Una mujer de 32 años que aseguró haber sido agredida sexualmente por el multimillonario Jeffrey Epstein --hallado sin vida este sábado en la celda en la que estaba detenido por tráfico sexual de jóvenes--, presentó una demanda contra los herederos y presuntos cómplices del magnate, tras conocer que los guardias encargados de su vigilancia se habrían dormido. La joven, que exige una indemnización, es una de las primeras víctimas de Epstein en recurrir a la nueva ley neoyorquina que da a las víctimas de delitos sexuales un año, desde este miércoles, para presentar una demanda civil, cualquiera sea la fecha en que se cometieron las agresiones denunciadas. La norma se adoptó a raíz de varios escándalos de pederastia en la Iglesia.

Según la denunciante, Jennifer Araoz, las agresiones ocurrieron cuando ella tenía entre 14 y 15 años. El vínculo con el magnate habría comenzado, de acuerdo con su relato, un día que ella estaba parada frente a su escuela secundaria y se le acercó uno de los reclutadores de Epstein y le prometió que un hombre rico podría ayudarla a lanzar la carrera de actriz con la que soñaba.

En las primeras visitas que hizo a la lujosa casa del financiero, en Manhattan, Epstein la entrevistaba y ella recibía 300 dólares en efectivo. Menos de un mes después de esas primeras visitas, según recordó la joven, el multimillonario le pidió que exhibiera su cuerpo para --según le dijo entonces-- ayudarla a encontrar trabajo como modelo. Luego de ese pedido, las agresiones fueron empeorando: tras un año de exigirle poder tocarla para masturbarse, la violó. Después de ese día, la joven puso fin a sus visitas y cambió de escuela para alejarse de su barrio. Tardó años en poder hablar de lo ocurrido.

"Afrontar la red de poder y de riqueza que rodeaba a Epstein es aterrador, pero ya no tengo miedo (...) La ley está conmigo, van a verme, van a oírme, pediré justicia", aseguró Araoz. En su demanda, la joven exige tanto a los herederos de Epstein como a sus presuntos cómplices -- Ghislaine Maxwell, amiga del magnate, y otras tres mujeres cuya identidad no se ha revelado-- una indemnización.

"Epstein fue hallado muerto, aparentemente por un suicidio, en su celda la semana pasada. El hecho de que no tenga que responder personalmente ante los tribunales me enoja, pero mi búsqueda de justicia apenas ha empezado", escribió Araoz en un editorial publicado en el New York Times.

Epstein fue arrestado en julio, en la cárcel federal de Manhattan, acusado de organizar una red para abusar de niñas y adolescentes en sus residencias de Nueva York y Florida. El 23 de julio, el millonario, que se declaró no culpable de las acusaciones de tráfico de menores, había sido hallado inconsciente en su celda, con marcas en el cuello, por lo que las autoridades investigaban si se había tratado de un intento de suicidio.

Este sábado, días después de ese "intento de suicidio", fue hallado sin vida en la celda en la que estaba detenido. Aunque la primera hipótesis volvió a girar sobre un posible suicidio, existen teorías que sospechan que Epstein habría sido asesinado por sus vínculos con empresarios y políticos como el presidente Donald Trump y el ex primer mandatario, Bill Clinton.

La muerte del magnate ocurrió este sábado a las 6.30, cuando fue hallado "inconsciente" en su celda de la Unidad de Alojamiento Especial del Centro Correccional Metropolitano de Manhattan. Según la Oficina Federal de Prisiones, "recibió ayuda de emergencia y fue trasladado en ambulancia a un hospital para recibir tratamiento, donde se le declaró difunto".

El día anterior a su muerte, un juez de la Corte de Apelaciones de Manhattan había ordenado la publicación de cientos de documentos sobre Epstein, que pertenecían a un caso paralelo, cerrado, contra una mujer que era supuestamente su “reclutadora”. 

Tras su muerte, el secretario estadounidense de Justicia prometió encontrar a los posibles cómplices del financiero. La principal sospechosa, hasta el momento, es su amiga Ghislaine Maxwell, hija del difunto magnate de los medios Robert Maxwell, cuyo paradero se desconoce. El único dato sobre ella, hasta el momento, fue aportado por el tabloide británico The Daily Mail, que afirmó este miércoles que había logrado localizarla en Manchester-by-the-Sea, en el estado de Massachusetts, donde supuestamente vive con su pareja.

La noche del "suicidio", según reveló el New York Times, los guardias encargados de vigilar a Epstein en la cárcel habrían dormido durante tres horas seguidas, a pesar de que tenían que hacer rondas cada media hora. Para ocultar el incumplimiento de esas rondas, los carceleros habrían falsificado los registros. Aunque esa información aún no ha sido confirmada oficialmente, la secretaría de Justicia de Estados Unidos anunció este martes la suspensión de los guardias y el traslado temporal del director de la prisión, considerada como una de las más seguras del país.

"Su muerte abre serias preguntas que deben recibir respuesta. Junto a la investigación del FBI, he dado instrucciones al inspector general para que abra su propia investigación sobre el suceso", anunció el fiscal general de Estados Unidos, William Barr, tras declararse "horrorizado" de que un detenido haya podido suicidarse bajo la custodia del Estado.