El físico Juan Martín Maldacena publicó en 1997 la correspondencia AdS/CFT, una herramienta teórico matemática que unifica los dos paradigmas más importantes de la física actual: la mecánica cuántica y la teoría de la relatividad. Este logro lo convierte en el físico más importante del mundo: algo así como el Messi de la academia.

La mecánica cuántica se aplica en las menores escalas de la materia. La teoría de la relatividad explica relaciones naturales a escalas planetarias y aún mayores. Estas teorías no tenían posibilidad de incorporar elementos matemáticos de la otra, hasta la publicación de "la conjetura Maldacena", como se conoce al documento.

El autor, que estudió en la UBA y en el Instituto Balseiro, y hoy profesor en la Universidad de Princeton, utiliza elementos de la teoría de cuerdas (AdS) y de las teorías de campos conformes (CFT) para plantear una aproximación matemática definida sobre la naturaleza holográfica del universo.

La correspondencia AdS/CFT es un aporte tan importante para la comprensión teórica del universo que es la investigación más citada dentro de su disciplina. En 2015 ya había superado las 10 mil y su autor ha recibido los reconocimientos profesionales más importantes, como la Medalla Galileo Galilei.

Así como Messi todavía no ganó el Mundial, Maldacena aún no recibió el Premio Nobel. Si bien su aporte a la ciencia es un mérito intrínseco, no se puede hacer una comprobación empírica. Esto podría anular las chances de recibir el premio en Suecia, pero, igual que con el fútbol, nunca hay que perder la fe.

-¿Cuáles fueron los avances científicos o las investigaciones que más te llamaron la atención derivados de la correspondencia AdS/CFT?

-Lo que más me sorprendió fueron las aplicaciones a materia condensada y problemas con sistemas fuertemente interactuantes. En particular, la conexión entre el caos cuántico y los agujeros negros. Esta conexión nos dice que, cuando caemos en un agujero negro, tenemos dos puntos de vista: la teoría de Einstein, que nos dice que caemos a través del horizonte del agujero negro sin sentir nada especial, y por otro lado, desde el punto de vista de alguien que se mantiene en el exterior, estaríamos siendo despedazados por fuerzas muy caóticas.

-¿Qué te motivó a dar impulso al “Programa de Profesores Visitantes” del Instituto Balseiro, que promueve la visita de investigadores reconocidos a nivel internacional?

-Lo hice porque estoy agradecido por la muy buena formación que allí recibí. Es una manera de contribuir a que las generaciones posteriores a mí tengan esas oportunidades.

-¿Cómo es el proceso para llegar a un avance como “la conjetura Maldacena”. ¿Hubo algo de creatividad o inspiración epifánica? ¿Se trata de un proceso de ensayo y error?

-Sí, se trata de un proceso de ensayo y error. El error es una parte importante, es necesario darse cuenta rápido cuáles son las ideas que están equivocadas. “La conjetura” es una relación matemática, y por lo tanto uno debe evaluar las consecuencias para ver si puede ser cierta o no. Pero como las cuentas son difíciles de hacer, hay que encontrar argumentos indirectos o casos especiales para hacer las cuentas.

-¿Tenías la idea y la pudiste desarrollar a medida que incorporabas herramientas académicas?

Fue una idea que surgió para tratar de entender la relación de los agujeros negros con ciertos aspectos de la teoría de cuerdas. En realidad, las herramientas vienen primero, dan origen a la pregunta y permiten dar una intuición de la respuesta. Trataba de entender mejor ideas nuevas, que otras personas habían tenido y que se discutían en la comunidad de investigadores. A veces hay gente que cree tener una idea revolucionaria, y al no poder desarrollarlas dicen que les “faltan las herramientas matemáticas”. El problema suele ser que ignoran los avances que hubo en la física, tanto teórica como experimental.

-¿Cuál considerás que es el rol o la importancia de las instituciones públicas que fomentan el incremento del capital cultural?

Yo creo que tener instituciones educativas de buen nivel es muy importante, sean públicas o privadas. La mayor ventaja de las públicas es que se puede estudiar gratis. La mayor ventaja de las privadas es que tienen autonomía del Estado, eso genera mayor libertad para tomar decisiones.

Es importante tener universidades de distinto nivel para satisfacer las diversas necesidades de la población. No todas las personas estudian para ser investigadores. Sin embargo, tener un núcleo de profesores-investigadores contribuye a la ciencia internacional, a la vez que ayuda al país, ya que estos profesores pueden diseminar y explicar los avances que ocurren, a los estudiantes y a la sociedad en general. También pueden aconsejar en asuntos científicos a compañías privadas y al Estado.