La Selección derrotó por 2-0 a Venezuela en el Maracaná, con goles de Lautaro Martínez y Giovani Lo Celso, para avanzar a las semifinales de la Copa América, donde lo esperaba Brasil, que se había clasificado tras eliminar en los penales a Paraguay. La lucha por el pasaje a la final será el próximo martes, a las 21.30, en el Mineirao, de Belo Horizonte.
Fue buena la actuación de la Selección en Río de Janeiro, pero no le sobró mucho como para confiarse. Porque una cosa fue cuando al inicio del partido salió a buscar el resultado, y otra bastante distinta cuando eligió cuidar la ventaja, retrasándose y cediéndole la pelota a un rival ordenado que daba muestras de no querer resignarse, más allá de lo que le costaba generar juego ofensivo.
En la Argentina, anduvieron bien los volantes, sobre todo Rodrigo De Paul y Marcos Acuña, y, en cambio, no fue un buen partido de Lionel Messi, a quien por momentos le costó meterse en el partido y no asumió, como suele hacerlo, toda la responsabilidad que se espera de él.
En los primeros minutos se vio la furia de la Selección, cuando llegaron las primeras aproximaciones y los tiros de esquina que encendieron la tarde. En el primero de ellos estuvo cerca de anotar Pezzella, y en el siguiente no perdonó Lautaro Martínez, quien tras el centro de Messi y un remate de Agüero, conectó de taco para el 1-0.
Si Venezuela no logró descontar fue por la buena la labor de los defensores y del arquero Armani, quienes respondieron bien ante la presión de la Vinotinto, que sobre el final de la primera etapa tuvo una chance clara como para empatar con un cabezazo de Chancellor, que se fue por arriba del travesaño. Argentina contestó, unos minutos después, con una buena combinación entre Agüero y Acuña, cuyo centro no llegó a conectar por muy poco Martínez.
En el arranque de la complemento, habilitado por un buen pase en cortada de Paredes, Martínez tuvo una inmejorable oportunidad para estirar la ventaja, pero su remate de derecha se estrelló en el palo.
Venezuela necesitaba despertarse un poco y por eso Dudamel sacó un defensor, Mago, y metió un volante, Soteldo, para intentar imprimirle un poco más de fuerza al ataque de su equipo. Scaloni también movió el banco, mandó a la cancha a Angel Di María y sacó, tal como lo hizo frente a Paraguay con flojísimo resultado, a Lautaro Martínez. Apenas dos minutos más tarde, salió el Huevo Acuña para dejarle su lugar a Lo Celso.
Parecía desacertada la apuesta del DT, porque la Selección veía otra vez crecer la ambición de los venezolanos, quienes casi empatan el partido a los 70, con tremendo remate de Ronald Hernández, que no fue gol porque Armani respondió perfectamente.
En el que sin dudas era el mejor momento de Venezuela, la Selección encontró aire con el segundo gol. A los 74, De Paul robó una pelota en campo rival, se la llevó, la aguantó y tiró el centro atrás que tomó Agüero para sacar un violento remate que se desvió en el pie del arquero Faríñez y ahí nomás, de pescador, en el momento justo y en el lugar indicado, la tomó el ingresado Lo Celso para liquidar el trámite.
0 VENEZUELA: Faríñez; Rosales, R. Hernández, Chancellor, Mago; Moreno, Rincón, Herrera; Murillo, Machís, Rondón. DT: Rafael Dudamel.
Estadio: Maracaná (Río de Janeiro). Arbitro: Wilmar Roldán (Colombia) . Goles: 9m L. Martínez (A), 74m Lo Celso (A). Cambios: 55m Soteldo por Mago (V), 65m Di María por L. Martínez (A), 67m Lo Celso por Acuña (A), 84m Dybala por Agüero (A).
