El ingeniero Marcelo Torok, perito informático forense y analista en cibercrimen, explicó que si bien las aplicaciones para espiar los celulares son invisibles para los usuarios, uno de los signos de alerta al que deben prestar atención es un mayor consumo de la batería, que incluso puede llegar a un cierto recalentamiento por estar transmitiendo información de manera constante. También puede registrarse un incremento en el consumo de datos.

De todas formas, señaló que las app "son bastante indetectables. Por eso hay que tener antivirus actualizados y ejecutarlos, no los gratuitos. No dejar el celular desbloqueado y prestar atención a los permisos de acceso que solicitan las aplicaciones  como formas de resguardarse frente a este delito que viola el artículo 19 de la Constitución Nacional y la ley 26.388 de delitos informáticos". 

El perito, quien señaló que la vida está integrada al celular y cuando alguien lo accede pone en condición de vulnerabilidad a la persona, recomendó que como algunas app tienen función de autoborrado cuando reciben una orden, en caso de sospechar que el celular fue intrusado hay que envolverlo en siete u ocho vueltas de papel de aluminio --una improvisada bolsa de Faraday que bloquea la señal--, ponerlo en modo avión y llevarlo a la Dirección de Prevención e Investigación de Delitos Tecnológicos (Chacabuco 151, Subsuelo), a la Fiscalía Especializada en Delitos Informáticos N°12,  o  a cualquier comisaría, que luego lo derivará a la Dirección de Prevención.