El juez federal nº 4, Marcelo Bailaque, indagó ayer al ex jefe de Contrainteligencia de la Policía de Investigaciones (PDI), Alejandro Druetta, como presunto jefe de una asociación ilícita que comerciaba drogas. El policía, ya desplazado de su cargo, se declaró inocente y agregó que la acusación en su contra es "falsa y errónea". La causa se centró en los delitos que cometió esa asociación ilícita apuntada, desde el 5 de julio de 2007 al 26 de septiembre de 2012 en Rosario. Un arrepentido declaró con detalles cuáles fueron las causas armadas y las víctimas.

Druetta y Juan "Tiburón" Delmastro -otro ex policía preso por ser parte de la banda Los Monos- fueron acusados por los delitos de "asociación ilícita -en calidad de jefes, en concurso real con los cargos de tráfico ilícito de estupefacientes, en la modalidad de comercio, agravado por la intervención de más de tres personas y por su calidad de funcionarios públicos, falsedad ideológica y falso testimonio, en concurso ideal con el delito de dejar de promover la persecución penal". En tanto, Ignacio Actis Caporale fue imputado como miembro de esa misma organización  Esta "empresa criminal" tendría como finalidad concretar distintos procedimientos de prevención con información obtenida ilegalmente, es decir, como resultado del mismo accionar delictivo vinculado con el comercio de alcaloides.

En ese marco, en el expediente se pudo establecer que Druetta Y Delmastro "le impartieron las directrices pertinentes a Actis Caporale para desplegar y organizar diversas etapas relacionadas con la distribución comercial de la droga, ya sea la obtención de los alcaloides, su guarda como su posterior comercialización, lo cual se develó- en los hechos de tráfico ilícito descubiertos en la causa FRO n° 569/2011, en la que Actis Caporale fue considerado organizador de una cadena de tráfico".

En forma paralela, "se verificó que la empresa delictiva llevó a cabo otras conductas de corte criminal, orientadas a la concreción de procedimientos de prevención, con información obtenida ilegalmente para sustanciar falsamente su función policial y éxito profesional".

"En esa dirección -agrega el expediente- como consecuencia de la actividad principal de tráfico ilícito de la organización y mediante datos aportados por otro miembro de la organización -Actis Caporale- en relación a otros sujetos vinculados con maniobras de distribución de estupefacientes, Druetta y Delmastro, valiéndose de su calidad de miembros de la Policía de la Provincia de Santa Fe, llevaron adelante diversos procedimientos que culminaron con la detención de diferentes personas y con el secuestro de material estupefaciente, en los que se plasmaba falsamente su inicio, es decir, cómo se había dado con el imputado luego aprehendido, o bien que la prevención se había motivado en un dato recibido en forma anónima".

Estos aspectos iniciales luego eran afirmados falsamente por ambos policías al momento de ratificar su actuación en audiencia testimonial ante la instancia oral del proceso penal sustanciado.

Por ello, tanto Druetta como Delmastro "no dieron cumplimiento con las obligaciones legales que les incumbían y, faltando a tales deberes, no promovieron la persecución y represión de las maniobras de tráfico".

Esta modalidad se habría verificado, al menos, en el marco de las causas que terminaron con presos y condenados, tales como los casos de Pablo Andrés Castelau, Jeronimo Zabala Salinas, Patricio Sebastián Ferrecio,  Gustavo Camelli y Sergio Alejandro Campos, en los que se incluyeron como declaraciones falsas que se habían dado con los imputados a partir de llamados efectuados en forma anónima o como consecuencia de procedimientos de prevención, cuando en realidad se llegaba a sus aprehensiones como consecuencia del conocimiento al que accedían por la actividad de tráfico que desplegaban junto con Actis Caporale.

En resumen Druetta y Delmastro no dieron cumplimiento con las obligaciones legales que les incumbían y, faltando a tales deberes, no promovieron la persecución y represión de las maniobras de tráfico que por ley debían perseguir, según se desprende de la acusación fiscal.