Cuando el cierre de listas amenazaba llegar con escándalo, desde Juntos por el Cambio en la ciudad de Buenos Aires buscaron cortar las discusiones y anunciaron que quien acompañará a Martín Lousteau en la fórmula para el Senado será la actual ministra de Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad, Guadalupe Tagliaferri. El debate se debía a que desde un sector del macrismo sostenían que debían promover a una candidata antiderechos, pero Lousteau solo aceptaba a una compañera de fórmula con pañuelo verde. No es el único problema que atraviesa el oficialismo. 

Es la primera vez que, en territorio porteño, el macrismo cierra una alianza con radicales (además de con el socialismo y otras fuerzas que apoyan a Horacio Rodríguez Larreta) y negociar los lugares legislativos no está resultando fácil. Fuentes de ambos sectores indican que las listas de legisladores porteños están “trabadas”. En Diputados, el primer lugar es para el lilito Maximiliano Ferraro. 

Con el cierre de alianzas, Rodríguez Larreta logró reunir a todos sus ex adversarios de Evolución. Ya había conseguido sumar a Carrió y Graciela Ocaña en 2017 y este año se agenció al radicalismo y al socialismo. Con la candidatura de Lousteau a senador, termina de sacar de escena a un posible competidor en las PASO. Esta semana anunció que Diego Santilli lo acompañará por otra vez como vicejefe.

Si el cierre de alianzas fue celestial para Larreta, el de listas puede ser endiablado. El PRO se caracterizó siempre por su disciplina con las listas porteñas: incluso llegaron a cerrar los lugares 24 horas antes que el resto de los partidos. En cambio, ahora, con los radicales porteños en la mesa de negociaciones, las cosas se están complicando. Diversas fuentes señalaron a este diario que las discusiones por los lugares para la Legislatura –donde Rodríguez Larreta pretende conservar sus holgadas mayorías– vienen “muy trabadas con los radicales”. Recién empezarán a resolverse en los últimos días de la semana.

Pero ese no era el lugar más conflictivo. El problema ayer se había centrado en la persona que acompañaría a Lousteau para senadores. Por la división de puestos, la lógica indicaba que debería ser macrista. Lousteau ponía una condición, según señalaban en el PRO: no quería que fuera antiderechos. Y un sector del macrismo buscaba, precisamente,  una legisladora que estuviera en contra de legalizar el aborto, para “compensar” la posición de Lousteau. Proponían a la diputada Cornelia Smith-Liermann, quien militó activamente contra la aprobación de la ley de aborto legal, seguro y gratuito. El embajador argentino en China, Diego Guelar, llegó a comentar en Twitter: “Yo soy ‘verde’, pero me pregunto: ¿por qué él no puede ser acompañado por una candidata ‘celeste’? En PRO hay verdes y celestes, sería lo lógico. Me parece que estamos ante un nuevo ‘caprichito’ de este señor”. Otras fuentes del macrismo lo atribuían –no sin malicia– a las presiones de la esposa de Lousteau, la actriz Carla Peterson.

La discusión fue subiendo de tono y prometía incrementarse hasta el cierre del sábado, por lo que  resolvieron anunciar que la elegida era Tagliaferri. Más temprano, la ministra había formado parte de un acto por el aniversario de los centros de primera infancia de la Ciudad con Rodríguez Larreta,  Macri y Vidal. Activa en cuestiones de equidad de género, “Lupe” Tagliaferri se declaró en su momento a favor de la despenalización del aborto aunque –aclaró– ella no se lo haría. “Estoy a favor de la despenalización. Los abortos se realizan, el tema es si se deben hacer en forma legal o no”, expresó en ocasión del debate.

En Diputados, todavía sigue la discusión. El primer lugar sería para el lilito Ferraro, mientras que lo acompañaría como número dos la macrista Victoria Morales Gorleri, otra acérrima opositora a la legalización del aborto. El resto sigue todo en discusión.