“No siempre fue así. / Aunque se veía venir. / A veces dudaba en fluir. /  Meta entrar y meta salir/”. Acompañadas por delicados y algo nostálgicos acordes  las palabras que dan comienzo a “Por dentro y por fuera” parecen remitir a la propuesta musical integral del hit y del último E.P. de Aldo Benítez: entrar y salir. Entrar y salir de los diferentes bailes y ritmos –desde la música dance, la rave, la música electrónica hasta reminiscencias del malambo argentino–; entrar y salir de diferentes estados mentales; entrar y salir de recuerdos soleados y otros no tan luminosos; entrar y salir de la fiesta (por momentos  estar en el éxtasis orgiástico y en otros momentos contemplando los despojos del banquete), entrar y salir de las personas, de las relaciones, de los deseos… La letra se conjuga  con la música que dispara  las mismas sensaciones y todo junto al video clip forman un todo armónico: el despliegue de un manto o alfombra mágica y con él una especie de vaivén, de oleaje hipnótico en el que parece que se flotara. 

Siguiendo con la construcción estética presente en sus discos anteriores, “El Portafolio sin peso” (Peatón, 2007), “El Portafolio sin un peso” (Peatón, 2009), “Marcelo & Aldo” (2011) Benítez vuelve a esos timbres acurrucadores y masajeadores que como señaló alguna vez alguna crítica desentumecen y abren los sentidos: oler, escuchar, sentir; dueños… Ritmos sin duda plenos de una nueva y extraña belleza.

El EP, con diseño de tapa de Agustín Ceretti, suma dos remixes, uno a cargo de las inquietas y encendedoras pistas de baile, las Ibiza Pareo, en una faceta más ambient, para bailar en casa. El otro fue producido por la exquisita productora de downtempo orgánico, Barda, una bella versión que suma percusión y flauta traversa en una preciosa gema dance a 103 bpm. La placa se completa con la versión destartalada y delirante del performer y compositor cordobés Yoto, que recrea no sólo la música si no también la letra de la canción en cuestión. Por último se suman una mezcla instrumental (¿Alguien dijo karaoke carnvaelesco?) y otra a capella del track original. El EP fue producido por Aldo junto al productor Roger Delahaye con quien se encuentra realizando el próximo simple y el resto del disco.  

En esta nueva creación, como en una cópula acompasada y ligeramente sensual, Benítez nos sumerge nuevamente en diferentes sensaciones cuyo punto de partida puede ser un objeto de deseo –el chongo con aires de efebo griego del video clip–, el erotismo a pleno o desahuciado, una visión, un aroma, una textura, la añoranza de una persona o un animal. Sensaciones personales y sociales, alucinaciones y elaboraciones secundarias: añoranza de la patria, de un momento de la vida, ganas o hastío de los amores difíciles. En su música, lejos del maniqueísmo, uno no se aleja totalmente ni acaricia las zonas más vulnerables, sino que permanece dentro y fuera de las mismas. “No era ir, ni era venir/ Boyaba y punto …”. Y como en aquella vieja canción de Gustavo Cerati, imágenes y sentimientos tienen la ambigüedad emocional de las “fotos veladas de un tiempo mejor”.