Desde París

Pase lo que pase con Escocia este miércoles, desde las 16, por la tercera y última fecha del Grupo D del Mundial de Francia, la Selección Argentina ya le dejó una buena imagen al mundo: la prensa internacional está sorprendida por la garra y la entrega del equipo, por la historia del sacrificio y la pelea por conquistar derechos. El torneo no terminó y ya se confirmó que una jugadora dejará el fútbol local para mudarse a España: la delantera Belén Potassa, que disputa aquí su segunda Copa del Mundo, fue anunciada como la nueva incorporación del Albacete Balompié de España.

Poco a poco, esta Selección se puebla de futbolistas que emigran para desarrollar su carrera en el profesionalismo. Potassa, de 30 años, entendió que este era el momento. Después de jugar en Rosario Central,​ San Lorenzo,​ Santiago Morning​ de Chile, Boca Juniors y la UAI Urquiza, donde obtuvo los últimos tres títulos del torneo local de manera consecutiva, jugará en la segunda división de la Liga española.

“Era una de las cosas que me quedaba por hacer en mi carrera. Jugué en Chile pero pocos meses y quería vivir esta experiencia de ser profesional, de dedicarme exclusivamente al fútbol. Me quería ir después del Mundial. Y no quería irme sin ser campeona, así que antes de todo esto, cuando parecía que se nos iba el torneo local, les dije a mis compañeras de la UAI Urquiza: ‘Yo de acá me quiero ir campeona, así que se ponen las pilas todas’”, dice y se ríe Belén en el lobby del hotel donde Argentina descansa antes del partido que definirá su continuidad en este Mundial.

Aquí, la delantera expresa su deseo colectivo: “Ojalá se les abran las puertas para jugar afuera a muchas de las que están acá. Se lo merecen, entrenan al cien por ciento”.

-Hasta este Mundial vos, además de jugar, trabajabas de empleada administrativa en la UAI (un grupo empresarial que reúne –además del club deportivo– la universidad, una serie de colegios privados, una entidad de servicios médicos y una compañía de limpieza). ¿Cómo va a ser el cambio en lo deportivo?
-Mirá, yo acá desayuno tranquila, después me tiro en la cama o tomo mate. No es lo mismo estar en una recepción donde tenés una cámara que te observa. Más allá de que me decían que yo era la acomodada porque tenía algunos privilegios por jugar en el club, no estaba bueno. Tenía que cumplir horarios, ir con la mochila cargada, almorzar ahí, después entrenar lejos del trabajo. Volvía tarde a casa. Esta etapa ya la estoy disfrutando muchísimo. Jugar afuera era uno de los sueños que tenía por cumplir, por eso a las nenas que quieren jugar al fútbol les digo que los sueños realmente se cumplen.

-Sos la primera que se va durante este Mundial. ¿Creés que pasará con otras lo mismo?
-Sí, y la verdad es que la mejor decisión para tomar es irse, porque Argentina está lejos del profesionalismo.

- ¿Te imaginás una Selección con todas jugando afuera? Ahora, sin contarte a vos, hay 9 que juegan en el exterior.
- Y sí, va a haber más. Está bueno porque el roce es distinto. No está bueno que nuestra Liga siga estancada. Las más chicas van a tener las cosas más fáciles. Yo a los 14 años jugaba por 10 pesos y mis papás me mantuvieron hasta los 26. Costó mucho lograr cosas, costó que avanzáramos hasta acá, estaría bueno que las más chicas valoren.

-¿Te parece que la firma de entre 8 y 11 contratos anunciada por la AFA modificará en algo la diferencia que existe entre Argentina y las potencias mundiales?
-Este semiprofesionalismo va a dar más balance en los equipos porque muchas van a irse a clubes donde tengan contratos. Es probable que la que era suplente en UAI vaya a buscar un equipo donde sea titular. Estamos lejos, igual. Hay que cambiar el sistema. En Argentina las jugadoras van al equipo que más plata da. Yo entiendo la necesidad. Hay una preocupación por llegar a fin de mes y prepararte de la mejor manera. Todas las jugadoras apuntan a estar en la Selección porque saben que es una vidriera. En la UAI yo pedí trabajar menos para poder ir al gimnasio. Si no nos entrenamos, no nos alimentamos bien... Después en la cancha eso se nota.

-¿Cómo impacta el hecho de que algunas jugadoras trabajen?
-Y… Cuando éramos todas las que trabajábamos, por ejemplo, nos comimos 11 a 0 contra Alemania en el Mundial de 2007 en China. El semiprofesionalismo que se anunció no te va a permitir dejar de trabajar porque con 15 mil pesos por mes no podés vivir.

-¿Te parece que es necesaria la organización gremial de las jugadoras?
-Sí. 15 mil pesos de sueldo es muy poco. A mí los botines no me cuestan, pero el otro día fui al shopping y vi que un par sale 8 mil pesos. Es una locura. Es muy difícil acceder a eso. No hay sueldo que aguante. Pero al mismo tiempo para los equipos que no tienen nada, o para las chicas que pagaban por ir a jugar, va a ser una ayuda importante.

-¿Qué representa esta semiprofesionalización, entonces?
-Es un puntapié inicial. Está bueno que Agremiados se acerque. Pensá que una prepaga es cara. Nosotras hemos comprado rifas para chicas que se operaban. Por eso está bueno que se abran puertas, que empiecen a ver que la mujer argentina puede.

De Cañada Rosquín, Santa Fe, el mismo pueblo que León Gieco, Potassa no sólo cuenta con la admiración del cantante que ya tiene una camiseta de la goleadora sino también un mural que la tiene como protagonista. Su popularidad trasciende el fútbol: la delantera con más de 300 goles también escribió un cuento para el libro Pelota de Papel 3.

Potassa dice que Escocia no será un rival fácil aunque esté haciendo su debut en el Mundial. Que le hizo un gran partido a Inglaterra, que tiene a futbolistas jugando en la Premier League. Y que Argentina tendrá que, esta vez, salir al ataque. “Si pasamos de ronda creo que la vuelta al país va a ser infernal. Me imagino que mucha va a ir al aeropuerto. A nosotras ahora nos llegan mensajes de todos lados, videos que nos mandan nenas y nenes. Y eso nos levanta mucho el ánimo”, cuenta.

-¿A quién le atribuís todo este cambio?
-Nosotras nos ganamos esto porque nos plantamos en el reclamo. El propio Claudio (Tapia, el presidente de la AFA) asumió que se había equivocado. Eso está bueno. Los mundiales anteriores marcaron una historia para Argentina. La foto (cuando hicieron el gesto del “Topo Gigio” durante la Copa América), el reclamo, el paro. Cuando empiezan a investigar piensan que esta Selección es fácil. Pero bueno, demostramos la garra que tiene la mujer. Las argentinas y los argentinos tenemos ese plus del amor a la camiseta, de dar todo.

-¿Cómo lidian con el machismo?
-Como podemos. Yo cuando era chica no podía jugar porque era nena. Dentro de la cancha hay que lidiar con la tribuna, le hacés oídos sordos. Hoy en día hay millones de personas que saben que jugamos al fútbol. Ahora saben que ataja Vanina, que el otro día la rompió. De eso hablan los padres, los taxistas. Algo está cambiando.

-¿Cuál es tu objetivo en el Albacete?
-Espero que ganemos porque si no me van a mandar de vuelta –se ríe–. Acá en el Mundial estuve en el banco hasta ahora y eso es difícil. Todas queremos jugar, pero bueno... Tengo expectativas, allá voy a estar cerca de Estefi (Banini), Yael (Oviedo), Aldi (Cometti), así que pienso que la mesa de Navidad va a ser con todas ellas.