La socialdemócrata Sandra Torres ganó por amplio margen la primera vuelta y el derechista Alejandro Giammattei se metió en el ballottage de agosto próximo para elegir al nuevo presidente de Guatemala, según el último recuento divulgado ayer.

Los resultados del Tribunal Supremo Electoral (TSE), escrutado el 98 por ciento de las 21.099 mesas, dan a Torres 25,70 por ciento de los sufragios, por delante Giammattei, con 13,92 por ciento. Se requiere más de 50 por ciento de los votos para ganar en primera vuelta. Los guatemaltecos eligieron a sus futuras autoridades para el período 2020-2024, presidente y vicepresidente, 160 diputados al Congreso, 20 al Parlamento Centroamericano y 340 corporaciones municipales.

Torres, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), y Giammattei, del derechista Vamos, superan al abanderado del Partido Humanista, Edmond Mulet (11,18 por ciento), y a la izquierdista indígena Thelma Cabrera (10,36 por ciento). En tanto, la participación de los 8,1 millones electores se ubicó en torno al 61 por ciento.

Pese a que han sido escrutadas casi totalidad de los votos, el presidente del TSE, Julio Solórzano, dijo en rueda de prensa que no pueden anunciar los nombres de los candidatos que disputarán la segunda vuelta el 11 de agosto debido a que la ley contempla cinco días para impugnaciones, por lo cual no pueden adelantar los nombres de los ganadores. Insistió que los resultados son provisionales, sujetos a impugnaciones, y “mientras no se resuelva ese tema no tendremos los resultados definitivos de esta elección”. Sin embargo, según anticipó el analista independiente Luis Linares, “la diferencia es muy alta, ella (Torres) tiene asegurado el primer lugar, y Giammattei el segundo porque lleva casi tres puntos de diferencia sobre Mulet. Va a ser difícil un cambio de posición.” 

El partido de Cabrera, el Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP), denunció un “evidente fraude electoral” por supuestas irregularidades en las papeletas y compra de votos, y acusó al TSE de “manipulación y anomalías” en el conteo.

Tras divulgarse los datos, Torres, de 63 años, llamó a la “unidad nacional” porque, según dijo, “se necesita limpiar el Estado de corrupción”. “No podemos seguir divididos como estamos ahora”, sentenció Torres, que fue primera dama durante la presidencia de su exesposo Alvaro Colom (2008-2012), de quien se divorció en 2011 para poder aspirar a la primera magistratura, y que busca convertirse en la primera mujer en gobernar el país.

En la calle, los guatemaltecos ya piensan en el ballottage. “Espero que este presidente que se va a elegir cumpla con sus propuestas”, dijo Marvin Hernández, un contador de 35 años, quien ofreció su voto a Giammattei.  Por su lado, Sonia Maribel, de 39, confía en Torres porque “tal vez siendo mujer nos entienda a todas las mujeres”. 

Los guatemaltecos eligen al sucesor del impopular presidente Jimmy Morales.

Por primera vez, los residentes en Estados Unidos pudieron sufragar, aunque solo para la elección presidencial. La jornada transcurrió sin conflictos graves, aunque hubo incidentes en al menos cuatro departamentos del país, según Solórzano, pese un fuerte operativo de seguridad policial y militar.

En dos poblados fue suspendida la votación, y deberán repetirla en una fecha próxima, según el TSE.

De acuerdo con proyecciones de la prensa, el próximo Congreso estará conformado por entre 44 y 50 diputados de la UNE y entre 17 y 18 de Vamos, siendo las bancadas mayoritarias entre los 160 integrantes del legislativo. 

La campaña estuvo marcada por la exclusión de la exfiscal general Thelma Aldana, una de las favoritas y abanderada de la lucha anticorrupción, por supuestas irregularidades cometidas cuando era jefa del Ministerio Público (2014-2018). Además, la justicia dejó fuera de contienda a Zury Ríos, hija del fallecido exdictador Efraín Ríos Montt, por una disposición constitucional que impide la postulación de familiares directos de personas que hayan participado en golpes de estado. Según el analista independiente Daniel Haering, este proceso marcado por la exclusión de candidatas impondrá un “reto de legitimidad” al próximo presidente. Christian Castillo, del Instituto de Problemas Nacionales de la estatal Universidad de San Carlos, señaló que el próximo mandatario tendrá el desafío de “hacer pactos serios con diferentes sectores empresariales, sociales y académicos para lograr gobernabilidad”. Los desafíos acuciantes de Guatemala se impusieron desde la campaña con múltiples promesas para generar empleo y atajar la pobreza, que afecta a 59 por de los de habitantes y empuja miles a emigrar a Estados Unidos.  

Muchos se sumaron a caravanas migratorias desde 2018, que han provocado una crisis regional y la ira del presidente estadounidense, Donald Trump. 

Entre los problemas estructurales que impiden el desarrollo, el Procurador de Derechos Humanos Jordán Rodas enumeró: “Desigualdad, discriminación y corrupción”.

“Combatir esos tres males ayudaría mucho a tener una vida digna sin exclusiones; caso contrario, se estaría dando la espalda a la mayoría de la población, que es indígena”, indicó Rodas.

En cuanto a la corrupción, según Transparencia Internacional, Guatemala se ubica en el puesto 144 en un ranking de 180 naciones evaluadas. En 2015, un caso de corrupción motivó la renuncia del entonces presidente Otto Pérez (2012-2015), quien espera en prisión ser juzgado. Más recientemente, la exfiscal Aldana y una comisión antimafias de la ONU (Cicig) pidieron investigar en dos ocasiones a Morales por sospechas de corrupción, de las que se libró por la inmunidad presidencial. Posteriormente, el mandatario dio por terminado el acuerdo con la ONU para concluir las labores de la comisión.