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Jueves 7 de Junio de 2001

tapa
tapa del No

Ian McCulloch, clásico dark en la mediana edad

Lo que pasa es que
me estoy viniendo viejo

Echo & The Bunnymen regresa y regresa, cada vez que el siempre arrogante Mister Mac lo decide. Esta vez, al menos tiene un nuevo y buen disco de qué vanagloriarse, tanto como puede hacerlo con el Liverpool, el equipo de sus amores reciente campeón. Y, como siempre cuando se pone en contacto con la Argentina, se desvive en elogios para el gran Diegoarmando.

POR ROCKER CASCIERO

Ian McCulloch tiene una bien ganada fama de bocón y fanfarrón. Por ejemplo, alguna vez dijo que Ocean Rain, un (gran) álbum de Echo & The Bunnymen, era “el mejor disco de todos los tiempos”. Como se ve, el tipo no se anda con chiquitas. Sin embargo, en Flowers, el flamante tercer trabajo de su banda después de su vuelta al ruedo, Mac (como se lo conoce en el Reino Unido) sorprende con letras como la de “Life goes on”, donde dice: “Cuando empieza a decaer y/ cuando los caminos empiezan a ir a ningún lado/ cuando todas tus plegarias han sido hechas/ es entonces cuando sabés que tu sueño terminó”. Epa, el tiempo pasa para todos... ¿El sueño terminó? “Todavía me siento muy confiado de mis posibilidades, pero no puedo escaparle al hecho de que envejezco y de que algo tiene que cambiar”, le confiesa McCulloch al No en entrevista telefónica. Pero todavía no lo traten de abuelito rockero: “Tengo 42 años y hoy en día no sos viejo a esa edad. Además, parezco de 32 según la mayoría de la prensa y de la gente que se me acerca después de los shows. Si pareciera de 42, me preocuparía hablar sobre estos temas. Simplemente creo que hay que decir algo sobre el hecho de envejecer, porque nos sucede a todos. Me resultó extraño escribir sobre esto, pero estoy contento de haberlo hecho. No puedo esconderme más de ciertas cosas”.
–Suena mejor que llegar a los 60 queriendo parecer adolescente...
–Sí. La mitad de mi vida ya ha pasado: es horrible admitirlo, pero es así. De todos modos, todavía tengo otra mitad por delante y muchas cosas sin terminar. Y siento que enfrentarme a los hechos es el mejor modo de resolverlos.
Por ahora, a Mac le va bien. Mientras está de gira con los Bunnymen, ya prepara su tercer álbum solista, con fecha de salida prevista para 2002. Y aunque Flowers difícilmente pase a la historia, al menos recupera la frescura y el sonido más clásico de la banda, que la llevó a destacarse entre el malón pospunk inglés de los ‘80. “El álbum parece el debut de algún grupo nuevo, pero al mismo tiempo es muy Echo & The Bunnymen. Supongo que eso es algo bueno, aunque haya salido por accidente. Cuando hacemos las canciones en vivo, encajan bien con el material más viejo, creo que mejor que cualquier cosa que hayamos hecho desde nuestra vuelta”, afirma.
Hoy, de la formación más conocida de los Bunnymen sólo quedan McCulloch y el guitarrista Will Seargent, acompañados por “músicos adicionales”. El baterista Pete De Freitas falleció en 1989 en un accidente automovilístico y el bajista Les Pattinson, que formó parte de la reunión del ‘97, dejó la banda por problemas personales. Sin embargo, el cantante insiste en que dos son suficientes. “Mucha gente tiene la información equivocada: los Bunnymen originales éramos Will y yo, que tocábamos con una máquina de ritmo. Así fundamos la banda y Les llegó bastante tiempo más tarde. Y como somos los Bunnymen originales, tenemos todo el derecho a mantener el nombre. Además, la salida de Les no tuvo que ver con ninguna pelea sino con el hecho de que él tiene que cuidar de sus hijos, porque se divorció de su esposa.”

–¿Todavía están en contacto?
–Will está en contacto con él. Lo que sucede es que vive muy lejos y nunca nos vemos. Pero en cuanto tenga algo de tiempo libre, me encantaría encontrarme con él y charlar otra vez sobre los viejos tiempos. Siempre me llevé bien con él.
–¿Qué expectativas tenías cuando decidieron volver?
–Bueno, debido a la canción “Nothing Last Forever”, sentí que teníamos posibilidades de tener un hit. Y así fue: llegó al número 8 del chart británico y hoy es una canción muy conocida. Supongo que pensaba que iba a irnos bien, pero no imaginé que tanto. Por ejemplo, volvimos a Australia después de veinte años, pudimos visitar América del Sur (adonde esperamos volver antes de fin de año). Creo que América del Sur es uno de nuestros lugares favoritos del mundo para tocar...
–¿Por qué?
–Porque el público comprende a la banda, particularmente en Brasil y en la Argentina. Se dio una conexión real entre los Bunnymen y el público sudamericano. En varios diarios brasileños escribieron que habíamos sido la mejor banda en tocar en vivo allí. Además es un buen lugar para pasarla bien y divertirse: la caipirinha tiene mucho que ver en eso (risas).
–¿Qué recordás del show y de la estadía en Buenos Aires, entonces?
–Al público se lo notaba más reservado que al brasileño. Pero recuerdo más la ciudad que el show. En la habitación del hotel tenía un balcón y si de día la vista era buena, cuando llegó la noche se hizo directamente mágica. Es parecido a lo que sucede en otras ciudades, pero con una iluminación distinta. Recuerdo que pensé que era un gran lugar.

Fanático del fútbol en general y del Liverpool en particular, McCulloch rebosa de alegría cuando habla de su equipo, reciente campeón de la Copa Inglesa y la Copa UEFA. “Tenía entradas para ver la final contra el Alavés, pero después la compañía discográfica apareció con una serie de entrevistas que tenía que hacer en París, así que terminé viendo el partido por televisión. Voy siempre de local y estuve en el Nou Camp cuando jugamos contra el Barcelona. Y espero poder ir a más partidos el año que viene. Fue una lástima no poder estar en la final, pero puse el trabajo por delante del placer.”

–Sos inglés y fanático del fútbol. Seguramente leíste Fiebre en las gradas, la novela de Nick Hornby.
–No. Mi esposa me la regaló, pero no la leí. En realidad vi algunas partes, pero había algo de un partido que el Arsenal (el equipo de Hornby) le ganó al Liverpool por 2 a 0, y no quiero volver a pensar en aquel partido.
–Es llamativo que Hornby, que relaciona el fútbol con los hechos de su vida durante las tres últimas décadas, nunca mencione a Diego Maradona.
–¿En serio? Es una locura, porque Maradona fue el mejor futbolista de todos los tiempos. Pelé fue grande, pero Maradona ganaba los partidos él solo. De hecho, ganó un Mundial él solo. Siempre sentí que la “mano de Dios” estaba bien, aparte de que siempre me pareció que cabeceaba la pelota. Y el otro gol de ese partido fue absolutamente genial, pasó a todos los jugadores antes de meterlo. No creo que aparezca otro jugador como Maradona. Y si aparece, espero que juegue para el Liverpool (risas).


La vieja guardia depresiva

¿Donde están ahora?

THE CURE
Las declaraciones de Robert Smith a principios del 2000, cuando salió Bloodflowers, eran terminantes: después de la gira de presentación de ese álbum, chau, chau The Cure. Sin embargo, la banda cerrará la edición de este año del festival de Roskilde, Dinamarca, donde también estarán Beck, Manu Chao, Nick Cave, Bob Dylan, Neil Young y PJ Harvey, entre otros. El show de The Cure será el domingo 1º de julio.

BAUHAUS/LOVE & ROCKETS
La reunión de 1998 alcanzó para un puñado de shows y un álbum doble en vivo, Gotham. Con la nueva separación también se desarmó Love & Rockets, la banda de los Bauhaus sin Peter Murphy. En la actualidad, el vocalista se encuentra a punto de lanzar un CD grabado en directo; el guitarrista Daniel Ash trabaja en su próximo disco solista; el bajista David Jay está de gira por Japón y acaba de abrir un club nocturno llamado Congo Bongo, donde a veces oficia de DJ; y el baterista Kevin Haskins se encuentra dándole los toques finales al debut de Messy, el grupo que comparte con Doug DeAngelis.

JOY DIVISION/NEW ORDER
El año pasado se publicó The Complete BBC Recordings, un álbum de Joy Division que, además de las grabaciones en los estudios de la radio inglesa, trae un reportaje al finadito Ian Curtis. También durante el 2000 hubo noticias de los New Order (o sea, los sobrevivientes de Joy Division en clave tecno pop): después de casi siete años de silencio, apareció una canción nueva, “Brutal”, en la banda sonora de la película La playa. Se supone que hay un álbum en camino, con una anunciada participación del gran Bobby Gillespie.


SISTERS OF MERCY
En la actualidad, el nombre de la banda es poco más que un alias del cantante Andrew Eldritch, apoyado por miembros ocasionales. Mientras trabaja en un nuevo álbum (aunque se encuentra sin sello discográfico), SoM gira por Alemania, donde conserva unos cuantos fans nostálgicos y nuevos aspirantes a vampiros.