Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH LAS12

AUSTRALIA
La ciudad de Sydney

Moderna y muy acuática

Un vuelo sobre el Polo Sur hacia la lejana Australia, ese inmenso territorio de desiertos rojos y fauna exótica que atrajo a inmigrantes de todo el mundo. Y que desde hace años atrae cada vez más a los turistas ávidos por conocer sus paisajes y su diversidad cultural. Antes o después de recorrer el país, se impone una estadía en Sydney, la moderna y cosmopolita ciudad que intenta abrazar el mar.

Informe: Sol Aramendi
Fotos: Focus

Volar en el Transpolar implica muchas cosas; atravesar el tiempo, cruzar el Polo Sur y viajar de Buenos Aires a Nueva Zelanda y Australia por la vía más directa. Son unas 17 horas de vuelo hasta Sydney saliendo a la 1 de la madrugada de Buenos Aires, salteando un día en mitad del aire. Con el mismo halo de misterio, aunque racionalmente explicable, el día perdido se recupera al regreso. Esta experiencia es aún más exótica si el vuelo se realiza a bordo de un avión rojo de la aerolínea australiana, pintado con elocuentes canguros. Este diseño es el “Wunala Dreaming”, un homenaje a las culturas aborígenes para quienes todo lo que no es presente representa el período de “ensueño” y así narran las historias de viajes de sus espíritus ancestrales, nómades por naturaleza, a través del paisaje.
Volar a contramano de la rotación de la Tierra para ir a zambullirse en los mares cálidos de la famosa barrera de coral y descubrir su exótico mundo marino, conocer sus playas y selvas tropicales o atravesar kilómetros de extenso desierto rojo y aprender sobre una de las culturas más antiguas de la humanidad, sin duda justifica el largo viaje. Pero detenerse unos días en Sydney servirá para constatar que Australia también tiene una de las ciudades ideales del mundo moderno.

Waterworld Sydney se extiende alrededor de una bahía. Mira al mar y la vida de la ciudad lo incorpora activamente, aprovechando el agua para que el transporte público cruce de un barrio a otro. Así, es muy fácil darse el gusto de recorrer la bahía en cualquiera de los ferries que salen continuamente de Circular Quay, en el microcentro de la ciudad. Vale la pena el paseo en redondo a bordo de uno de los viejos ferries que pasa por los barrios de Mosman y Kirribilli, bordeando las rocosas laderas donde asoman, entre la espesa vegetación, los diversos estilos arquitectónicos de las mansiones emplazadas frente a la costa. Antes o después del paseo, es muy recomendable hacer una parada en un Oyster Bar vecino, donde se puede tomar un buen vino blanco de Adelaide, zona vitivinícola por excelencia, y comer unas ostras tomando sol y disfrutando de la vista de la bahía.
Desde el mismo Circular Quay zarpa otro ferry que en media hora llega al zoológico de Taronga, un lugar ideal para pasar el día en total contacto con la exuberante naturaleza. Es una reserva natural, con un interesante concepto de visita: apenas uno traspasa sus puertas los amigables guías ofrecen algunos animales para acariciar, alzar y mirar bien de cerca. De acuerdo con el criterio ambientalista del zoo, los koalas, canguros y demás animales de la fauna australiana viven en inmensos espacios. Otro de sus atractivos es un impresionante show de pájaros.
O se puede salir también en ferry rumbo a Manly, una de las muchas espléndidas playas al norte de la ciudad. Ya sea en verano o en invierno, las costas de esta zona desde Manly hasta Palm Beach combinan extensas playas rodeadas por acantilados y reservas naturales. Desde el mismo Palm Beach se puede tomar otro ferry para desembarcar en el Ku-ring-gai National Park y emprender una caminata por los bosques semitropicales que los australianos llaman “el bush”.
El lugar óptimo para instalarse por unos días en Sydney es el barrio de la famosa playa de Bondi, urbana y surfista por excelencia. Desde muy temprano, hay gente caminando, surfeando, dándose un chapuzón matinal, haciendo yoga, chapoteando en las piletas publicas de agua salada en la ladera de la roca. Por un concurrido sendero se puede ir desde Bondi bordeando los acantilados y playas de todos los barrios del este que dan al mar, pasando por Tamarama, Bronte, Clovelly y Coogee, sin cansarse nunca de respirar hondo y gozar de la costa de la ciudad. Teniendo tantos espacios privilegiados para disfrutar del aire libre, en este barrio hay todo un culto al hedonismo y la buena vida. En torno a la playa hay una gran variedad de restaurantes de diversas etnias y en cualquiera de los cafés se puede saborear un rico y fresco jugo de frutas mirando el mar. Y luego... ¿por qué no?, animarse a un masaje chino.

Mercados, compras y algo mas Para un paseo que combine las compras con los entretenimientos, el lugar indicado es Darling Harbour, un gran centro moderno, donde se puede visitar el acuario de Sydney y el impactante museo de ciencias Power House Museum, o ver algunas proyecciones en las envolventes pantallas del cine IMAX. Una parada ineludible en este recorrido es instalarse en alguno de los bares y restaurantes del complejo de Cockle Bay Wharf, siempre sobre el agua.
Los mercados de Sydney también atraen a locales y foráneos. El más conocido y recomendable es el mercado de los sábados de Oxford Street, en el barrio de Paddington. Hay una gran variedad de coloridos puestos con cosas nuevas y de segunda mano, artesanías de todo tipo, comidas exoticas, y el habitual rejunte de tarot, cristales, aromas y masajistas. Saliendo del mercado pero en esta misma zona, hay boutiques más “fashion”, roparetro, cafés y un par de pubs. Entre ellos, el más conocido es el Paddington Inn.

Paseos con estilo Si al turista le interesa la arquitectura de la ciudad, la ecléctica Sydney tiene mucho que ofrecer, empezando por su Opera, símbolo emblemático en el mundo entero. Diseñada por el arquitecto danés John Utzon, es impactante por fuera y por dentro. Cuenta con varios auditorios y hay funciones de ópera, teatro, conciertos y también cine. Aunque no se asista como espectador, se puede entrar para conocer su interior, fiel reflejo de las tendencias de los 60.
Más atrás en el tiempo, la zona de The Rocks mantiene el estilo arquitectónico de barrio obrero del 1800. Allí, en Gloucester Street, está Susannah Place –un ejemplo clásico de esa época– que se conserva como museo. En su interior hay un almacén de fin del siglo XIX donde se venden productos a la vieja usanza. En The Rocks también se encuentran algunos de los pubs más antiguos de la ciudad, otra importante herencia anglosajona.
En el barrio de King’s Cross se puede visitar Elizabeth House, una mansión de arquitectura colonial australiana con espléndida vista sobre la bahía, también hoy convertida en museo.
Pero los realmente devotos de la arquitectura, seguramente querrán conocer la casa de los años 50, de estilo rigurosamente modernista, del arquitecto Harry Seidler, ubicada a unos 30 kilómetros del centro, en el barrio de Wahroonga. Los domingos se puede pasar un rato en esta casa con diseño y mobiliario de estilo racionalista, rodeada de un bosque y frente al parque nacional Ku-ring-gai.

Sabores de Oriente y Occidente. Hasta los años 60 Sydney era una ciudad de hábitos muy anglosajones. En aquel entonces era “bohemio” comer pasta y tomar vino en vez de carne, verduras y mucha cerveza. Las diversas inmigraciones de Europa, Asia y América del Sur produjeron sus cambios. Hoy en día Sydney es una metrópolis cosmopolita y sus habitantes han aprendido a tomarle el gustito a todo lo sabroso: las comidas eclécticas, los picantes hindúes, las especies asiáticas, el café italiano o el turco.
La variedad culinaria de Sydney ha pasado a ser otro de sus reconocidos atractivos. A lo largo de King’s Street, en el “funky” barrio de Newtown, hay todo tipo de restaurantes para elegir: desde el indonés, el tailandés, el japonés y el vietnamita hasta el libanés o italiano. Muy buena comida y ambiente a precios económicos. Además en Australia existe el concepto del BYO (bring your own) para abaratar las salidas a comer afuera, el cual consiste en traerse su propia bebida (muchos la compran en el pub más cercano). La misma variedad de restaurantes, a un nivel un poco más sofisticado, hay en Crown Street en Surrey Hills. Si de cocina italiana se trata, quizá lo mejor es ir directamente a Leichardt, el barrio italiano por excelencia de la ciudad. Y si hablamos de platos chinos, hay que saber que en Haymarket está el barrio chino y que Yum-cha es el restaurante preferido por los locales para ir a comer los domingos. Si el plan es continuar la noche escuchando música, conviene consultar el suplemento Metro del diario Sydney Morning Herald para conocer las alternativas. El Harbourside Brasserie en The Rocks siempre tiene buen repertorio para los jazzeros y en algunos pubs tocan grupos de toda índole.

sydney gay

Sydney celebra la diversidad, la aceptación y la tolerancia. La gente de Sydney está acostumbrada a la heterogeneidad y la ciudad refleja la idiosincrasia de una sociedad multicultural.
La población gay de Sydney es considerable y su festival, el Mardi Gras Lesbo/Gay –que ocupa un lugar importante en la agenda cultural del mes de febrero–, atrae año a año a gente gay y straight de todas partes del mundo. Comenzó como protesta social contra la discriminación de homosexuales y desde entonces se ha profesionalizado incluyendo a artistas locales y extranjeros. Culmina en un gran desfile, de fama mundial, el primer sábado de marzo, durante el cual la comunidad gay se muestra con toda su exuberancia, su desparpajo y su sentido del humor.
Los lugares más gays de Sydney están en Darlinghurst, Oxford Street y King’s Street. La ciudad será la sede de los Juegos Olímpicos gay en noviembre de 2002. Los Gay Games, que se realizan cada cuatro años, comenzaron en EE.UU, el último fue en Amsterdam y ahora le toca a Sydney. Sin duda la ciudad se lucirá como lo hizo en los Juegos Olímpicos de 2000.

Más información: www.mardigras.com.au
www.freefm.org.au

 

Datos utiles

Qantas opera 2 vuelos semanales a Sydney vía Auckland, saliendo los días sábado y lunes a la madrugada. Para mayor información sobre Australia, Nueva Zelanda y las promociones vigentes de Qantas se puede consultar su sitio en castellano
www.qantasargentina.com