El Banco Central vendió este miércoles unos 367 millones de dólares para contener el tipo de cambio. No tuvo éxito. El dólar subió hasta los 60,17 pesos y marcó un incremento de 1,51 pesos, al subir 2,5 por ciento. La autoridad monetaria en las últimas dos jornadas sacrificó 678 millones de dólares de las reservas sin poder moderar la expectativa de devaluación. Para este jueves se espera otra jornada de volatilidad. En las plataformas que operan 24 horas la divisa continuó subiendo hasta los 62 pesos luego de los anuncios de Hacienda. El equipo económico adelantó que se seguirán rifando las reservas.

El riesgo país es uno de los indicadores más claros para entender la dimensión de la crisis financiera en el mercado interno. Este índice se ubicó en 2112 unidades. Se trata de un incremento de 111 puntos respecto de la jornada anterior. Los bonos que más bajaron fueron los de corto plazo. El Bonar 2020 retrocedió cerca del 14 por ciento y se ubicó en 46 dólares. Esto implica que ya se opera por debajo del 50 por ciento de paridad. El riesgo país es uno de los más altos de las últimas décadas y se ubica en niveles similares respecto de los registrados en octubre de 2001 antes del estallido de la convertibilidad.

Los títulos de largo plazo anotaron importantes bajas. Se destacó el retroceso del Argentina 2037 con una merma del 7,6 por ciento y del Discount 2033 con una caída de 6,3. Esta huida de los activos locales terminó acelerando una medida de urgencia del equipo económico. Se decidió extender el plazo para los vencimientos de las Letes y Lecap y se anunció el canje voluntario para los bonos soberanos de corto y mediano plazo.

Este anuncio se hizo tras el cierre de las operaciones bursátiles y la pregunta clave es qué impacto tendrá en la apertura cambiaria de este jueves. La lectura optimista asegura que los fondos grandes verán con buenos ojos estirar el plazo de los vencimientos de la deuda sin perder capital ni cupón. Los pesimistas indican que para el inversor institucional es un baldazo de agua fría el canje compulsivo de las letras de corto plazo (en moneda extranjera y en pesos) y reforzará la expectativa de devaluación en el mercado. En los bancos digitales la cotización del dólar subió dos pesos luego de los anuncios.

Reservas y depósitos

El Central sigue mostrando una fuerte dificultad para sostener el nivel de las reservas. Este martes se ubicaron en 56.950 millones de dólares y marcaron un retroceso de 523 millones de dólares en la jornada. En lo que va de la semana se perdieron 1309 millones de dólares y desde que comenzó agosto se acumuló un retroceso de 10.949 millones.

Esta última cifra representa cerca del 20 por ciento de los dólares del Central. Se trata de un ritmo de caída alarmante si se lo proyecta en el corto plazo. El organismo a cargo de Guido Sandleris no tendría ni una divisa en las reservas en menos de medio año. El monto de las intervenciones cambiarias de esta semana también genera preocupación. Se vendieron cerca de 680 millones de dólares. Esta cifra alcanzaría ahora para comprar 2 de cada 10 acciones de la petrolera YPF en la bolsa porteña.

La autoridad monetaria enfrenta una corrida de activos que enciende luces de alerta. El riesgo de insolvencia aumenta en la medida que nadie quiere dejar sus dólares en el sistema financiero. La caída de los depósitos en moneda extranjera del sector privado es uno de los principales síntomas. Se ubicaron en 29.326 millones de dólares el viernes 23 de agosto (último dato disponible) y anotaron una pérdida de 199 millones respecto de la jornada anterior. Desde el viernes previo a las PASO se acumuló un retroceso de 3174 millones. Los ahorristas hace dos semanas que vienen retirando divisas de sus cuentas bancarias. La salida es a un ritmo cercano a los 300 millones de dólares diarios.

Nuevos riesgos

La medida de reperfilamiento del equipo económico permitirá liberar divisas de las reservas. Estos recursos se podrán utilizar para intervenir en la plaza cambiaria. Los funcionarios de Hacienda plantearon que uno de los principales objetivos es sostener el tipo de cambio en torno de 60 pesos y evitar entonces la volatalidad de la paridad. El principal problema es que no existen medidas de control de los flujos de capital. Los inversores que aún conservan pesos suman incentivos para aprovechar la venta de reservas a 60 pesos y dolarizarse. Los casi 5 mil millones de dólares de las reservas que no se usarán para abonar deuda de corto plazo corren el riesgo de terminar financiando una nueva ronda de fuga de divisas del mercado.

Las acciones fueron otro de los principales indicadores para medir la incertidumbre entre los inversores. Este martes subieron en pesos pero volvieron a registrar fuerte pérdidas medidas en moneda extranjera. Las empresas que cotizan en Nueva York llegaron a retroceder hasta el 6,1 por ciento. La caída en lo que va del año de estas compañías es alarmante. Entre los rojos se destacan las bajas de 66 por ciento de Supervielle, de 64 por ciento de Central Puerto, de 54 de Loma Negra y de 37 por ciento de Ternium.