Cinco jugadores de rugby que golpearon a patovicas y clientes en un boliche céntrico deberán dar clases de ese deporte en tres cárceles de la región y en un centro penal juvenil local. Además, tendrán resarcir a las cuatro víctimas de su ataque pagándoles 610 mil pesos. El juez penal José Luis Suárez aceptó ayer el acuerdo propuesto por la fiscal Cecilia Brindisi y aceptado por la defensa de los cinco jóvenes que fueron condenados, y que compiten en el club Gimnasia y Esgrima de Rosario (GER).

La gresca se produjo la madrugada del 5 de noviembre de 2017, en el boliche bailable Wallas, ubicado en la ribera de Rosario. Lucio C., de 25 años, Emiliano S. (25), Andrés S. (26), Manuel C. (27) y Luciano F. (29 años) intentaron ingresar en el VIP del local e iniciaron una gresca. Golpearon en forma conjunta a personal de seguridad del comercio y a clientes, provocándole múltiples traumatismos.

Según señalaron, la madrugada del 5 de noviembre de 2017 estaban en el ingreso al VIP de la disco "Wallas", cuando un grupo de jóvenes intentó acceder a ese sitio a los golpes.

"Me pegaron cuatro trompadas con una velocidad que ni las vi venir", dijo en aquél momento uno de los denunciantes, que junto a otros dos amigos terminó internado en un sanatorio privado.

De acuerdo a la denuncia presentada por los abogados del personal del boliche, los patovicas intentaron detener la gresca dentro del local al ver que los rugbiers golpeaban a los clientes y que fueron también agredidos dentro y fuera del comercio. A causa de las lesiones que sufrió uno de los empleados de seguridad perdió el trabajo que realizaba durante el día.

De acuerdo a la investigación, el personal de seguridad de la disco sacó a los jóvenes del local luego de la golpiza que protagonizaron en el acceso al VIP. Afuera, los rugbiers golpearon también a los "patovicas", dos de los cuales terminaron internados y luego se sumaron a la denuncia de los tres jóvenes lesionados en el interior del boliche.

El fallo obliga a los cinco jóvenes al pago de una reparación económica total de 400 mil pesos a dos de las víctimas y otros 210 mil a las otras dos.

Además, deberán realizar trabajos comunitarios dictando clases de rugby en las Unidades Penitenciarias Nº6, Nº11 y Nº16, y en el Instituto para la Recuperación del Adolescente (IRAR) durante dos horas semanales y por el lapso de dos años. Además, les exige "abstenerse de abusar de bebidas alcohólicas y/o consumir estupefacientes" y les prohíbe acercarse o tomar contacto con las víctimas.

La fiscal Brindisi, de la Unidad de Investigación y Juicio, les imputó lesiones dolosas leves calificadas por el concurso premeditado de dos o más personas, lesiones dolosas leves en agresión, lesiones dolosas graves en agresión y amenazas simples.

En caso de cumplir con las restricciones, tareas y pagos impuestas por el fallo consensuado los cinco rugbiers quedarán en dos años sin antecedentes penales.