Daiana Cisneros es vicedirectora del jardín comunitario Dumbo de Virrey del Pino. La institución que integra no fue ajena a la crisis económica de estos cuatro años: de tres jardines que tenían en Virrey del Pino sólo les quedó uno porque no pudieron sostener el alquiler de los otros dos y hubo alumnos que no volvieron a pisar las aulas por la distancia. “Cobramos un bono de 800 pesos, pero como hay padres que sencillamente no lo pueden pagar, tenemos un cuarenta por ciento de chicos becados”, dijo a Página/12. También contó que como el hambre empezó a apretar fuertemente entre los chicos, tuvieron que agregar desayuno y merienda reforzada. Hoy, Dumbo mantiene un promedio de 260 alumnos, pero dejaron de ir muchos chicos argentinos y también muchos extranjeros, sobre todo paraguayos. “Los niños paraguayos en muchos casos se volvieron a su país porque sus padres acá no tenían trabajo y decidieron volver a su tierra a ver si allá les iba a mejor”, dijo a este diario. Los niños que van al jardín tienen entre uno y seis años y aunque en sus casas sufren las consecuencias de la crisis económica, en las horas que pasan ahí, las maestras tratan de distraerlos por un rato. “Nosotras lo que tenemos que lograr es que el tiempo que pasan acá logren conectarse con otro universo porque si no es muy duro”.