Horas de angustia e incertidumbre vivieron el domingo miles de migrantes indocumentados en Estados Unidos tras los anuncios de redadas masivas, confirmadas por el propio Donald Trump, y que tienen como objetivo principal una agresiva ola de deportaciones. En algunas ciudades importantes del país se realizaron en las últimas horas manifestaciones en contra del operativo previsto, a tono con el pedido de prudencia por parte de diversos funcionarios locales y activistas por los derechos humanos.

En sintonía con el clima antimigrante, Trump salió este domingo al ataque vía Twitter de cuatro congresistas demócratas de ascendencia extranjera, manifestando que sería mejor que "vuelvan a sus países en lugar de decir al país más poderoso de la tierra cómo debe gobernarse". El presidente se refería a un grupo de nuevas legisladoras combativas y de espacios radicalmente opositores a su gestión, que llegaron a Washington tras las elecciones de noviembre pasado.

Si bien no fueron citadas directamente por Trump en su provocador mensaje, no es difícil comprender a quiénes iban dirigidas sus palabras. Nacidas en territorio estadounidense, se trata de Alexandria Ocasio-Cortez, neoyorquina de origen puertorriqueño; la afroamericana Ayanna Pressley, nacida en Cincinatti y criada en Chicago; Rashida Tlaib, natural de Detroit y de padres palestinos; e Ihlan Omar, que llegó al país de niña, procedente de Somalía.

Días atrás, Alexandria Ocasio-Cortez cobró mayor notoriedad luego de que Trump la comparara con Eva Perón. Calificada primero como “lunática”, Ocasio-Cortez es el símbolo de la nueva política progresista al interior del Partido Demócrata.

"Qué interesante ver a las congresistas demócratas progresistas, que proceden de países cuyos gobiernos son una completa y total catástrofe, y los peores, los más corruptos e ineptos del mundo (ni siquiera funcionan), decir en voz alta y con desprecio al pueblo de Estados Unidos, la nación más grande y poderosa sobre la Tierra, cómo llevar el gobierno", sostuvo Trump en su cuenta de Twitter. "¿Por qué no vuelven a sus países y ayudan a arreglar esos lugares, que están totalmente rotos e infectados de crímenes? Entonces que vuelvan aquí y nos digan cómo se hace", añadió en el tono irreverente que lo caracteriza.

Nancy Pelosi, Presidenta de la Cámara de Representantes, se pronunció en defensa de las congresistas y condenó las palabras de Trump. “Cuando le dice a cuatro congresistas estadounidenses que regresen a sus países, él reafirma que su plan para “Hacer que Estados Unidos sea grandioso de nuevo” siempre ha sido hacer que Estados Unidos vuelva a ser blanco”, afirmó Pelosi.

- Redadas y miedo

El gobierno de Estados Unidos puso en marcha este domingo, en nueve ciudades, un operativo para detener a inmigrantes ilegales, según informaron fuentes oficiales sin dar más precisiones. Las redadas, anticipadas días atrás por el presidente Donald Trump en su cuenta de Twitter, tuvieron base en Atlanta, Baltimore, Chicago, Denver, Houston, Los Ángeles, Miami, Nueva York y San Francisco. No se efectuaron en Nueva Orleans, donde también estaba previsto emprenderlas, debido a que esa ciudad fue afectada por la tormenta tropical Barry.

Unite Here, sindicato que representa a trabajadores de hoteles y aeropuertos en Estados Unidos y Canadá, aseguró en Twitter que el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) "quiere usar hoteles como cárceles". "No sean parte de la separación familiar y el abuso de los derechos de los inmigrantes", le exigió Unite Here al sector hotelero. Como respuesta, dos grandes cadenas, Marriott y Choice, adelantaron que no permitirán que sus hoteles se conviertan en centros de detención.

"Esta incertidumbre, este miedo, está causando estragos", manifestó a CNN la alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot. "Está traumatizando a la gente", añadió. Funcionarios locales y estatales exigieron al gobierno federal moderación en las redadas. Varios acusaron a Trump de utilizar la operación principalmente con fines políticos.

Trump había insistido hace unos días en la idea de que "la mayoría de los alcaldes" aprueban las redadas. "¿Saben por qué? No quieren tener crímenes en sus ciudades", sostuvo en su habitual (y falaz) argumentación de que los delitos y crímenes tienden a incrementarse entre migrantes.

En cambio, para Francis Suárez, alcalde de Miami, su territorio experimentó en 2018 la tasa más baja de homicidios en 50 años. "Así que no entiendo la razón para elegir Miami", agregó. Por su parte, diversas agrupaciones defensoras de derechos humanos y civiles, en consonancia con algunos alcaldes, han tratado de instruir y aportar distintas recomendaciones a la población. "Estamos pidiendo a la gente, si tiene miedo de deportación, que permanezca en casa el domingo, que se traslade en grupos", dijo a CNN Keisha Bottoms, alcaldesa de Atlanta. "Si alguien toca tu puerta, por favor no la abras a menos que tengan una orden", agregó.

El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, insistió por su parte en que su ciudad es una de las calificadas como “santuario” y está firmemente comprometida en preservar la identidad de todos los ciudadanos, más allá de la condición que ostenten en el país. Las ciudades santuario son aquellas que ponen en práctica mecanismos que limitan la colaboración con las autoridades federales de inmigración, sosteniendo una política de tolerancia hacia inmigrantes indocumentados.