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NEUQUEN
San Martín de los Andes

Parque Nacional Lanín. Lagos, montañas y bosques para recorrerlos en un día o quedarse una semana.

Verano en el sur

 

En cada estación, la región de la cordillera patagónica cambia de colores pero nunca amaina su increíble belleza. Desde la pintoresca y armoniosa ciudad de San Martín de los Andes, paseos y excursiones por el Parque Nacional Lanín y la Ruta de los Siete Lagos.

Otoño, invierno, primavera, verano. En cada estación, el sur cordillerano renueva su belleza. Y la época estival, con temperaturas de hasta 30 grados pero despojadas de la carga húmeda de lugares como Buenos Aires, es sin duda una temporada ideal para pescar, tomar sol en una playa, pasear y recorrer la inigualable Ruta de los Siete Lagos de esta región patagónica, uno de cuyos portales es la pulcra y armoniosa ciudad neuquina de San Martín de los Andes, ubicada en el Parque Nacional Lanín.

Bajo el volcan De cumbre siempre nevada, el latente volcán Lanín, “roca muerta” en la tan descriptiva lengua mapuche, da nombre al Parque Nacional que con sus 379 mil hectáreas es el tercero más extenso de la Argentina. Fue creado en 1937 para proteger no sólo la flora y la fauna, las aguas y la geomorfología, sino también la cultura aborigen de la región. El parque alberga a la comunidad curruhinca, que desde hace poco posee 10.540 hectáreas en propiedad comunitaria. Sus integrantes crían animales, sobre todo ovejas y cabras, y trasladan los rebaños a tierras altas o bajas según sea verano o invierno.
El recorrido por el Parque es una de las principales actividades que ningún turista se quiere perder. Y entre ellas, el trekking va sumando cada año más adeptos. Acompañados por expertos guías, los visitantes pueden hacer este tipo de excursiones ya sea en un día o en una semana de campamento, en cuyo caso el trekking se combina con cabalgatas, paseos en lancha o gomones, en 4 x 4, y con jornadas de pesca. Los expertos dicen que ésta es una buena temporada para pescar, porque hubo mucha nieve y las truchas abundan en los arroyos caudalosos. Como novedad, en el lago Lolog se pesca ahora con devolución obligatoria de las piezas cobradas. Esto permitiría practicar la actividad todo el año.

Largos y cortos... circuitos Pintorescos circuitos recorren los alrededores de la ciudad y toda la región, hasta el lago Huechulafquen, más allá de Junín de los Andes, hacia el norte, y hasta Bariloche, en el sur. Yendo por ejemplo, por un desvío de la Ruta 108, un camino en la ladera y por momentos de cornisa sobre la margen sur del lago Lácar se llega en pocos minutos a la península de Quila Quina (tres puntas). Existe allí una villa privada, de unas 30 familias. Es un experimento de turismo arquitectónico, cuyo concepto base es que las casas estén en armonía con el entorno natural. Fue inspirado por Alejandro Bustillo, el arquitecto que diseñó el hotel Llao Llao, el Provincial de Mar del Plata y el Banco Nación en la Plaza de Mayo.
Allí sólo se puede construir hasta 25 por ciento del terreno. No se permite alquilar las casas a turistas, pero existe un muy buen camping.
El cerro Mallo, el cerro Colorado, Chapelco, la picada de Auquinco, las Termas del fondo de lago Epulafquen hasta el lago Paimún y Puerto Canoa, o la del lago Escondido pasando por Pucará hasta llegar a Hua Hum son algunas de las imperdibles sendas clásicas de la zona. Caminando por senderos de montaña se conoce en profundidad la flora y la fauna del lugar, además de llegar a lugares increíbles por su belleza.
Cuando la dificultad técnica es mayor y la cuesta es hacia arriba, ya no se habla de trekking sino de ascensiones. Para esta actividad el cerro más codiciado es el Volcán Lanín que alcanza los 3776 metros de altura. El paisaje que se obtiene desde el refugio del macizo y desde su cumbre es indescriptible, ya que pueden observarse numerosos lagos y gran parte de la cordillera argentino chilena. Con un estado físico razonable es posible llegar a la cumbre caminando. La travesía es de dos días y es necesario hacerla con un guía.
Y si se prefiere un viaje más largo, nada supera a la Ruta de los Siete Lagos. Su sinuoso recorrido de 107 kilómetros hilvana en una diadema a los lagos Lácar, Machónico, Hermoso, Falkner, Villarino, Escondido, Traful, Correntoso, Espejo Chico, Espejo y Nahuel Huapi, las villas Traful y LaAngostura, la laguna Pudú Pudú, la cascada Vullignanco y el valle de Ruca Malén: un maravilloso e imperdible catálogo de la Patagonia andina.

Entre las variadísimas actividades no podían faltar las cabalgatas.

DATOS UTILES

Informes: Casa del Neuquén en Buenos Aires, Perón 685, 4326-9265/2562. Secretaría Municipal de Turismo de San Martín de los Andes 02972427347/427695 www.smandes.gov.ar. Ente Sanmartinense de Desarrollo Turístico 02972-428655 [email protected]
Promoción: San Martín de los Andes ofrece una atractiva propuesta para una estadía en esta temporada: siete noches de alojamiento en hotel u hostería de 3 o 5 estrellas, con desayuno incluido, media pensión en restaurantes de primer nivel y una excursión terrestre a las playas de Quila Quina o al reconocido cerro Chapelco, a un precio de $225 por persona. Entre los hoteles adheridos a esta promoción figuran el Sol de los Andes, el Caupolicán, Del Viejo Esquiador, Le Village, La Masía, La Posta del Cazador y Las Walkirias. Y entre los restaurantes, El Radal, La Tasca, Mendienta Pastas y Parrilla, Pionieri y Piscis. Reservas (con no menos de diez días de anticipación) en la Asociación Hotelera Gastronómica de San Martín de los Andes, cuyos teléfonos son 02972-427166/429434.

 

�HOLA, SOY VERONICA�

Por J. Rauliños

Viste un saquito de lana, un pantalón rosa de corderoy, limpio y gastado, y zapatillas. Sólo lleva una “colita” en el pelo lacio y negro. Su sonrisa tímida deja entrever algunas manchas en los dientes cuando se presenta: “Hola, soy Verónica”. Esta mujer menuda, de 36 años y cuatro hijos, es uno de los 18 guías aborígenes que se turnan para llevar a los turistas, a un peso por cabeza, hasta la cascada del arroyo Grande, en Quila Quina, cerca de San Martín de los Andes. Verónica muestra a los visitantes los petroglifos “con dibujos de los antepasados: círculos, flechas, patas de avestruz; los círculos eran números”.
Pertenece a la comunidad Curruhuinca (“significa negro y blanco”, explica), formada por 165 familias, unas 800 personas en total, que viven en tierras comunitarias del Parque Nacional Lanín. “Son 10.540 hectáreas; el cacique se llama Aldo Curruhuinca y tiene 26 años.” Ella integra una de las 36 familias de Quila Quina que, como otras en puntos clave del parque, tienen contacto con el turismo y logran ingresos adicionales a los de la tradicional ganadería extensiva de cabras y ovejas.
Tartas, tejidos y enseres de madera tallada son los productos artesanales que los mapuches ofrecen pasiva y silenciosamente en sus puestos al paso de los visitantes. En cambio, ser guía es una actividad nueva y no ha surgido espontáneamente. “Hicimos capacitación en la Universidad”, revela escuetamente Verónica. Se refiere a la Universidad del Comahue que junto con Parques Nacionales, la provincia del Neuquén y el municipio de San Martín, forma guías baqueanos, en beneficio del desarrollo turístico y como medio de inserción laboral de los aborígenes.
Una capacitación para aprender “a tomar contacto” con los visitantes, “porque nosotros no teníamos contacto”, dice Verónica. Y el periodistavisitante comprende de pronto todo el significado de aquella lacónica presentación aparentemente trivial, el largo camino recorrido hasta llegar a decir “Hola, soy Verónica”.