El Gobierno fracasó en su intento de avanzar con la suspensión de las PASO. En pocas horas, no sólo cosechó el previsible rechazo de sectores de la oposición, sino también de varios integrantes de Cambiemos. Entre otros, estuvo nada menos que el candidato a vicepresidente Miguel Angel Pichetto, quien dijo que "las reglas están para cumplirlas". Lo mismo sostuvo el candidato a senador Martín Lousteau. También desde la Coalición Cívica aclararon que no acompañaban la idea de suspender las PASO a menos de dos meses de que se hagan. Sin los votos en el Congreso, la iniciativa fogoneada desde la Rosada y el radicalismo va camino al archivo, en un año cargado de cambios de reglas electorales. 

En un rápido resumen, para este año el Gobierno intentó cambiar las reglas por las que votan los argentinos residentes en el exterior, los presos y los integrantes de las Fuerzas Armadas, una decisión que fue revertida por la Justicia electoral. Además, evaluó desdoblar las elecciones bonaerenses, para lo que se creó una comisión en el Congreso provincial. Antes de que esa comisión se expidiera, el Gobierno forzó a la gobernadora María Eugenia Vidal a anunciar que no se desdoblarían. También buscó cambiar el sistema de transmisión de los resultados, prohibió por decreto las colectoras para impedir un candidato peronista en la provincia de Buenos Aires con múltiples candidatos a presidente, algo que luego Vidal intentó revertir para hacer eso mismo y no pudo. A esto sumó la polémica por el padrón de jóvenes de 16 y 17 años, y las últimas disposiciones para duplicar los días de campaña y reducir los espacios en medios audiovisuales para los partidos con otro decreto. 

En ese contexto, vino el último intento del oficialismo de suspender las PASO, que algunos evalúan que adelantaría un escenario de derrota para el Gobierno. Primero empezó con un funcionario --el secretario de Asuntos Políticos, Adrián Pérez-- argumentando sobre los costos de las PASO y en favor de que el Congreso las suspenda. El mismo Pérez advirtió que se necesitaban mayorías especiales, que el oficialismo no tenía.

Se le sumó esta semana el gobernador de Mendoza y titular de la UCR, Alfredo Cornejo, con los mismos argumentos, mientras que un grupo de diputados y senadores radicales presentaban proyectos para suspender las PASO. Mientras esto ocurría, como informó este diario, en la Rosada daban señales de que esa iniciativa no tenía ninguna chance de prosperar entre los opositores. Tampoco habrían encontrado eco en el Poder Judicial, como advirtió ayer el fiscal Jorge Di Lello (ver aparte). Ayer quedó claro que no solo era ese el caso, sino que dentro del oficialismo tampoco había consenso.

El primero que se abrió de la iniciativa fue Pichetto. "Me parece algo complejo. En realidad va a haber un debate ahora en el Congreso, pero frente a la proximidad de las elecciones primarias, no lo veo fácil. Tal vez, la norma tendría que haberse cambiado con anterioridad", buscó alejarse del tema. Conocedor de los vericuetos del Congreso, Pichetto advirtió que no veía posible que los proyectos presentados se pudieran aprobar antes de las elecciones del 11 de agosto. "Las reglas están para cumplirse", sentenció Pichetto.

"El Gobierno no tiene ningún temor, ningún miedo a las primarias. Van a marcar a fuego lo que será el resultado de la primera vuelta de octubre", se envalentonó Pichetto ante la impresión que da el impulso de esas leyes: que el Gobierno quiere evitar por todos los medios que se vote. 

A la opinión de Pichetto, se sumó la del espacio de Elisa Carrió. El diputado Juan Manuel López, de confianza de la aliada cívica, dejó en claro su oposición a la iniciativa oficial. "Estoy en desacuerdo, Valoro las PASO. No se hacen tantos cálculos económicos con la democracia y menos aún se cambian las reglas de juego en pleno proceso electoral", remarcó López, quien recordó que para cambiar las elecciones "se necesita mayoría absoluta, es decir la mitad mas uno de los miembros de cada cámara".

El candidato a senador de Juntos por el Cambio Martín Lousteau tampoco acompañó la idea: "Las reglas del juego son las reglas del juego. Decidimos que vamos a una elección de esta forma y tenemos que respetarla. La culpa es de la política que no utiliza una herramienta que ella misma creó". 

Por su parte, el diputado Pablo Tonelli sostuvo: "No soy partidario ahora en este momento de cambiar las reglas de juego". "Hay que hacer los correspondientes análisis políticos para ver si conviene o no impulsar esta medida, si hay acuerdo o no con los otros bloques de la Cámara", indicó ante Tiempo Argentino.

En tanto, hubo un encuentro entre el ministro del Interior, Rogelio Frigerio; el secretario general del PRO, Francisco Quintana; el presidente del partido, Humberto Schiavoni y el viceministro del Interior, Sebastián de Luca (con una comunicación telefónica con el jefe de Gabinete, Marcos Peña, de viaje por China). Allí analizaron cómo cerró la alianza oficialista distrito por distrito y cuáles tendrán PASO. Queda claro que se harán.