Con la mirada puesta únicamente en Venezuela y el alineamiento con la política exterior de los Estados Unidos, el Grupo de Lima se reunió en Buenos Aires y reafirmó su respaldo al autoproclamado “presidente encargado” de Venezuela, Juan Guaidó. Además, reclamó “el cese de la usurpación del poder por parte del régimen ilegítimo y dictatorial de Nicolás Maduro” y decidió remitir a la Corte Penal Internacional (CPI) el informe sobre la situación de los derechos humanos elaborado por la Organización de la Naciones Unidas. El documento incluyó el pedido del enviado de Guaidó, Julio Borges, de “investigar a funcionarios y testaferros” de Maduro y sus “vínculos con la corrupción, el narcotráfico y el amparo a organizaciones terroristas”. El Grupo de Lima desestimó por ahora respaldar la decisión del Parlamento venezolano -encolumnado con Guaidó- de reincorporar a ese país al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), que habilita la intervención militar de los países de la región (incluidos los Estados Unidos) en Venezuela.

Los cancilleres de los gobiernos de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Paraguay, Perú y Venezuela (representada por Guaidó) se encontraron en el Palacio San Martín y aprobaron la “declaración de la XV reunión del Grupo de Lima”. Allí sostuvieron que los países miembros trabajan en "la búsqueda de soluciones a la crisis política e institucional que atraviesa Venezuela”.

En quince puntos, el Grupo Lima se encolumnó con las propuestas de Guaidó y la política exterior de Donald Trump contra el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, que encabeza Maduro. El respaldo al “presidente encargado” autoproclamado hace seis meses destacó “su indoblegable liderazgo en la lucha por recuperar la democracia a través de la celebración de elecciones libres, justas y transparentes”. Además, denunció “las violaciones a los derechos humanos” del gobierno bolivariano, en base al informe elaborado por la Alta Comisionada de las Naciones Unidas en la materia, la ex presidenta chilena Michel Bachelet. Ese mismo informe ahora el Grupo Lima se lo envía a la fiscal de la CPI.

En su orden de prioridades, el Grupo Lima proclama en el punto 12 de la declaración su “preocupación por el agravamiento del éxodo migratorio venezolano, que tiene matices trágicos por la expulsión forzosa de personas”, y la propuesta de Guaidó para que los “los organismos internacionales y financieros” incrementen su ayuda económica a los “países de acogida”. Pero renglón seguido manifiesta su rechazo a los foros y movimientos -como el Foro de São Paulo- "que pretenden actuar en defensa del régimen dictatorial ilegítimo de Nicolás Maduro”.

El encuentro del Foro de São Paulo, que se iniciará este jueves y se extenderá hasta el 28 de julio en Caracas, tendrá como eje el tratamiento de “las medidas coercitivas perpetradas contra Venezuela por el gobierno de Estados Unidos”. "El imperialismo está desatado, no solo contra Venezuela sino contra cualquier pueblo o nación que le lleve la contraria. Todos se arrodillan ante Estados Unidos y quien no lo hace sufre las consecuencias", denunció el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela, Diosdado Cabello, en vísperas del encuentro.