“La tortura es una realidad que persiste en Chile”, aseguró el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), después de que 12 carabineros, de los que cinco quedaron en prisión preventiva, fueran imputados por sistemáticos tormentos en contra de comerciantes informales en Santiago. "Los terribles relatos entregados a esta entidad por las víctimas solo vienen a dar cuenta que la tortura es una realidad que persiste en Chile en lugares de privación", señaló Consuelo Contreras, directora del INDH. Cuatro oficiales y un suboficial de las 21º comisaría de Carabineros quedaron en prisión preventiva acusados de apremios ilegítimos, torturas, y falsificación de instrumento público. Denunció que los casos conocidos permiten dar cuenta de una práctica sistemática ejecutada en la 21ª Comisaría de Santiago. "Los agentes del Estado deben entender que es inaceptable desde cualquier óptica", enfatizó y agregó que llegarán hasta las últimas consecuencias legales para que situaciones como las conocidas no vuelvan a ocurrir. "Los torturadores deben hacerse responsables de sus terribles actos y las víctimas deben recibir justicia. Ya lo hemos dicho, la tortura es una de las más graves violaciones a los derechos humanos porque afecta la dignidad, y la salud física y mental de las víctimas", concluyó.