Las concesionarias suelen promocionar planes de ahorro para acceder a un 0 km en cuotas sin interés. A partir del pago de cierta cantidad de cuotas se puede obtener el auto por sorteo o por licitación y utilizarlo antes de terminar de pagarlo. En los últimos 7 años se han otorgado un total de 1.273.772 planes de ahorro automotor, según la Asociación Financiera de Marcas Automotrices.

Si bien las cuotas del plan de ahorro no tienen tasa de interés, su valor se va actualizando al ritmo del precio de fábrica del automóvil. En el último año, las cuotas de los planes de ahorro se incrementaron entre 60 y 80 por ciento por la suba del dólar en el precio de los autos. Una cuota que en mayo de 2018 era de 4126 pesos, representando el 17 por ciento del salario promedio, doce meses después alcanzó los 7561 pesos, 23 por ciento del salario promedio de ese mes.

El reciente informe de CESO-Santa Fe “Autoahorro, la pesadilla del auto propio” señala que el precio de fábrica sobre el que se calculan las cuotas difiere del precio de mercado. Las automotrices suelen ocultar esa diferencia con promociones que no se aplican a los planes de ahorro, de manera que el precio de mercado de los autos suele ser hasta un 15 por ciento menor que el precio sobre el que se calculan las cuotas. Un ejemplo de esa metodología es la nueva línea de descuentos lanzada por el Gobierno, de entre 50 mil y 90 mil pesos por auto, que excluye a quienes están anotados en un plan de ahorro.

Las cuotas de los planes de ahorro además se inflan por una serie de gastos extras que promedian el 30 por ciento del importe total de la cuota, llegando al 50 por ciento en las fases finales del plan. De esos gastos, sobresale el del seguro, cuyo valor se actualiza al ritmo del precio de fábrica y en donde el cliente no puede elegir la aseguradora, quedando cautivo de empresas que cobran primas por encima del promedio de mercado. Esos gastos extras actúan además como una traba para que el cliente no pueda escapar del plan, ya que si decidiera salir, sólo le sería reembolsado el valor de las cuotas pagadas, excluyendo esos gastos extra. Es decir, si el cliente quisiera salir del plan perdería en promedio un 30 por ciento de los pagos realizados. Además, si decidiera cancelar el plan antes de haber obtenido el vehículo, la concesionaria le daría el dinero recién al momento de la liquidación del grupo al que pertenece. Por ejemplo, quienes estén en un plan de 84 cuotas y se retiren a la mitad, deben esperar 42 meses para obtener su dinero.

En el momento de la adjudicación aparecen otros costos onerosos que pueden alcanzar el 15 por ciento del valor del auto. Se trata del derecho de adjudicación, impuestos, patentamiento, flete, prenda y seguro. De esa manera, las automotrices inflan entre 30 y 50 por ciento el precio de los autos en los planes de ahorro, política que les permite obtener grandes ganancias financieras pese a la crisis productiva que atraviesa el sector

@AndresAsiain