión. Voy siempre de local y estuve en el Nou Camp cuando
jugamos contra el Barcelona. Y espero poder ir a más partidos el
año que viene. Fue una lástima no poder estar en la final,
pero puse el trabajo por delante del placer.
Sos
inglés y fanático del fútbol. Seguramente leíste
Fiebre en las gradas, la novela de Nick Hornby.
No. Mi esposa me la regaló, pero no la leí. En
realidad vi algunas partes, pero había algo de un partido que el
Arsenal (el equipo de Hornby) le ganó al Liverpool por 2 a 0, y
no quiero volver a pensar en aquel partido.
Es llamativo que Hornby, que relaciona el fútbol con los
hechos de su vida durante las tres últimas décadas, nunca
mencione a Diego Maradona.
¿En serio? Es una locura, porque Maradona fue el mejor
futbolista de todos los tiempos. Pelé fue grande, pero Maradona
ganaba los partidos él solo. De hecho, ganó un Mundial él
solo. Siempre sentí que la mano de Dios estaba bien,
aparte de que siempre me pareció que cabeceaba la pelota. Y el
otro gol de ese partido fue absolutamente genial, pasó a todos
los jugadores antes de meterlo. No creo que aparezca otro jugador como
Maradona. Y si aparece, espero que juegue para el Liverpool (risas).
La
vieja guardia depresiva
¿Donde
están ahora?
THE
CURE
Las declaraciones de Robert Smith a principios del 2000, cuando salió
Bloodflowers, eran terminantes: después de la gira de presentación
de ese álbum, chau, chau The Cure. Sin embargo, la banda cerrará
la edición de este año del festival de Roskilde, Dinamarca,
donde también estarán Beck, Manu Chao, Nick Cave, Bob Dylan,
Neil Young y PJ Harvey, entre otros. El show de The Cure será el
domingo 1º de julio.
BAUHAUS/LOVE
& ROCKETS
La reunión de 1998 alcanzó para un puñado de shows
y un álbum doble en vivo, Gotham. Con la nueva separación
también se desarmó Love & Rockets, la banda de los Bauhaus
sin Peter Murphy. En la actualidad, el vocalista se encuentra a punto
de lanzar un CD grabado en directo; el guitarrista Daniel Ash trabaja
en su próximo disco solista; el bajista David Jay está de
gira por Japón y acaba de abrir un club nocturno llamado Congo
Bongo, donde a veces oficia de DJ; y el baterista Kevin Haskins se encuentra
dándole los toques finales al debut de Messy, el grupo que comparte
con Doug DeAngelis.
JOY
DIVISION/NEW ORDER
El año pasado se publicó The Complete BBC Recordings, un
álbum de Joy Division que, además de las grabaciones en
los estudios de la radio inglesa, trae un reportaje al finadito Ian Curtis.
También durante el 2000 hubo noticias de los New Order (o sea,
los sobrevivientes de Joy Division en clave tecno pop): después
de casi siete años de silencio, apareció una canción
nueva, Brutal, en la banda sonora de la película La
playa. Se supone que hay un álbum en camino, con una anunciada
participación del gran Bobby Gillespie.
SISTERS OF MERCY
En la actualidad, el nombre de la banda es poco más que un
alias del cantante Andrew Eldritch, apoyado por miembros ocasionales.
Mientras trabaja en un nuevo álbum (aunque se encuentra sin sello
discográfico), SoM gira por Alemania, donde conserva unos cuantos
fans nostálgicos y nuevos aspirantes a vampiros.
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