Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH LAS12

CUBA
Santiago de Cuba y playas de Olguín

Dos joyas de Oriente

Santiago de Cuba. Sobre la bahía, los techos rojos de antiguas casas; al fondo, el verde cordón de la Sierra Maestra.

En la región oriental, la más caribeña de la Isla Grande, la histórica, musical y colorida ciudad de Santiago de Cuba, cuna del ron y el bolero. Y en la provincia de Olguín, una nueva joya de las costas cubanas: Playa Esmeralda.

Informe: Hebe Schmidt
Fotos: Fabio Snaider

El Oriente de Cuba es la región más caribeña de la Isla Grande, tanto, que los mismos cubanos aseguran que expresa como ninguna otra la síntesis de lo cubano. Allí está la histórica y musical ciudad de Santiago de Cuba, cuna de la Revolución, el ron y el bolero. Y también la provincia de Olguín, con más de 40 playas en las costas sobre un Atlántico que parece el mar Caribe: aguas cálidas de intensos tonos turquesa–esmeralda y profunda transparencia frente a anchas franjas de arena blanquísima. Entre la ciudad y la playa, un viaje muy cubano... por la ardiente y alegre tierra oriental.

Maracas y trompetas No es posible imaginar a Santiago de Cuba sin sus rumbas, su trova y su alegría. Dicen que en sus calles es donde mejor suena la música cubana –aquella del bolero y el son–, surgida de la fusión entre el ritmo afrocaribeño y la contradanza francesa, un mestizaje cultural que se gestó en Santiago y luego se extendió a Cuba y al mundo de la mano del padre del bolero, Pepe Sánchez, de Elíades Ochoa y del ahora renacido Compay Segundo.
Una imagen que encanta a los viajeros es ver cómo, en cualquier esquina y en cualquier momento, el santiaguero es capaz de menearse sensualmente al ritmo del son o de la guaracha que surge de la voz, los dedos (y el cuerpo) de algún trovador espontáneo. En el casco histórico de la ciudad, cerca del Parque Céspedes, hay un lugar que no puede dejar de visitarse. Aunque no se camine con una guía en la mano, el bullicio de las maracas y contrabajos que proviene de la Casa de la Trova no deja que pase inadvertida. Allí, en la esquina de las calles Heredia y San Félix, es posible sentir lo más genuino de la música popular cubana. Desde temprano en la mañana y hasta entrada la madrugada se suceden, uno tras otro, los trovadores que improvisan sones y boleros, mientras las parejas se ondulan al compás bajo la eterna mirada de Beny More, Bola de Nieve, Pepe Sánchez y Elíades Ochoa, cuyos retratos hacen evocar la época de oro de esos géneros musicales.

En la costa de Olguín, Playa Esmeralda, tan “preciosa” como su nombre lo indica.

Una ciudad cultural Santiago fue fundada en 1515 a pocos kilómetros de donde desembarcó Cristóbal Colón cuando descubrió América. Por su historia, sus invalorables joyas arquitectónicas, y por haber sido la cuna de las músicas más calientes de las Antillas, es considerada la capital cultural del Caribe.
La ciudad se levanta en la parte más oriental de la isla. Los techos de tejas rojas de sus casas, los balcones de madera tallada colmados de flores y las palmeras, se destacan entre las angostas callejuelas que suben y bajan sobre el terreno irregular hasta chocar con el azul profundo de la Bahía de Santiago. Al otro lado, como telón de fondo, la Sierra Maestra envuelve parte de la ciudad con un verde intenso y brillante. En la zona de terrazas naturales que se despliegan frente a la bahía está la famosa y empinada calle Pico, llena de escalinatas, que cumple la función de mirador y desemboca en el barrio Tívoli, centro del desbordante carnaval santiaguero. En realidad, esta especie de gran anfiteatro sobre el mar fue construido por los españoles entre 1538 y 1550 para emplazar los cañones, ya que su estratégica posición favorecía la defensa de la ciudad ante el ataque de corsarios y piratas como el incansable Henry Morgan, quien también asedió Santiago. Hoy, en vez de la artillería, lo que truenan son las maracas, tambores, trompetas y guitarras que cada julio, durante los festejos del carnaval, acompañan el baile de las esculturales “mulaticas” que, envueltas en coloridas plumas, deslizan su gracia por las largas escalinatas.
El Parque Céspedes es el corazón mismo de la ciudad original. Se trata Fervor cubano en la Casa de la Trova.de una plaza con amplias bancadas, donde los santiagueros se reúnen a tomar cerveza, jugar dominó o ensayar los bailes de carnaval al ritmo ensordecedor de los tambores. En uno de los lados que flanquean el parque, se erige la Catedral metropolitana, con dos altas torres en su frente quealbergan campanarios centenarios, y una fachada rematada con un arcángel alado. En su interior, atesora frescos del siglo XVII y una colección de piezas de orfebrería de gran valor y antigüedad. En otro costado de la plaza, se encuentra la casa del adelantado Diego Velázquez, la más antigua de Hispanoamérica, construida en 1516. En su frente se destaca una balconada de madera tallada cerrada con celosías de diseño morisco. En su planta baja aún sobrevive el horno donde los españoles fundían el oro que luego enviaban a la corona española. Enfrente está el Ayuntamiento, desde cuyo balcón Fidel Castro pronunció su primer discurso público el 1º de enero de 1959, el día en que triunfó la Revolución. Entre otros edificios coloniales que rodean la plaza, se encuentra el club San Carlos donde no se pueden dejar de admirar los techos del Salón de los Espejos, una obra maestra de la yesería cubana de todos los tiempos.
La Casa del Ron, un edificio que data de 1889, cobija una bodega donde se dejan añejar los mejores rones del mundo. En sus salones espaciosos y su patio con buena sombra, pueden degustarse unos buenos tragos para ayudar a matizar el calor oriental que de agosto a noviembre se hace sentir con mucha fuerza.
Si bien Heredia es la calle cultural de Santiago, porque sobre ella se encuentra la mayoría de las instituciones vinculadas con la cultura, Enramada es, por definición, la calle comercial. Corre cuesta abajo, entre las vidrieras de los comercios, los cafetines y los puestos de ron, dejando ver el mar azul de la bahía, a la altura de la esquina Corona.
Pero la ciudad no sólo se destaca por su geografía, su arquitectura, su música y la simpatía y cordialidad de su gente. El activo papel de los santiagueros en las luchas históricas por su independencia le valió a Santiago ser llamada la “Ciudad Héroe”. En estas tierras se rindieron las tropas españolas en 1898 y en julio de 1953 un grupo de rebeldes comandados por Fidel Castro asaltó el Cuartel Moncada, hecho que puso en la escena internacional el proceso revolucionario que se estaba gestando en Cuba. Hoy, el Cuartel es el Museo Histórico 26 de Julio y cualquier santiaguero sabe dónde está y cómo llegar.

La esmeralda oriental Sólo un pintoresco camino de 150 kilómetros bordeado de paisajes para la foto y la intensa vegetación separan a Santiago de Cuba de Playa Esmeralda, una de las nuevas “joyas” de la Los floridos y coloridos balcones de madera de la muy caribeña “Ciudad Héroe”.costa de la provincia de Olguín. En realidad no es sólo una sino un puñado de playas casi vírgenes de arenas blancas y aguas entre turquesa y esmeralda enclavadas entre los bosques y el mar. Si bien es un destino turístico más o menos reciente, su belleza fue descubierta nada menos que por Cristóbal Colón, quien la describió como “la tierra más hermosa que ojos humanos hayan visto”. Playa Esmeralda está inserta en el Parque del Naranjo, una reserva ecológica natural, con exóticas especies y paisajes selváticos que se extienden a lo largo de 32 kilómetros de costa, en la que sobresalen los almácigos, las yagrumas, manglares, uverales y todo tipo de plantas costeras, con montes cuyas alturas oscilan entre los 60 y 200 metros sobre el nivel del mar, cubiertos por una tupida vegetación.
En las Caleticas –tres pequeñas playas vírgenes– a las que se accede abriéndose camino entre los acantilados y el bosque, puede hacerse snorkel o, sencillamente, sentarse a contemplar el increíble paisaje. Durante la estadía en Playa Esmeralda el turista también puede visitar el Acuario Cayo Naranjo, en el centro de la Bahía de Naranjo, donde es posible bañarse junto a los delfines y ver sus shows.
Gracias a los vientos alisios que soplan durante casi todo el año en la zona, el clima se mantiene templado y agradable.
Playa Esmeralda está a 56 kilómetros de la ciudad de Olguín, alejada de todo ruido. Por eso, los complejos hoteleros que allí se ubican ofrecen el servicio “todo incluido”, una modalidad que contempla la totalidad de los gastos de estadía. Esto también incluye el uso de los catamaranes,veleros, snorkel, tablas de windsurf, bodysurf, kayak y todos los elementos necesarios para hacer distintos deportes.

El tropicana santiaguero

La desafiante belleza de las mulatas cubanas no sólo puede apreciarse al paso en cualquier rincón de la ciudad sino también –y con un poco más de atención– en el Cabaret Tropicana de Santiago, instalado al aire libre y en medio de un exótico ambiente selvático. Las privilegiadas que allí muestran sus dones cada noche son experimentadas bailarinas que mueven cada músculo de sus esbeltos y atractivos cuerpos mimetizándolos con el ritmo de la seguidilla de melodías. Sus figuras perfectas se lucen entre coloridos trajes, con plumas y arreglos de frutas tropicales.
A través de una variada combinación de danzas entre las que sobresalen los bailes rituales negros de la tradición religiosa yoruba, con toques de mambo y una continua percusión afrocubana de fondo, las rumberas le cuentan al visitante la historia de Cuba desde los tiempos de los conquistadores. En las mesas se sirven exquisitos tragos tropicales –incluidos en el valor de la entrada– como los clásicos daiquiris, hechos a base de ron, azúcar y limón; o el mojito, con ron e hierbabuena, a cuya fama contribuyó Ernest Hemingway, gran conocedor del tema, quien en La Habana no dejaba de recomendar tomarlos en sus bares preferidos: el mojito en la Bodeguita del Medio y el daiquiri en el Floridita. En Santiago no se quedan atrás: además de los del Tropicana, en cualquiera de los muchos bares, restaurantes y clubs nocturnos se pueden disfrutar muy buenas copas de estos cubanísimos tragos.

 

Datos útiles

Cómo llegar. Cubana de aviación vuela a La Habana por alrededor de 700 dólares. A Santiago se puede llegar en vuelos internos, en ómnibus o en tren.
Dónde alojarse. En Santiago el hotel Meliá Santiago de Cuba es el mejor de la ciudad por su estratégica ubicación y comodidades. Av. Las Américas esq. 4ª. Tel: 0053 226 687070. En Playa Esmeralda hay varios hoteles: Meliá Río de Oro.
Tel.: 00532430090. Sol Club Río de Luna. Tel: 0053-2430030. Sol Club Río de Mares. Tel: 0053-2430060. Estos hoteles ofrecen la modalidad all inclusive, un servicio que contempla la totalidad de los gastos de la estadía. Un paquete de 15 días, con vuelo, traslados –sin impuestos– ronda los 1400 dólares por persona.

 

La herencia española

Es en la arquitectura santiaguera donde la herencia española alcanza su máxima expresión: sus esquinas se asemejan a réplicas exactas de Andalucía, Extremadura o Castilla. Los callejones empedrados, con antiguas casas señoriales, amplias ventanas y patios interiores con aljibes en sus centros, traen a la memoria una visita a la aldea gallega del abuelo. Las construcciones están colmadas de detalles arquitectónicos de rasgos moriscos y andaluces: las rejas y los guardavecinos, que protegían a los moradores de las intromisiones ajenas, elaborados en hierro forjado, tienen formas caprichosas, y denotan el profundo conocimiento del oficio del herrero. Otro elemento que se distingue en el casco histórico son los faroles: colocados en las esquinas, entrecalles y plazas, asentados sobre un brazo de hierro fundido con figuras antiguas y una armazón metálica recubierta por vidrio.