El mendocino Javier Nicolás Chacón experimentó en carne propia la amarga diferencia. Supo que una cosa es ser competitivo a nivel nacional o sudcontinental. Y otra, muy diferente es llegar a serlo en la alta competencia internacional. En la madrugada de hoy y en la Bert Ogden Arena de Edinburg (Texas), Chacón, el campeón argentino y sudamericano de los supergallos, enfrentó al local Brandon Figueroa por el título interino de la categoría en la versión de la Asociación Mundial de Boxeo. Y lo pasaron por arriba. Fue noqueado a los dos minutos del 4° round y, lo más grave de todo, casi nunca pudo estar en pelea. 

 Ni siquiera las indicaciones a viva voz desde el rincón de su hermano Pablo, campeón del mundo de los plumas a comienzos del milenio, alcanzaron para sostener la supervivencia de Chacón, cuya veteranía de 38 años de edad probó ser demasiado poco para la potencia y vitalidad del carilindo Figueroa, que a sus jóvenes 22 años se anotó la 20° victoria consecutiva de su corta y promisoria carrera, la 15° antes de límite. Salvo en la 3° vuelta, cuando se atrevió a tomar el centro del ring y a cruzar algunas manos picantes a los planos altos, lo único que hizo Chacón (54,612 kg) fue resistir. 

Primero, Figueroa (55,338 kg) lo martirizó con su izquierda en jab. Y luego, lo perforó con profundos ganchos al cuerpo. Demasiado pronto pareció Chacón resignarse a no poder mantener el ritmo de las acciones. Hasta que el 4° asalto, tres derechas terribles de Figueroa, una en uppercut, la otra en cross y la final en gancho, agitaron su cabeza y lo mandaron a la lona por toda la cuenta del árbitro puertorriqueño Rafael Ramos. Irremediablemente vencido en apenas 11 minutos de pelea. 

El boxeo fue muy generoso con Chacón. En 2014, con exactos ocho meses de diferencia, había tenido dos chances de ser campeón mundial de los gallos. Y no las pudo aprovechar: el panameño Anselmo Moreno lo derrotó ampliamente por puntos, y frente al irlandés Jamie Mc Donnell debió abandonar al comienzo del 10° round por una lesión en un hombro. En 2018 y 2019 intervino en un certamen para supergallos organizado por el promotor y manager uruguayo Samson Lewkowicz en la Argentina, y terminó ganándolo luego de dejar en el camino a Claudio Echegaray, Román Reynoso y Luis Cusolito. 

Lewkowicz le retribuyó la victoria consiguiéndole una chance inédita ante Figueroa por el primer puesto del ranking supergallo de la AMB, que es lo que en verdad representa el título interino. Pero el escalón internacional resultó demasiado elevado. Su buena línea, pero sin pimienta en los puños, alcanza para lograr victorias de entrecasa. Afuera, son necesarios otros atributos de poder que, por lo visto, a sus 38 años Chacón nunca tuvo y ya no tendrá.