Las lluvias de ayer, como las del domingo, afectaron a “casi todo” el país, informó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), uno de cuyos especialistas advirtió que “hay ciudades en las que se superó el promedio de precipitaciones que se espera en todo el mes”, en algunos casos en apenas una tarde. En Santa Fe, la ruta nacional 7 estuvo cortada –por cuarto día consecutivo– por precaución ante la posibilidad de desbordes de la laguna La Picasa, que también llega al norte de la provincia de Buenos Aires, por lo que en Junín, que limita con su costa, se había declarado el estado de alerta. En el noroeste del territorio bonaerense, hubo dos evacuados porque, explicó un coordinador de Defensa Civil local, “hace cinco días que sacamos el agua y vuelve a ingresar, por lo que todos los días es como empezar de nuevo”. Concepción del Uruguay, en Entre Ríos, anoche los evacuados regresaban a sus hogares, aunque la ciudad estaba en alerta luego de que cayeran  260 milímetros de agua en doce horas, mientras que a 17 kilómetros de allí, en Talita, la correntada arrastró una vivienda precaria en la que dormía una familia, cuyos ocho niños, para salvarse, se aferraron a un árbol del cual su padre los rescató horas después improvisando un bote con un tanque de agua cortado a la mitad.

“Más de medio país está bajo lluvia” y “ni siquiera con el fenómeno de El Niño llovió tan intensamente como está lloviendo desde el viernes”, detalló ayer el meteorólogo del SMN Ignacio Amorín,  quien descartó la posibilidad de “sudestadas permanentes” en las costas de la provincia de Buenos Aires. El especialista advirtió que las precipitaciones fueron copiosas inclusive en regiones donde no es habitual que llueva en esta época del año. “Si bien la lluvia en esta época del año es habitual, no lo es que sean tan intensas”, explicó y remarcó que las precipitaciones afectan “al norte, litoral y centro del país”.

En Entre Ríos, la correntada sorprendió a Daniel Ramírez y sus ocho hijos el domingo por la noche, mientras dormían. El agua arrastró la vivienda precaria que habitaban, y los chicos se salvaron aferrándose a un árbol, donde permanecieron entre cuatro y cinco horas, “prendidos hasta que aclaró”, según contó su abuela, María Ledesma. En esas horas, Ramírez improvisó un bote con un tanque de agua, que cortó a la mitad. Cuando la lluvia amainó, con ayuda de integrantes de Prefectura –que no podían llegar adonde estaban los chicos porque la fuerza de la corriente impedía llegar a las motos acuáticas– Ramírez tendió un cable a través del cual sus hijos lograron llegar al bote. “La casa está perdida. No tienen ropa, no tienen nada, el agua se llevó todo”, lamentó Ledesma, quien celebró que sus nietos, “que estaban dormidos cuando el agua llegó y se llevó todo, se salvaron”.

En Catamarca y La Rioja, se registraron 60 y 70 milímetros de agua respectivamente desde el viernes hasta ayer; en territorio riojano, inclusive, llegó a registrarse una fuerte granizada en la zona de Famatina. “Las intensas lluvias se deben a un frente de baja presión en los niveles medios de la atmósfera (a unos 5500 metros) que se acerca por la costa de Chile y que cuando se aproxima a la cordillera se encuentra con aire muy húmeda y favorece a la formación de nubes con gran desarrollo de lluvias muy intensas y que localmente pueden dejar fuertes granizadas”, explicó el meteorólogo.

En Santa Fe, un tramo de 54 kilómetros de la ruta nacional 7 estuvo cortado por el desborde de la laguna La Picasa, que no tiene salida al mar y que por ello mismo registra bajo potencial de escurrimiento y de infiltración. En Junín, que limita al norte con esa laguna, la ciudad estaba ayer “en estado de alerta”, informó el intendente Pablo Petrecca, quien explicó: “vamos viendo el minuto a minuto, controlando el agua”.

En la provincia de Buenos Aires, las lluvias de los últimos cinco días obligaron a cortar los caminos de acceso a  Coronel Charlone y Emilio Bunge, en General Villegas. El coordinador local de Defensa Civil, Juan Pablo Del Vecchio, informó que las ciudades más afectadas son Santa Regina, Charlone, Bunge y Santa Eleodora. “No nos queda más por hacer. En Bunge, donde hubo dos evacuados por prevención, están trabajando con seis bombas para descongestionar el agua, con contención y canales”.