Los escándalos parecen no tener fin en Boca. Con los ecos de la pelea en el entrenamiento del martes entre Juan Manuel Insaurralde y Jonathan Silva todavía resonando fuertes, se conocieron las imágenes que muestran a Ricardo Centurión alterado, en una actitud agresiva y contenido por sus compañeros en un pasillo del hotel Costa Galana de Mar del Plata. El video, que difundieron los canales de televisión y se viralizó en las redes sociales, son de las cámaras de seguridad del hotel en donde se alojó el plantel xeneize durante diez días en enero pasado, cuando disputó tres partidos por los torneos de verano, ante Estudiantes, San Lorenzo y River.

Los primeros trascendidos hablaban de que Centurión había llegado al hotel alcoholizado, pero fuentes cercanas a Guillermo Barros Schelotto salieron al cruce de esos rumores afirmando que el técnico había hablado minutos antes del incidente con el jugador y tiene constancia de que no estaba ebrio.

En cuanto a la persona con quien el ex futbolista de Racing y del San Pablo da muestras de querer pelear, no está claro si se trató de un compañero o de alguien ajeno a la delegación. Barros Schelotto había concedido a los jugadores libertad de acción desde las 18 hasta las 24 del jueves 26 de enero y al regreso de Centurión se produjo el incidente que, de acuerdo con la evaluación del cuerpo técnico, no revistió envergadura como para que se sancionar a ningún jugador, postura avalada por la dirigencia.

Dos días sucesivos con Boca en las noticias por sendos escándalos motivaron la concurrencia del presidente Xeneize, Daniel Angelici, al entrenamiento que se llevó a cabo en el Complejo Pedro Pompilio. El directivo se reunió  con el plantel durante cuarenta minutos tras la práctica y le reclamó “profesionalismo” y que “no se repitan este tipo de hechos”, ante la presencia del cuerpo técnico. 

Previo a los trabajos de ayer de cara al amistoso del sábado ante Tigre, Guillermo Barros Schelotto estuvo dialogando con Insaurralde y Silva. Pero contrariamente a las especulaciones que hablaban de un posible apartamiento de ambos futbolistas para mandarlos a entrenar con la reserva que conduce Rolando Schiavi, el Mellizo los hizo partícipes de la práctica. Tanto Insaurralde, con pechera azul, como Silva, con pechera naranja, fueron parte de un partido informal en el que se mezclaron titulares y suplentes.

Los que no trabajaron junto a sus compañeros fueron Fernando Tobio y Darío Benedetto. Ambos estuvieron en el gimnasio debido a que arrastran sobrecargas musculares. Por su parte, Pablo Pérez efectuó ejercicios de kinesiología, iniciando el tratamiento para recuperarse de un esguince alto en su tobillo izquierdo –como consecuencia de un golpe que recibió en el partido ante Aldosivi–, lesión que le demandará por lo menos veinte días para volver a estar en consideración de Guillermo.

Boca jugará el sábado próximo en la Bombonera dos partidos de práctica ante Tigre, que servirán de preparación de cara a la reanudación del torneo de Primera División. El 5 de marzo, el líder del torneo visitará a Banfield, posiblemente con presencia de público visitante.