Una y otra vez vuelve Federico García Lorca. No importa cuánto haya pasado de su muerte cruel a manos de los franquistas, durante los albores de la guerra civil española.  No importa, tampoco, en qué forma. Puede ser en poesía, en rémora política, en cosas del amor, en música, en pintura, en danza. En lo que sea. La que se dará este sábado –y todos los que siguen de agosto— en Pista Urbana (Chacabuco 874), radica en un variopinto cruce entre guitarra y cante flamencos, actuación y danza llamado  “Recordando a Federico a las cinco de la tarde”. “Conozco a Federico desde mi infancia. Mamá leía el ´Romancero Gitano´ y nos hacía sentar a su alrededor, mientras los grandes hablaban de lo que pasaba en España, de la persecución a Federico y de su asesinato”, evoca la actriz del evento, Lidia Catalano, que no es ninguna principiante en el tema. Además de esas rémoras de entrecasa, abordó a Lorca leyendo ´Poeta´ en Nueva York y repitió la performance en el Cervantes de Buenos Aires, bajo la dirección de María Esther Fernández. “Federico está siempre en mis lecturas, su sensibilidad, su emoción, su amor por la libertad, la riqueza en el uso del lenguaje. Y por supuesto, en este momento, es necesario hacer oír su voz”.

Otra de las aristas del espectáculo, que tendrá una fecha bonus este domingo (a ochenta y tres años de su muerte) será la musical. A ella estará abocado un trío que, además de la guitarra flamenca de Héctor Romero y la percusión de Osvaldo Avena, conllevará la voz de Marili Machado. “Lorca me emociona por su historia de vida. Todos los matices están en su poesía y prosa”, enuncia la cantante, cuya voz pendula entre el folklore y el tango desde principios de la década del noventa. La coreo, en tanto, correrá por cuenta de Carmen Mesa. Maestra de flamenco y bailaora cordobesa, Mesa expondrá lo aprehendido en Sevilla, ciudad en la que vivió buena parte de su vida y, lógico, también da sus impresiones sobre el vate granadino.

 

“Lorca es una gran fuente de inspiración. En sus poemas está lo jondo del decir, al igual que en el flamenco. Y en sus poemas hay danza desde las raíces más profundas hasta lo más contemporáneo. Como bailaora andaluza que soy, al interpretar sus textos me siento muy identificada con los paisajes que describe, los personajes, los olores, los colores y toda la idiosincrasia que conlleva”, señala la también integrante de Flamenqom, proyecto que intenta unir la cultura qom con el flamenco. El elenco saldrá al tablao bajo la dirección y la idea de Patricia Corradini. A ella corresponde, entonces, englobar en un par de frases la intención última del homenaje: “Hablar de Lorca es hablar de la discriminación, de la falta de tolerancia y también de los grandes temas universales… del amor, la pasión, y ese gran enigma que es la muerte”.