En el mismo camino en que habilitó la discusión sobre la legalización del aborto y después dedicó todo su esfuerzo a impedir que se convierta en ley, el Gobierno se preocupa por dejar claro que haber puesto un candidato "verde" para el Senado en la Ciudad Autónoma, Martín Lousteau, no significa que adoptará esa posición en el Congreso. El propio Mauricio Macri se encargó de enviar un mensaje contundente: ayer recibió en Olivos a la flamante diputada provincial electa en Santa Fé, Amalia Granata, que presentó cu candidatura envuelta con la bandera de bloquear cualquier avance en el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo.

El nombre del partido por el que quedó tercera en su provincia, detrás del Frente Progresista y el peronismo unido, fue "Unite por la Familia y la Vida". Curiosamente, aunque hizo toda su campaña alrededor del tema aborto, su puesto no le servirá de manera alguna para encararlo, ya que las leyes que lo regulan se discuten en el Parlamento nacional y no en los provinciales.

En la reunión también participaron la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y su jefe de gabinete, Gerardo Millman, que fue el encargado de impulsar el encuentro.

Después del encuentro, que duró unos 35 minutos, el Gobierno dejó trascender que el Presidente la había felicitado por su buena elección y que se había acordado trabajar en conjunto en cuestiones ligadas a la niñez y la familia. La mediática más comprometida con la causa "celeste" devolvió la atención con creces. A la salida aseguró que votaría a Mauricio Macri, que dejó claro su compromiso contra la ampliación de derechos.