Entre los proyectos quijotescos y exorbitantes que George Harrison impulsó tras los Beatles (sacar un disco triple, poseer un McLaren Fórmula 1, adentrarse en el misticismo oriental, producir el concierto a beneficio para Bangladesh) estuvo el de montar una productora cinematográfica con    –casi– ningún conocimiento del tema. Todo comenzó hace 40 años como una mano –su exquisita derecha– a los Monty Python. Su idilio como profesional de la industria se concretaría durante más de una década al frente de HandMade Films. An Accidental Studio se centra en la historia de esta productora obstinada en quebrar las convenciones. “Fue accidental su nacimiento y también su desarrollo. No fue algo premeditado: quería que se hiciera La vida de Brian y el único modo posible era fundando esta compañía”, repasa Ben Timlett, el director del trabajo junto a Bill Jones, entrevistados ambos por PáginaI12. La plataforma AMC (http://www.amctv.la/) emite el film, alojado en Mi Pocket, la app de la señal. 

La historia es conocida, hacia 1978 la troupe de comediantes veía naufragar su sátira sobre un contemporáneo de Jesús señalado como el Mesías. EMI olió las acusaciones de blasfemia y decidió abandonar a los Python a horas de empezar el rodaje en Túnez. Así fue como George Harrison (amigo personal de Eric Idle y Michael Palin y fan declarado de su trabajo) entró en el juego. El músico llegó a empeñar su casa y estudio con el objetivo de reunir los fondos necesarios para que la película llegara a las salas. Y de yapa hizo un cameo en la que es considerada una de las mejores comedias de todos los tiempos. “Después de los Beatles quería ser parte de otro grupo y nosotros no estábamos interesados en saber cómo se habían peleado los Beatles. Sólo queríamos hacer nuestro trabajo. Al ver las peleas encarnizadas del grupo por las decisiones creativas, George decidió irse del set y volver a Inglaterra”, recuerda Terry Gilliam en una de las jugosas entrevistas que forman parte del documental. Lo cierto es que tras el suceso, HandMade se convertiría en un trampolín para los proyectos alternativos de los Python como Time Bandits y receptáculo de films de corte independiente. “Podías llevarles un chupetín, decirles que ése era tu personaje y te daban el ok para empezar a rodar”, asegura Bob Hoskins, otro de los nombres fuertes de la casa, gracias a películas como The Long Good Friday y Mona Lisa.  

El documental le dedica una hora y media al auge precipitado y el ocaso de HandMade Films. Su singular modus operandi con historias que el resto de los estudios despreciaban, los conflictos entre las finanzas y el costado creativo (el manager Denis O’Brien aparece como el villano perfecto), y el testimonio de personalidades como Neil Jordan, Helen Mirren y Michael Caine. Además de las buenas produjeron ese Titanic fílmico llamado Shanghai Surprise. El proyecto, protagonizado por Sean Penn y Madonna, resultó una clase maestra de lo que no debe hacerse en cine. La mayoría de estas secuencias, por otro lado, son acompañadas con algún comentario sarcástico del exbeatle. Esa honestidad brutal tendría su corolario en la fiesta de los diez años de la productora: “Gracias por venir. Ahora váyanse a cagar. En serio, quiero agradecerles particularmente a los Python por haberme metido en esto. Es un placer fingir estar en la industria del cine, en esta estúpida vida de caricatura”, dice un mordaz Harrison. “Quería hacer películas que quería ver. El resto era suplementario. No lo tentaba el glamour del cine, más bien todo lo contrario. No era un tipo corporativo. Era él mismo y se notaba”, especifica Bill Jones. “Era realmente muy locuaz y abierto en sus opiniones, un poco como los Python”, asegura Ben Timlett. 

–¿Qué particularidades tiene esta faceta de George Harrison?

Bill Jones: –Es George el realizador cinematográfico. Algo quizás pequeño pero que realmente disfrutó mucho y le puso mucha garra durante un tiempo. Quería hacer películas que le gustaran y de gente que respetaba creativamente. Y también se palpa el sentido del humor corrosivo que tenía. A su vez se nota que quería ser parte de una banda y disfrutaba de andar de ronda con los Python.   

–Siempre se ha especulado sobre quién ha sido el quinto beatle, ¿George Harrison fue el séptimo Python?

B.J.: –Fue el séptimo Python como un montón de personas involucradas creativamente con ellos. Pero a los Python les encantaba que George fuera ese séptimo Python con el cual aporrearse y quererse (risas).

–¿A Harrison le importaba que HandMade Films no fuera visto como un capricho, una excentricidad de rico o un juguete caro? 

Ben Timlett: –Creo que no le importaba la opinión de los demás. No estaba en la compañía para complacer sino por su amor a las películas. 

–¿Por qué excluyeron el trabajo de George Harrison en las películas de Richard Lester habida cuenta de que ese fue su primer acercamiento profesional al cine? 

B.T.: –Porque eran películas de los Beatles y no cuadran realmente con lo que significó para él involucrarse en el proceso cinematográfico años después.  Era su trabajo como beatle. 

B.J.: –Hacer HandMade Films fue un poco la contraposición a ese costado beatle y todo lo vinculado a Apple. La historia de sus películas comenzó con La Vida de Brian. Como una toma de posición.   

–El documental enseña el auge impensado y la debacle del estudio, ¿creen que algo así podría repetirse? 

B.T.:–Sí, ¿por qué no? Fue una compañía que cuadra con el modelo independiente tan en boga en la actualidad. Pero necesitás a alguien como George para llevarla adelante. 

B.J.: –HandMade facilitaba todo lo relativo al rodaje pero también trataba de abrir el juego a otra forma de hacer y distribuir películas. Sobre el final claramente se nota que ya estaba cansado de HandMade por lo que se había transformado la compañía. Lo importante es lo que hicieron cuando nadie intentaba algo así.  

–Si este documental hubiera sido producido por HandMade Films, ¿Qué recomendación u orden les habrían dado? 

B.J.: –Bueno Ray Cooper, quien por esos días era uno de los directores del estudio, estuvo involucrado con el documental, así que en cierta forma tuvimos el apoyo de HandMade Films. Dennis nos habría molestado pero George nos habría dejado trabajar en paz.