La Corte Suprema de la Nación dejó sin efecto la resolución de la Corte de Justicia de Santa Fe, que había determinado la extinción de la acción penal por prescripción y revocado la condena del único culpable por el accidente vial que le costó la vida a nueve alumnos y una docente del Colegio Ecos, ocurrido en 2006.

El máximo tribunal ordenó dictar un nuevo pronunciamiento en la causa por la que fue condenado el chofer del micro Oscar Eduardo Atamafluk. Este recibió en 2011 una condena a tres años de prisión condicional y siete años de inhabilitación para conducir vehículos. Un año después, la Cámara de Apelación en lo Penal de Rafaela aceptó un planteo de nulidad de la defensa y reenvió el expediente para un nuevo fallo, que se dio en 2013: dos años y medio de prisión. A fines de 2014, la Cámara volvió a revocar la condena y sobreseyó a Atamañuk por prescripción de la acción penal. La Corte Suprema santafecina ratificó el fallo.

Ahora, todo cambia con el fallo de la Corte Suprema de la Nación. Los ministros Elena Highton de Nolasco, Juan Carlos Maqueda, Ricardo Lorenzetti y Horacio Rosatti consideraron, al remitir al dictamen del procurador, que la decisión apelada carece de la adecuada fundamentación que se exige a los pronunciamientos judiciales, y por ello hicieron lugar a la queja declarando procedente el recurso extraordinario de conformidad con la doctrina sobre arbitrariedad de sentencias.

En su dictamen, el procurador fiscal había considerado, por un lado, que correspondía al tribunal de la anterior instancia evaluar si la divergencia de motivaciones entre los magistrados que conformaron la mayoría, que dispuso la revocación de la condena dictada en estas actuaciones, afectaba la unidad de fundamentos que requiere toda respuesta jurisdiccional a la que las partes tienen derecho, en cuyo caso debía descalificar la sentencia impugnada y ordenar el dictado de una nueva.

Quien votó en disidencia fue Carlos Rosenkrantz. Sostuvo que la sentencia que venía siendo recurrida no era arbitraria y por tanto consideró que correspondía desestimar la queja traída.

La tragedia de Ecos sucedió el 8 de octubre de 2006 en el kilómetro 689 de la ruta nacional 11, a 200 kilómetros de la ciudad de Santa Fe. Los estudiantes y sus docentes viajaban a Chaco para actividades solidarias. En el accidente hubo, además de las diez víctimas fatales, unos cuarenta heridos.

El hecho conmocionó a la sociedad argentina y abrió un debate sobre seguridad vial en las rutas y el uso de micros de dos pisos. Varios artistas se solidarizaron con el Colegio Ecos. Entre otros, Luis Alberto Spinetta, que colaboró con los familiares y amigos de los fallecidos.