¡Noticia bomba!

Por EDUARDO PAVLOVSKY

Adolf Hitler en la importancia de mantener la pureza de la raza germana admiraba a América del Norte, que está formada en su mayor parte por elementos germánicos que apenas si llegaron a confundirse con las razas inferiores de color y que por eso exhibe una cultura y una humanidad diferente de las que exhiben América Central y del Sur, pues allí los colonizadores, principalmente de origen latino, mezclaron su sangre con los aborígenes. Agrega que “todo lo que admiramos en el mundo es el producto creador de un número reducido de naciones, en su origen quizás el de una sola raza”. Sus ideas eran muy claras –cuando fundamentaba la existencia de una raza superior germánica sobre todas las demás razas inferiores.
“Una teoría del mundo debe ser intolerante y fanática. No transa. Es infalible. Por lo tanto los que no transan con la nueva teoría del mundo deben ser eliminados-exterminados. Predominio de una sola idea en todo el mundo. Es una declaración de guerra a toda otra idea... a toda otra concepción o creencia... generalmente judeo-marxista.” (Mi lucha)
Una obra del autor norteamericano Sam Shepard resume hoy la subjetividad del pueblo norteamericano medio cuando un personaje le dice al otro: “Tenemos un legado y una obligación que seguir. A nosotros nos toca decidir por todo el mundo por el bien de todos, de nuestros hijos, nuestros soldados de la patria”.
Las mismas ideas mesiánicas de diferentes momentos. El mismo fanatismo. Veamos si no: “El síndrome de los Balcanes afectó a más de 50 soldados europeos por el impacto nocivo de las municiones dotadas de uranio empobrecido durante los bombardeos a los serbios. Los aviones norteamericanos lanzaron 31 mil proyectiles con uranio en la guerra de Kosovo y 940 mil en la guerra del Golfo”. (Página/12).
En el libro Una guerra sucia limpia la periodista francesa Chistine Ad del Krim-Delanne publicó recientes investigaciones sobre la guerra del Golfo. La otra guerra. La otra información. Lo que no nos llega nunca.
“Las bombas no sólo destruyeron el 80 por ciento del tejido industrial y de las bases militares, sino que también alcanzaron a las escuelas pueblos hospitales y mercados. Los medios de comunicación utilizados como un arma no informaban de las consecuencias de estos estragos.”
Los casos de leucemia detectados entre el personal militar de la OTAN instalados en territorio bombardeado con proyectiles con uranio empobrecido han provocado una alarma social europea dado que las víctimas son europeas. Se conmueven por las consecuencias de los bombardeos dentro del ejercicio de la OTAN. Mientras tanto en Irak, después de los 940 mil proyectiles, se ha diagnosticado un aumento de las deformaciones de los niños. Para ser exactos: la mayor concentración de deformaciones congénitas en los niños se produjo en el sur del país, donde se midieron los más altos grados de radiación. El uranio puede atravesar fácilmente la placenta del feto en las madres expuestas a la radiación y producir malformación congénita.
Un informe del diario inglés The Guardian revela que en el Saddam Hussein Children’s Hospital, según declaraciones del Dr. Ashanine –jefe del servicio de neonatología–, están naciendo tres veces más niños con deformaciones congénitas que antes de la guerra del Golfo. “Niños sin cerebro, cabezas gigantes, brazos deformados, cortos y delgados, dos dedos en lugar de cinco, corazones sin válvulas, etc. Todas las deformaciones son congénitas.”
El informe del diario inglés revela que el número de niños nacidos con síndrome de Down se ha triplicado después de los bombardeos.
Después de dos días de conferencia en Bagdad las agencias denunciaron la poca importancia que los medios informativos han dado en Inglaterra y Estados Unidos al estudio de este tipo de alteraciones congénitas después de la guerra.
“Ellos dicen que es propaganda iraquí. ¿Saben en Inglaterra y Estados Unidos todo lo que ustedes están viendo?”, le preguntaba el Dr. Amial Arajick, director de las investigaciones, a los pediatras ingleses y americanos. Lo que no sabía es que también en Inglaterra y Estados Unidos ex-combatientes de la misma guerra han tenido hijos con monstruosidades nunca vistas. De hecho, el Ministerio de Defensa británico ha dispuesto parte del presupuesto para la investigación del fenómeno reproductivo en los veteranos.
Existen, entonces, distintas concepciones morales frente a dos mundos diferentes: los 50 soldados europeos afectados por uranio empobrecido de los proyectiles norteamericanos no debieran valer más que las decenas de miles de niños iraquíes con deformaciones congénitas consecuencia de las bombas.
Los medios, como dice Delanne, informan a veces para des-informar. Y se utilizan también como arma de guerra.
No hay raza superior, aunque parece que algunos piensan como el personaje de la obra de Sam Shepard.
Un comentario de León Rozitchner: “Los Estados Unidos son el Cuarto Reich democrático donde reaparece bajo otra apariencia el Tercer Reich Nazi”.
Los conceptos racistas de Hitler hoy siguen funcionando. Tienen hoy su vigencia. Su actualidad.