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SANTA CRUZ
El Glaciar Perito Moreno y El Chaltén

Hielonautas en la Patagonia

Excursiones al Perito Moreno: A pie, en barco, o la indescriptible experiencia de convertirse en un hielonauta caminando sobre el glaciar. Y en el área del cerro Chaltén, un trekking hacia la base de la montaña sagrada de los tehuelches. Desde allí, entre lagunas, antiguos bosques y ventisqueros, hasta las agujas de piedra del Cerro Torre. Un viaje por el mundo natural como es, en toda su potencia incorruptible.

Texto y fotos:
Florencia Podestá

El Parque Nacional Los Glaciares –declarado Patrimonio Mundial Natural por la Unesco– es uno de los enclaves naturales que congrega más cantidad de visitantes en Latinoamérica. La ciudad de Calafate, sobre el Lago Argentino, hace tiempo ha dejado de ser el pueblo tranquilo nacido tras el paso de arrieros que transportaban la lana de las ovejas. Los viajeros de todo el mundo –mucho más que los argentinos– lo convirtieron en el punto de partida de sus exploraciones en el hielo del Perito Moreno, a 80 kilómetros de distancia.
Desde Calafate se puede visitar el Glaciar en una excursión. Luego de atravesar una franja de estepas áridas, aparecen algunos bosquecitos de lengas torturadas por el viento, y la mole azul del glaciar. Comenzamos a caminar por la orilla del Lago Argentino, un suelo ondulado, negro y rayado, como peinado por un cepillo pesadísimo; son las huellas digitales del hielo que hace miles de años, en la Era Glaciaria, cubría gran parte del planeta y modelaba con su arrastre lentísimo la superficie terrestre. Al aproximarnos, nos asalta la visión imposible de un muro de hielo flotante de cinco kilómetros de frente y 60 metros de altura. El silencio es total y da miedo quebrarlo. De repente, algo tiembla en el muro azul, y una porción del frente del glaciar se desprende, torres azules del tamaño de un edificio de veinte pisos se desploman con un sonido atronador que hace vibrar el suelo. La masa gigantesca de hielo azul flota en el agua, gira, se hunde y vuelve a emerger, hasta encontrar la posición estable en que, ya convertido en iceberg, va a iniciar su viaje a la deriva por el Lago Argentino.
También es posible acercarse al glaciar por agua, en una excursión de todo el día que sale desde Puerto Bandera y navega por el lago. Pero una manera única de ver el glaciar Perito Moreno es caminar sobre él. Esto es posible sin ser un escalador experimentado o un kamikaze, gracias al minitrekking, la excursión que nos permite convertirnos en hielonautas por algunas horas.

Dioses de granito Si bien el Parque Nacional Los Glaciares (Santa Cruz) es célebre por el Glaciar Perito Moreno, el area del Chaltén es sin duda la meca para los viajeros más movedizos, ya sean caminantes, andinistas o acampantes. Fotografiados por todos los montañistas fanáticos del planeta, el Cerro Chaltén o Fitz Roy (3440 metros) y el Cerro Torre (3120 metros), con sus perfiles fantásticos e inolvidables, son la consumación de todas las excursiones. Los antiguos dioses de granito, reverenciados por los nuevos peregrinos. El Perito Moreno nombró al cerro Fitz Roy en honor al Capitán Fitz Roy, de la nave “Beagle”, que acompañó a Darwin en sus andanzas por el extremo Sur. Pero las tribus tehuelches, para quienes el cerro era un dios, lo llamaban Chaltén, que significa “Dios del Humo” (o “del Viento”).
A 213 kilómetros al norte de Calafate se encuentra El Chaltén, un pueblo pequeño en la estepa barrida por los vientos, justo en el comienzo de las montañas. El conjunto de casitas, hospedajes y algún que otro “baralmacén” sirve de base para los caminantes, escaladores y fanáticos de la montaña que a veces permanecen meses en la zona.

Trekking en el Chaltén Antes de partir, debemos asegurarnos de tener todo en la mochila: carpa, bolsas de dormir (buenas sí o sí), calentador y comida para unos días. Desde el pueblo El Chaltén se abren en V dos caminos: uno va a Laguna Torre, y el otro a la base del Fitz Roy. Sin embargo, es posible triangular estos dos caminos por un atajo y hacer un circuito sin volver al punto de partida (los caminos son muy claros y bien marcados).
El camino parte del camping Madsen y sube poco a poco entre un bosque de ñire y lenga. Por un minidesvío se llega a la Laguna Capri (1.30 hs.), que tiene una vista espectacular de todo el macizo Fitz Roy, y lugares muytentadores para acampar junto al agua. Pero decidimos seguir hasta la Base.
Surcamos el magnífico valle del Chorrillo del Salto. Es una planicie alucinante de piedra erosionada, como sufrida, y vegetación esteparia torturada por el viento; en el fondo se levantan las torres doradas del macizo, varios picos de paredes verticales que emergen de la tierra como lanzas. En tres horas más de caminata ventosa llegamos al Río Blanco, de aguas caudalosas que nacen de un glaciar. Es la base del Fitz Roy. Hay varios espacios para acampar, con fogones, en un sitio tranquilo y bucólico junto al río, bajo un techo de lengas y con vistas al cerro.
Lo mejor para hacer desde aquí es subir a la Laguna de los Tres, al pie del Fitz Roy (tal vez la mejor excursión del Parque). Dos horas inevitables subiendo por las morrenas que dejó el glaciar al retirarse. Al fin llegamos a esta laguna glaciaria de altura, de un azul cristalino increíble, y con una vista espectacular: en primer plano tras el azul, la aguja brillante del Fitz Roy. Si nos asomamos a un peñasco sobre el abismo veremos unos 300 metros más abajo la Laguna Sucia y el glaciar del que nace. No es sucia, sino de un denso color turquesa o jade, opaco debido a los minerales flotantes.

De cara al Cerro Torre La excursión a Laguna Torre desde Río Blanco es mucho más sencilla. Tomamos el atajo (dirección sur). Un terreno casi plano entre bosques antiguos de lenga, llenos de musgos y helechos. Se pueden ver conejos y pájaros carpinteros patagónicos, de cabeza colorada, y con mucha suerte un zorro. Hay algunos mallines que desdibujan la senda, pero el camino es bastante obvio y fácil de seguir.
Por fin llegamos al Campamento, junto a un río atronador. A unos diez minutos está la Laguna Torre. El Ventisquero Grande desciende del macizo y llena la laguna de témpanos que navegan con el viento. Y en frente varias agujas de granito; entre ellas, por fin, el famoso, el infame, Cerro Torre. La hilera de torres impresiona un poco; es una imagen de la Naturaleza en su costado violento, como un relámpago, pero congelado en el tiempo.
En todo el camino encontraremos a muchos extranjeros, sobre todo europeos y australianos. Pero allí tenemos la impresión de estar en otro mundo, uno en donde no existen países y fronteras, sino sólo el mundo natural como es, en toda su potencia incorruptible.

Datos útiles

Cómo llegar: La tarifa de los vuelos al flamante aeropuerto de El Calafate es de unos 200 pesos).
Dónde dormir: una habitación en Calafate puede ir desde los 80 $ en hotel tres estrellas hasta 15 $ en hospedajes, y 10 $ en el albergue de la juventud. En el pueblo El Chaltén hay varios campings que cobran entre 6 $ a 8 $ por persona (con servicios), y varios albergues que van desde los 10 $ hasta los 40 $ en los establecimientos más equipados. En los circuitos de trekking el camping es libre.
Más información: En Buenos Aires, tel.: 4325-3098.
E-mail: [email protected].