No sólo son los 26 años sin ganar la Copa América. A la Selección Argentina se le suman frustraciones recientes: los subcampeonatos de Chile 2015 y Estados Unidos 2016. En ambas finales, ante los chilenos. Se puede agregar el segundo puesto en el Mundial de Brasil (2014) y la temprana eliminación de Rusia, el año pasado. Depende de la mirada: los extremistas del resultado hablarán de fracaso; los moderados dirán que no cualquiera llega a tres finales y agregarán que, en síntesis, sólo se perdió por un gol ante Alemania y por penales en dos finales de Copa América.

Pero más allá de posicionamientos, la deuda es el título. Sobre todo porque en las últimas tres décadas la Selección tuvo tantos jugadores de roce internacional. Se incluye a Lionel Messi, el mejor del mundo. Se agrega a Javier Mascherano, Sergio Agüero, Angel Di María y a Gonzalo Higuaín, entre otros de una lista que la rompe en Europa y que no se afianza con la albiceleste. Es la señalada era post Diego Maradona.

Cuando Alfio Basile asumió al frente del seleccionado tras el alejamiento de Carlos Bilardo en 1990 (subcampeones del mundo en Italia), anunció un equipo que se identifique con los hinchas de todo el país. Diseñó un programa de amistosos por las provincias y logró el objetivo. Ya sin la figura de Diego en la cancha, que se había vuelto protagonista de escándalos varios, apostó a jugadores del medio local.

Fue el momento de Leonardo Rodríguez -tal vez el mayor emblema entonces-, Diego Simeone (usaba la 10), Gabriel Batistuta y Fernando Redondo. Para la Copa América del 91, que se jugaba en Chile, Argentina llevaba 32 años sin ganarla (desde 1959, en casa). Los títulos mundiales del 78 y el 86 tapaban todo, incluso el cuarto lugar con pobre actuación en la Copa América del 87, jugada en nuestro país. A la fase final del torneo del 91 llegaron Argentina, Brasil (3 a 2), Chile (0-0) y Colombia (2-1). Los de Basile lograron el título por puntos.

El seleccionado iba en ascendencia. Treinta y tres partidos sin derrotas. En el 92 había ganado la Copa Kirin y la Rey Fahd (luego la Copa Confederaciones). Y en el 93 de nuevo se quedó con la Copa América que se jugó en Ecuador tras ganarle en la final 2 a 1 a México. Todo iba bien hasta que empezaron las eliminatorias para el Mundial de Estados Unidos 1994. No se jugaba bien. El gran cuco americano era el Colombia de Carlos Valderrama, Freddy Rincón y Faustino Asprilla, que le dio a la Selección un baile tremendo en la cancha de River: 5 a 0, tapa negra de El Gráfico, crucificción de José Sanfilippo a Sergio Goycochea en el programa de Bernardo Neustadt y a sufrir con el repechaje ante Australia.

Se llamó a Maradona como salvador y el equipo nacional se clasificó casi sin aire. Desde entonces, el seleccionado no pudo levantarse. Hubo ilusión en Estados Unidos, pero el doping positivo de Diego fue el otro mazazo que se sumaba al de los colombianos en menos de un año. Argentina se quedó afuera, se fue Basile y vino la mano dura de Daniel Passarella.

Igual, no faltaron grandes jugadores en las nuevas camadas: Marcelo Gallardo, Ariel Ortega, Pablo Aimar, Hernán Crespo, Juan Sebastián Verón, Gustavo López, Sebastián Rambert, Matías Almeyda, Javier Zanetti, Roberto Ayala, Claudio López. Pero no hubo resultados. Ni en América ni en el mundo.

En la Copa América de Uruguay ‘95 la Selección fue eliminada por Brasil. El único consuelo tal vez sea que Batistuta fue, con 4 goles, el máximo anotador del torneo. En Bolivia ‘97 y Paraguay ‘99 también hubo regresos tempranos. En Colombia 2001 hubo faltazo: se alegó falta de garantías en la seguridad. Perú fue la sede en 2004, a donde Argentina llegó con el dolor de la temprana eliminación de Corea-Japón dos años antes. Se perdió la final con Brasil. Por penales.

En Venezuela 2007 se jugó otra final. De nuevo Brasil del otro lado, que despachó con un 3 a 0. En julio de 2011, Argentina fue el país anfitrión de la 43ª edición de la Copa América. Ya no estaba Maradona como técnico. En su lugar dirigía Sergio Batista. Las figuras: Esteban Cambiasso, Gabriel Milito, Angel Di María, Javier Zanetti, Gonzalo Higuaín, Carlos Tevez, Javier Mascherano, Sergio Agüero y… Lionel Messi. Empate con Bolivia y Colombia y goleada a Costa Rica. Pero, en cuartos de final, no se pudo frente a Uruguay.

Después pasó lo de Chile y Estados Unidos. En pocas horas Argentina empezará a desandar el camino hacia la final de la Copa América 2019 nada menos que en Brasil y contra Colombia. El equipo de Lionel Scaloni, con un plantel renovado a medias y una dirigencia que deja muchísimo que desear detrás, tiene la posibilidad de revertir una historia de casi tres décadas que llevó a los argentinos a decir 'que somos los mejores, que siempre nos perjudican y que no merecemos lo que nos pasa'.​