“El 22,8% de los jóvenes es demandante de empleo, es decir que está en situación de desempleo o trabaja involuntariamente pocas horas y está buscando, más de 8 puntos porcentuales por encima del conjunto de la población de la Ciudad”, mientras que “la tasa de desocupación de los jóvenes de la Ciudad” duplica la del total de la población porteña. Estos datos se desprenden del estudio “La situación de los jóvenes en la Ciudad de Buenos Aires” desarrollado por la Dirección General de Estadísticas y Censos del Gobierno de la Ciudad de Buenos aires y publicado en el mes de mayo.

La investigación da cuenta de que los y las jóvenes (15 a 29 años) representan casi una quinta parte (19,8%) de la población total de la Ciudad (606.000 personas) y están presentes en uno de cada tres hogares.

“Algunos participan del mercado de trabajo, otros se dedican al estudio y en una porción importante confluyen las dos actividades, con marcadas diferencias en la distribución por edad. El 53,8% de los jóvenes se encuentra ocupado y el 57% suma a las horas de trabajo productivo, la asistencia al sistema educativo formal”, dice el documento. Al tiempo que señala que este grupo etáreo está especialmente expuesto a la desocupación y a las condiciones de contratación precarias.

“Diversos estudios de mercado de trabajo dan cuenta de la tendencia a la informalidad laboral de determinados tipos ocupacionales, puestos de trabajo, sectores de actividad y tamaños de las unidades económicas. Estas características conjugadas con el perfil de los nuevos ingresantes al mercado de trabajo o con escasa experiencia y baja productividad inicial posicionan a los jóvenes como un grupo de particular vulnerabilidad”, plantea el informe.

En ese sentido, continúa el informe, 54% de los jóvenes se encuentran ocupados y dos tercios se desempeñan en puestos de trabajo de baja calificación (operativa o no calificada). Además, el 62% de los ocupados de entre 25 y 29 años se encuentra sobre-educados para el puesto de trabajo que ejerce. ¿En qué trabajan? Más de la mitad se desempeña en actividades financieras, inmobiliarias, empresariales o en comercio, hoteles y restaurantes.

“Al 32,6% de los jóvenes asalariados no les efectúan descuentos jubilatorios, guarismo más de 50% mayor que el del conjunto de la población de la Ciudad. La situación se agrava cuando se suma 8,3% de jóvenes asalariados que se hacen cargo de sus propios aportes a la seguridad social. El correlato en la situación de salud es que el porcentaje de jóvenes con cobertura que depende del trabajo propio o de un familiar (obra social o prepaga vía obra social) es mucho más bajo que el del total de la población: 57,5% frente a 64,2% en el total”, detalla el trabajo.

También se desarman algunos mitos con las estadísticas. Para 2017, solo 1 de cada 10 jóvenes varones no trabajaba ni estudiaba. Aunque el número se duplicaba en el caso de las chicas “fundamentalmente por sus actividades domésticas y de cuidado”. Otra vez la desigualdad de género puesta en evidencia.