9...días pasaron desde que Juliana Bejar, privada de su libertad en el Complejo Penitenciario Federal Nº 4 de Ezeiza, se prendió fuego al interior de una celda de castigo donde permanecía encerrada. El personal del Servicio Penitenciario demoró más de veinte minutos en rescatarla pese a los gritos de alarma de sus compañeras. Juliana fue trasladada al Hospital de Ezeiza cuando su estado de salud ya estaba muy comprometido. Desde entonces sus compañeras realizan batucadas pasivas todos los días de 6.50 a 7.30 de la mañana, en reclamo de JusticiaPorYuli. Desde un comunicado firmado por el Colectivo Nuestra Violencia es Existir, exigen investigar lo ocurrido, sancionar a los responsables, separar del cargo a Elba Suárez, actual directora del Complejo IV de Ezeiza; que el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación “ponga cese al autogobierno del Servicio Penitenciario Federal”, y que el Mecanismo Nacional contra la Tortura “realice las acciones de control y monitoreo pertinentes, especialmente las condiciones de seguridad y habitabilidad de los espacios destinados al aislamiento y castigo, donde nuestras compañeras son más vulnerables a recibir torturas y castigos crueles inhumanos y degradantes”.