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Yo me pregunto

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Bienaventurados los pobres, los humildes, los sin dinero, los homeless, los miserables, los que no tienen ropa ni comida, los...
Está bien claro en las Sagradas Escrituras: “Es más fácil que pase un camello por el ojo de una aguja que un sacerdote entre en el Libro Guinness de los Records”. Aun así, Chris Sterry –-vicario anglicano de Whalley– asumió el desafío como propio, subió al púlpito y se despachó con un sermoncito de más de 30 horas sin interrupción, superando así el anterior record de 27 horas y 30 minutos. Las reglas eran muy estrictas: no pronunciarás frases incoherentes, no incurrirás en repeticiones y tus pausas no excederán los diez segundos, aunque se te permite un descanso de 15 minutos cada 8 horas. Antes de acometer la empresa, Sterry advirtió a los feligreses que les haría una seña para que voltearan el rostro o se cubrieran los ojos cada vez que necesitara mear en una palanganita oculta tras el púlpito sin por eso dejar de hablar. Fuentes de La Habana aseguran que a Fidel Castro le gustó la idea y que ya se está preparando para romper la marca con un sentido panegírico sobre Eliancito. Hasta la victoria siempre, amén.

Están tocando nuestro concerto, Bugsy
Tal vez era cierto eso de que la música clásica calma a las bestias o aquello de las bondades del Método Ludovico que le aplicaban al delincuente drugo Alex en La naranja mecánica. La cuestión es que el turbulento barrio de Rosemary Village (Palm Beach, Florida) fue hace poco cubierto de altavoces desde los que se emitía non-stop música clásica. La cosa parece haber funcionado –luego de algunos primeros percances del tipo altavoces acribillados a balazos– porque la criminalidad ha descendido, dicen, entre un 30 y un 80 por ciento. Ya son varios los departamentos de policía de Estados Unidos que estudian implementar la medida y –quién sabe– a lo mejor está próxima a confirmarse la gira de los Tres Tenores por las más prestigiosas prisiones de máxima seguridad.

Adiós, Gila, y gracias por decir que no
El jueves pasado murió en Barcelona, a los 82 años, el impagable y jamás superado cómico Gila quien, a fuerza de camisa roja y teléfono descolgado, supo ser uno de los más grandes del humor en español. Gila –que además vivió buena parte de su vida en nuestro país– recuerda en su libro Memorias de un exilio: Argentina mon amour el día en que la flamante junta militar de Videla lo citó en la Casa Rosada. Gila llegó preocupado, pero se preocupó todavía más cuando los muchachos procesistas le comunicaron que querían que él hiciera un programa de televisión. Gila –que ya había sobrevivido milagrosamente a un fusilamiento franquista durante su juventud– se inventó cualquier excusa para salir del paso, decir que “no, gracias” y volver a su casa. Lo que más le inquietó –cuenta en el libro– es el hecho de que fue a la entrevista vistiendo saco y polera y, en la entrada, le obligaron a ponerse una corbata verde sobre el cuello alto. Fue justo ahí cuando tuvo claro –bromeó irónico– que él no tenía mucho en común con esa gente. “Me despedí de los militares; un teniente me acompañó hasta la puerta, extendió su mano y entonces me di cuenta de que todavía tenía puesta la corbata verde, se la di y nos despedimos”, escribió Gila. Y se fue. Hasta la vista.

Dos a quererse
Como bien se ocupó de informar la revista Gente, Araceli González cumplió años y para festejarlo acaba de estrenar telenovela y tetas. Con algo de candor, la actriz aseguró a la revista en su último número que todo está mucho más conectado de lo que parece, ya que las siliconas formaron parte de su regalo de cumpleaños: “Adrián y los chicos me regalaron las lolas, un anillo y mucho amor”, dijo, aparentemente en ese orden. Respecto delpar de regalos que aquí nos convoca, lo de Suar no fue más que el característico autorregalo de pareja. Pero considerando que en otra parte de la entrevista Araceli asegura haberle dicho al cirujano “Me quiero ver como antes de dar de mamar a mis hijos”, por parte de “los chicos” todo el asunto no fue más que una afectuosa devolución. (Preguntita: ¿qué le van a regalar al Chueco para el cumpleaños?).

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