Los Springboks vencieron 29-27 a Los Pumas en Londres para llevarse el torneo por segundo año seguido. Con una tarea de demolición en el segundo tiempo, y una muy buena reacción argentina sobre el final, los sudafricanos se impusieron para seguir en la cima del ranking.
Los dirigidos por Felipe Contepomi mejoraron la imagen y estuvieron a la altura. Los Springboks, con sus habituales armas, definieron a su favor un partido, que sobre el cierre, se les complicó.
Con ocho cambios, uno de último momento por la lesión de Joel Sclavi en la activación, Los Pumas cerraron el Championship en la Catedral del Rugby, Twickenham, el estadio en donde hicieron de local ante los vigentes campeones del mundo, Sudáfrica.
Buenas decisiones y resistencia defensiva
El inicio fue para la Argentina, que tuvo posesión y jugó en campo sudafricano. Una carga peligrosa de Moddie sobre Mallía, fue penalizada con tarjeta amarilla al minuto de juego. De allí en más Los Pumas movieron la pelota por todo el frente del ataque hasta que Delguy anotó el primer try (7-0).
Las formaciones eran el foco y en el primer scrum Sudáfrica ejerció una enorme presión para salir jugado en retroceso. Era clave decidir bien con la pelota, porque en el segundo los sudafricanos se lo adueñaron con facilidad. Sobre los diez minutos descontó Sacha Feinberg-Mngomezulu (7-3), cuando los Springboks volvieron a tener 15 en la cancha.
Los Pumas mostraban buenas señales cuando atacaban. Prisciantelli estaba bien en la conducción en su primer partido como titular con la número diez. Con un penal a favor no resolvieron bien luego de un line que salió sucio. Las infracciones sudafricanas terminaron en penal, que Carreras convirtió frente a los palos (10-3).
La presión sobre el portador era un verdadero problema, porque la carga de los sudafricanos era tremenda cuando el pateador tenía que salir del campo propio. Así lo empezaron a acorralar con una posesión que empezó a ser asfixiante. La falta de precisión en los metros finales, por el momento, perdonaba a los argentinos. Sobre los 25 minutos, Los Pumas volvieron a sumar con otro penal de Carreras (13-3) cuando por fin pudieron jugar en campo contrario.
Los Springboks eran amplios dominadores, pero la Argentina resistía como podía. El scrum fue un arma de desgaste que trataron de usar sistemáticamente para someter por esa vía a los argentinos. La defensa, entonces, fue una bandera que no paró de tacklear y tacklear. Sin embargo, sobre el cierre de la etapa, la insistencia sudafricana tuvo premio, para descontar con el try de Reinach luego de varias faltas en esa formación a cinco metros del in-goal propio, para poner el 13-10 con el que se cerró el primer tiempo. Fueron 79 tackles argentinos, con Rubiolo, Grondona y Kremer como máximos exponentes.
Las salidas, el scrum y la concentración
El segundo tiempo comenzó con una mala recepción en la salida y la posesión en el scrum para Sudáfrica, con todo lo que eso implicaba. Con penal a favor de esa formación, para colmo llegó la amarilla para Mayco Vivas. Así pasó al frente con un try de Marx (15-13).
En las formaciones estaban las diferencias. Sudáfrica dominando todas esas facetas y Los Pumas con muchísimas dudas en cada una de ellas. En la posesión en campo rival, aprovechar cada avance, como cedieron uno tras una gran recuperación de Marx luego de una buena ofensiva liderada por Benítez Cruz.
Contepomi empezó a mover el banco con los ingresos de González y Oviedo en el pack. El scrum era la clave debido a que fue una pesadilla durante todo el encuentro. Posicionó a los campeones del mundo en campo rival y le dio una nueva conquista, la segunda de Reinach para escaparse en el marcador (22-13). Y Marx de vuelta, sobre los 18 minutos aumentó la ventaja (29-13).
Pero Los Pumas encontraron sus chances en un segundo tiempo que había sido totalmente desfavorable. Y la aprovecharon con una avivada de Bautista Delguy para descontar (20-29). De pronto, se encontraron en partido una vez más y tuvieron oportunidades, pero las deficiencias en las formaciones fueron claves para no volver a sumar. El try de Isgró en el final premió el esfuerzo argentino, que se fue acariciando el resultado ante el campeón mundial (27-29).
Los equipos:
27 ARGENTINA: Vivas, Montoya (c), Coria Marchetti, Petti; Rubiolo, Matera, Kremer, Grondona; Benítez Cruz, Prisciantelli; Mallía, Chocobares, Piccardo, Delguy; S. Carreras. DT: Felipe Contepomi.
29 SUDAFRICA: Ox Nche, Marx, Thomas Du Toit, Etzebeth; Nortje, Kolisi (c), Pieter-Steph Du Toit, Wiese; Reinach, Feinberg-Mngomezulu; Hooker, De Allende, Moodie, Kolbe; Willemse. DT: Rassie Erasmus.
Estadio: Allianz Twickenham (Londres, local Argentina). Árbitro: Andrea Piardi (Italia).
Tantos: 3m try de Delguy convertido por Carreras (A); 10m penal de Feinberg-Mngomezulu (S); 17m penal de Carreras (A); 38m try de Reinach convertido por Feinberg-Mngomezulu (S); 43m try de Marx (S); 51 y 58m tries de Reinach y Marx convertidos por Feinberg-Mngomezulu (S); 65 y 80m tries de Delguy e Isgró convertidos por Carreras (A).
Amonestados: 1m Moodie (S); 42m Vivas (A).