La semana pasada, en Argentina, una película norteamericana superó los cinco millones de espectadores y así dejo atrás en el ranking a otra norteamericana, que por poco no llegó a los cinco millones. Las siguen otras dos norteamericanas que superaron los cuatro millones, y luego otras tres norteamericanas que no llegaron a hacerlo. A continuación aparecen cinco películas norteamericanas que superaron los tres millones de espectadores. El porcentaje de películas que se exhiben en las salas comerciales de nuestro país proveniente de Hollywood es abrumador.

En los años 70, en cambio, era muy habitual que las películas de los grandes directores del cine mundial se estrenaran en las salas comerciales de Buenos Aires. Grandes directores como Federico Fellini, Stanley Kubrick, Ingmar Bergman, Akira Kurosawa, Martin Scorsese, Alain Resnais, Bernardo Bertolucci, François Truffaut, Luchino Visconti, Sam Peckinpah, Francis Ford Coppola, Glauber Rocha, Mario Monicelli, John Casavettes, Tomas Gutiérrez Alea, Luis Buñuel entre muchos otros, se mezclaban con nuestros Leonardo Favio, Leopoldo Torre Nilsson, Lautaro Murúa, David José Kohon, Fernando Solanas y Adolfo Aristarain entre otros, y sus películas se estrenaban por aquellas épocas en las mejores salas, en la Avenida Corrientes y en la calle Lavalle, que era famosa como “La calle de los cines”.

A partir del 76, el cine argentino sufre un duro golpe con la destrucción de la industria, y cineastas desaparecidos, perseguidos y exiliados. La cultura fue devastada por la dictadura, se prohibían libros, obras de teatro, y también muchas películas. Sin embargo la tradición cinéfila de nuestro país permitía que se siguieran estrenando variadas películas de todo el mundo.

En el año 1978 yo tenía 19 años. Una tarde de fines de agosto, después de tomar un café en La Giralda, crucé la avenida Corrientes y entré al mítico cine Lorca a ver una película llamada Iluminación. No sabía con qué me iba a encontrar.

Lo que me sucedió fue algo inesperado y difícil de explicar. Una conmoción incontenible se apoderó de mí, y lloré desconsoladamente durante toda la película. Nunca olvidé Iluminación, ni comprendí claramente que fue lo que me sucedió ese día. Hace poco volví a verla, y cuarenta años después el film volvió a conmoverme profundamente.

Iluminación, o “Iluminacja” en su idioma original, es una película polaca de 1973 dirigida por Krzysztof Zanussi. Un director de cine nacido en Varsovia en 1939 , que es también físico y filósofo. Sus películas exploran la relación entre el pensamiento y el hombre.

Es una película que navega entre el ensayo y la historia individual y cuenta los hechos de la vida de un hombre joven, inteligente e inquisitivo, que se esfuerza por entender la verdad. La búsqueda de la verdad como estado de iluminación.

Al volver a ver esta película sobre el misterio de la vida, después de cuarenta años, accedí a un portal que me llevó a otra dimensión. En la pantalla no solo veía la película de Zanussi, también podía ver el interior de la sala del cine Lorca de aquellos años, y a través de los vidrios de la entrada, aquella Buenos Aires, el horror de la dictadura, el miedo, la desesperación y la muerte.

A través de ese portal, estaba regresando a mi ciudad de aquéllos años, y reencontrándome con ese joven que era yo, atravesado por todo ese dolor, mientras era impactado por esa película, en la que se concentraban todas las preguntas y donde él también podía ver su propia vida.

 

Fernando Spiner es director, guionista y productor. Dirigió las películas La Sonámbula, Adiós Querida Luna, Aballay y La Boya, y las series Zona de Riesgo, Bajamar, Los 7 Locos y Los Lanzallamas. Fue director artístico del Festival Internacional de cine de Mar del Plata. Actualmente trabaja en la postproducción de su nueva película, Inmortal.