Pasado el receso de invierno y con los números de taquillas ya analizados, la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales dio a conocer el resultado de estas “vacas flacas”. Si durante la primera semana de vacaciones la caída de público en espectáculos infantiles había sido del 11 %, en la segunda descendió al 17 %, completando una baja promedio del 13% en la temporada. Con respecto a 2017, la caída total de público fue del 17 %.

La recaudación creció un 16 %, y el precio promedio de las entradas un 33%, con una media de 775 $. La cifra es elevada debido a que los grandes “tanques” fueron los que más público llevaron: Go! Vive a tu manera (la serie juvenil de Netflix llevada al teatro, con un valor de 1400 $ la entrada más cara, foto), El mago de Hoz (1600 $ para abajo), Paw Patrol, Topa y Aladín, será genial fueron las más convocantes, en ese orden. "Y estamos cayendo con la avenida Corrientes terminada, ya sin la obra del año pasado, cuando era un caos. Es decir que esta gran caída se produce más allá de todas las mejoras de lo edilicio”, observa Sebastián Blutrach, presidente de Aadet. Hay que tener en cuenta que los espectáculos independientes, entre los que se cuentan aquellos de las salas barriales, no están contemplados en estas estadísticas. Aun así, al tratarse de una comparación sistemática que se realiza año a año, es claramente representativa de la actividad.

“Lo que queda claro es que el teatro se comporta como el resto de las áreas de la economía. Se resiente un poco más, pero la ecuación es la misma: si no hay consumo, no hay actividad”, razona Blutrach. También, como en el resto de las actividades económicas, la concentración favorece a los más grandes, que cuentan con otras posibilidades de esponsoreo y de visibilidad, fundamentalmente desde la tele. Las brechas dividen accesos: el que tiene acceso, no repara en gastos. Entre tanta libertad de mercado, las compañías más pequeñas, independientes, cooperativas, también navegan como en el resto de la economía: lo suyo es remar, con todo el viento en contra. Al menos, hasta que amaine.